Mama estaba acostada en el sillón de 2 plazas y papa dormía sentado en el sillón individual, no parecía muy cómodo realmente.
Los 2 dormían profundamente a pesar de sus preocupaciones, el cansancio les gano, mama se removia entre pesadillas y papa no roncaba como era habitual, tal ves mama me veía morir en sus sueños, como yo la veía morir en los mios. Entendía su angustia.
Solo veía el techo <<tick>> resonó en la habitación y por el silencio que había me pareció un sonido realmente fuerte y molesto <<tock>> continuo con su canto el reloj y ese pequeño <<tick-tock>> se escuchaba tan fuerte y resonaba en eco de aquella habitación torturandome.
>>Carajo - Pensé - no puedo dormir y ahora el maldito reloj me hace sufrir.
No se me permitía decir malas palabras pero debes en cuanto maldecia en mi cabeza, nadie se podría entrar nadie me podría regañar por eso.
Con cada segundo que pasaba cada <<Tick-Tock>> era más pesado y más molesto.
Solo tenía que quedarme 3 noches ahí pero sabia que seria imposible llegar a casa con la tormenta, a esas alturas de la madrugada ya estaba muy avanzada. Y en 3 días más se comería a la ciudad entera. Seria imposible salir.
Clave la mirada en el techo y cuando las manecillas del reloj se movía incluso parecía dolerme muy dentro del pecho.
Decidí salir a caminar que estar ahí sin poder dormir, sin poder si quiera escuchar mis pensamientos por aquel ruido molesto del reloj.
Me descobije lentamente y baje mis pies con el mayor cuidado posible, saque mis pantunflas de abajo de la cama y me coloque una bata más caliente que las batas que te dan en el hospital, me coloque la capucha y con sumo cuidado gire lentamente la perilla haciéndola chillar levemente. Empuje la puerta y salí, con el mismo cuidado la deje emparejada para que al regresar no hiciera el ruido de nuevo la perilla.
Aun tenía el suero conectado a mi, así que cargue la bolsita de suero y la guarde en mi bolsa con cuidado de no lastimar la aguja adherida a mi muñeca.
Y salí a caminar. El pasillo realmente daba miedo, eran al rededor de las 3 o 4 de la mañana no lo sabia con certeza. Y aquel largo pasillo blanco lucia más aterrador que en el dia. Se podía sentir los lamentos y sufrimiento de las personas que algunas ves estuvieron en esas camas y de aquellos que ahora lo estaban.
Y aquella noche nada malo paso. Incluso me sentí con cierta tranquilidad, subí dos pisos hasta el 5to y observe desde el gran ventanal que tenía aquel piso, el único piso con una ventana de ese tamaño y una vista tan hermosa, la ciudad de noche se veia tan viva. Luces por todas partes, menos carros de lo normal, claro porque ya eran altas horas de la madrugada, pero casi todas las calles iluminadas.
Veía las luces y como se veía la gran ciudad en tanta obscuridad.
El cielo estaba realmente negro y lo adornaban grandes nubes grises cargadas de agua que posteriormente se transformarian en nieve, sin embrago unas cuantas estrellas aun se podian observar a lo lejos, comence a contar las, era algo que hacia cuando no podía dormir, veia el cielo desde mi ventana y contaba tantas estrellas como podía, a veces pedia un deseo a cada estrella que contaba hasta caer dormida. 116... 117... 118... 119 estrellas y luego algo perturbó mi calma. Veía hacia el cielo atravez del vidrio, ligeramente hacia arriba, cuando una mancha se empezo a formar en el vidrio. Deje de ver las estrellas y me enfoque en la mancha aunque ambas estaban en la misma dirección yo ya no veía más las estrellas. Era una mancha entre rojiza y purpura, apareció de la nada y comenzó a brotar en la ventana, no parecía estar ni dentro ni fuera del edificio, parecía que estaba dentro del vidrio. Me quede petrificada observando aquella mancha. Crecía a una velocidad sorprendente sin embargo me permitía ver el proceso poco a poco. La mancha se extendía hacia los lados y hacia los extremos sin tomar una forma fija, parecía expandirse y luego agruparse para luego crecer poco a poco hasta que tomo una extraña forma, parecían dos ojos observandome. Sin embargo no me asustaron, me observaban fijamente pero realmente no estoy segura de si eran unos ojos o solo la forma de una extraña mancha. Lo observe tan fijo como estos ojos me veían. No parecía pasar nada, comencé a acercarme para ver más de cerca esta mancha y encontrar un sentido lógico, no pensar que estaba perdiendo la cabeza. Los ojos parecieron moverse frenéticamente hacia las orbitas que la misma mancha formo, intentaba asustarme, lo se, y lo consiguió, por un momento.
En cuanto la mancha hizo el primer movimiento di dos pasos para atrás lo más rápido que pude y aparte la vista, pero me reprimí en seguida y me force a voltear. Solo me observaba, la mancha creció hasta cambiar su forma y ahora bajo esos grandes ojos rojos habia una gran sonrisa, se burlaba de mi. Y aquel sentimiento del cual no me desaría de el en años, tal ves nunca, y con forme yo crecía el también lo hacia conmigo. Fue la primera vez que sentí tanto odio y rencor como en ese momento, ni si quiera se asemejaba a lo que sentia cuando perdía el control y me pasaba lo que fuese que me estuviera pasando, solo me pasaba cuando estaba Azharath, solo el sabia como hacer que me molestara a tal grado, pero esto era diferente. Esa risa burlona y esos ojos diabólicos crearon en mi una fuerza poderosa que no entendería hasta el pasar de unos cuantos años, aquella rabia jamas la olvidaría.
A pesar de mi molestia y enojo aquellas "habilidades" no vinieron a mi, pero algo más si lo hizo, un impulso o un reflejo, tal ves ambas y antes de que lo pensara mis piernas ya caminaban en dirección a la mancha, me acerque a ella y con todo el coraje que pude juntar, golpee el vidrio.
-¿Que es lo que quieres? ¿¡Eh!?
Grite con fuerza al vidrio. Me aparte para atrás y observe a la mancha. Y ahí fue cuando mi furia aumento. La mancha comenzó a hacerse pequeña.
-¿¡Que es lo que quieres!?
Grite de nuevo pero esta ves más fuerte. La mancha comenzó a hacerse cada vez más y más pequeña a una velocidad más rápida que cuando creció, comenzó a girar en espiral hasta que desapareció. Realmente molesta la busque por todas partes del gran ventanal, se había ido.
Otra ves era presa de mis impulsos y de mi enojo así que apreté los puños y me lance contra la ventana dándole débiles y vergonzos -Pero realmente lo hacia con todas mis fuerzas- puñetazos a la ventana.
-Aparece y contestame, ¡maldición!
Golpeaba una y otra ves mientras gritaba todo lo que podía.
-Quiero respuestas.
Gritaba y golpeaba tan rápido y fuerte como mis pequeños puños me permitían. No pare hasta que sentí que el vidrio tembló. Me detuve y entonces escuche algo atrás de mi, me gritaban, voltee muy torpemente y mi vista estaba toda borrosa, el pasillo parecia estar más obscuro y largo que como lo había dejado y alguien se acercaba velozmente a mi. <<Muevete>> creí escuchar levemente, aquella figura corría hacia a mi, era una enfermera, creo.
Tan confundida y lenta como estaba volví mi mirada al ventanal, el vidrio temblaba o vibraba, no lo se, se movía muy a prisa. Parecía que iba a estallar, observe lo más detallado que pude el vidrio, no a través de el, sino adentro.
Y pude ver sombras gritando adentro, sufrían realmente y luego aquellos ojos acechando desde las sombras, no se alejaba de las sombras, solo permanecia ahí, escondida.
<<Muevete>> volvió a estallar aquellas palabras en el pasillo y sentí cada movimiento cada ves más lento, me gire y de nuevo vi esa figura más cerca mío, aproximándose rápidamente, dure viéndola unos segundos y luego regrese la mirada al vidrio y al mismo tiempo que las palabras gritaban <<MUEVETE>> más fuerte que las anteriores, aquella bestia que me acechaba de entre las sombras salto hacia mi y un estruendoso ruido estallo, vidrio rompiéndose y muchos cristales cayendo hacia a mi. Ahogue un grito, ¿esa bestia acababa de atacarme? ¿Esa bestia rompió el vidrio? El aire se metió en seguida en el edificio y me abofeteó fuertemente, en seguida el viento tenía bailando ramas, hojas secas y basura en todo el pasillo. No podía seguir mirando hacia donde estaba el ventanal el viento era muy fuerte, me voltee y camine hacia atrás pero por lo adormecida que me sentía tropecé. No podía ver nada, solo escuchaba el viento revoloteando en mi cabello.
Unos brazos me sujetaron de atrás y me levantaron.
-¡Haley! - Reconocí en seguida la voz de mama.
Me sujeto en sus brazos y me cargo. Salió corriendo hasta llegar al tope del pasillo donde se encontraba el elevador, lo pidió y este llego en seguida, se subió y una vez cerrada las puertas, todo quedo en silencio otra ves. Oprimió el botón de nuestro piso y luego se sento en el suelo abrazandome.
-Lo sie-ento... ma, yo no quería...
Logre decir débilmente, ¿que estaba pasandome? Me sentía realmente lenta y adormecida.
-Shhh, no digas nada cariño.
Me calle y con las pocas fuerzas que junte la rodee con los brazos y voltee hacia arriba para verla, en sus mejillas tenía rastros de lagrimas secas y en el cuello rastros de sangre, observe con más temor y me di cuenta que toda su ropa estaba llena de sangre, pero no estaba herida.
Observe mi muñeca y vi que la aguja adherida a mi ya no estaba, tampoco la bolsa de suero, en su lugar tenía un agujero en la mano, donde estaba la aguja, que no paraba de sangrar. Después de todo lo que paso había olvidado la aguja y de tanto movimiento que hice me lastime con ella y la perdí.
Todo se volvió negro pero seguía consiente. El elevador se paro y las puertas se abrieron, nos dejo en un pasillo obscuro como lo había dejado y pude escuchar a papa que nos esperaba al otro lado de las puertas.
-¡Meg! Por Dios, ¿Estas bien?
Papa me cargo y luego ayudo a parar a mama, la tomo del brazo y caminamos hacia mi cuarto, me recostó ahí y entonces la obscuridad me atrapo por completo.
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La Hija Del Diablo
General FictionHaley Anderson no tuvo una vida que se le puede llamar buena, si no todo lo contrario. Al cumplir 14 sus padres la abandonaron y así se fue metiendo poco a poco en una vida de delincuencia, convirtiéndose, con tan solo 20 años de edad, en la mas bus...