Prólogo

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Narra Alessia

-Mamá, no puedes hacerme esto.

-¿Crees que tengo elección? No tuve una hija para descuidarla.

-No se nota. Antepones muchas cosas a mí.

-Mi trabajo es lo primero.

-Creía que yo era lo primero.

Un silencio incómodo se crea entre las dos cuando pronuncio esas palabras. Rabia. Había mucha rabia acumulada en mí. Estaba alimentando a mi propio enemigo,y luchando por sacar de mí paciencia que ya no quedaba.

Estaba parada enfrente de mi madre, mirándola sin ningún tipo de gesto en la cara. Ya estaba acostumbrada, una vez más.
Una vez más iba a mirar por ella antes que por nadie. Como siempre.

-No puedes. - dije apretando la mandíbula con asco y subiendo el tono de mi voz - No puedes cambiar el rumbo de mi vida cuando a ti te apetezca.

-Creo que esto ya lo hemos hablado. Te vienes conmigo. Eres joven. No puedo entender por qué te afecta tanto. No has vivido nada como para que sea un golpe tan duro en tu vida. Es solo un traslado. Te acostumbrarás pronto.

-Nunca has desempeñado el papel de madre. No piensas en mí. ¿Y si todo lo que tengo está aquí? - digo con un nudo en la garganta - No quiero pasar por eso, enserio. No me quieres. - el odio se hacía presente en mi voz-

-No voy a debatir algo cuando sé que llevo razón.

-¿Qué vas a tener allí que no puedas conseguir aquí, eh?

-Tom viene con nosotras. Ya eres mayorcita como para estos berrinches. - dijo mi madre mientras terminaba de maquillarse frente al espejo, indiferente por lo que yo sentía o podía sentir -

-Te odio. - las palabras salieron disparadas de mi boca -

-Alessia, prepara las maletas. Salimos mañana.

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