Capítulo 1- Nuevamente en casa.

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NARRA MELODY:

Abro la puerta del coche y al fín vuelvo a pisar el firme suelo de Moordville. No puedo evitar sonreír al ver la iglesia, la comisaría, y todo lo que formaba parte de este pequeño pueblo. Y es que después de 1 año, extrañaba volver a sentir el pueblo que tanto me había dado, como recuerdos, vivencias y a mis amigas. Tan solo al recordarlas, pienso que ya es hora de ir a verlas, después de tanto tiempo, no lograba recordarlas a la perfección.

-Iré a ver a las chicas en un rato.-Le digo a mi madre metiendo mis maletas en casa. Estaba todo exactamente igual que antes, con sus oscuros muebles llenos de polvo, y con olor a humedad. Como si hubiese pasado una eternidad de aquel día en el que nos marchamos.

-Primero ordena tus cosas. Ellas aún no han llegado.-Durante este último año, no hemos tenido ningun contacto físico ya que cada una acabó en una ciudad distinta. Sin ningun tipo de explicación, y solo pudiéndonos llamar muy pocas veces.

-Vale.-dije subiendo las escaleras hacia mi cuarto.

Desde aquel viernes que parecía ser normal y corriente para nosotras, no volvimos a vernos ni a saber mas de las otras o de nuestro pueblo. Desde aquel día en el que unos susurros nos separaron. Sin obtener respuesta alguna a nuestras incesables preguntas. Sin duda, nuestras madres podían ser las personas mas cabezotas de la tierra si se lo proponían. Y cuando se unen las cuarto, pueden ser un gran peligro. Ya recuerdo de donde sacamos nuestro carácter...En Atlanta nos fue bastante bien, es una bonita ciudad y la gente nos trató estúpendamente, así que no fue un problema para mí sociabilizar con los demás. Pero, quiero demasiado a mis amigas como para no extrañarlas por tanto tiempo.

NARRA NÉFESIS:

Abro la puerta de mi cuarto, y sin pensarlo me lanzo contra la cama. Las sábanas olían a nuevas, y es que hacía mucho tiempo que no pasaba por aquí. Fue todo demasiado repentino. Sin pensarlo, el día después de estar en la casa de Lily viviendo un viernes como cualquier otro, estabamos siendo separadas por nuestras madres, cada una a un lugar del país distinto. Como si la relación que construímos en años, no valiese nada.

Sin ninguna duda, fue algo que nos molestó a las 4, y es que, ¿Cómo podían separarnos y no decirnos nada al respecto?.
Tantas eran sus ganas de olvidarse de este pueblo, que durante estos dos años, no volvieron a nombrarlo.

Hace una semana, cuando mi madre me dijo que debíamos volver a Moordville, estuve realmente extrañada, ya que pensé que no volvería aquí hasta que fuese lo suficientemente madura como para escaparme y sobrevivir. Con las chicas ya estábamos planeando algo para poder vernos, sea como sea.

-¿Ordenas tus cosas y salimos a dar una vuelta?-pregunta mi madre observandome desde la puerta.

-Vale, pero, ¿Cuando llegan las chicas?,¡Estoy deseando verlas!-Mi madre cambia su sonrisa por una cara de confusión. Como si esperase que al estar aquí no preguntaría por ellas, o ya nos habríamos olvidado.

-No se cuando llegan, tardarán, pero cuando lo hagan te avisaré.-dijo esquivando mi mirada.

Desde aquel viernes, nada es como antes. Desde aquel día, no sabemos absolutamente nada de lo que les pasa a nuestras madres, como si fuese un peligro incluso hablar con sus propias hijas.

NARRA SOFIA:

Me agarro fuerte al asiento, del que he asegurado como 30 veces tener el cinturón puesto, siento terror al viajar en avión. Pero no hay mas remedio. Después de habernos ido de Moordville, a mi madre se le ocurrió, ir de "vacaciones" a Grinden. Y no se a que se refiere con vacaciones, al estar dos años en un país desconocido, y hasta impartir clases. Mi madre se tomó muy enserio eso de abandonar el pueblo al que estamos volviendo. Y es que no se nada de él desde que me fuí.

Bajo su amenazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora