Narra Lily:
Suena el despertador, cada vez más fuerte y yo siento que cada vez más rápido. Lo golpeo suavemente y consigo hacerlo callar. Cuando estuve en Anvol solía levantarme temprano para ir a la escuela. Porque sí, con el tiempo que estuvimos allí, tambien tuve que estudiar. Ahora la verdad es que no se que haremos. Supongo que volver al instituto de Moordville.
Me siento en la cama y froto mis ojos despertando de una vez por todas. Siento un gran malestar en la cabeza y supongo que es por todo lo que pasó anoche. Hago memoria sin ninguna dificultad, y por mi cabeza pasan todos los momentos, reacciones y sentimientos que tuve ayer. Sin duda fue una noche intensa. Me dirijo al baño, y luego a la cocina, para desayunar.
En la mesa está mi hermano Marcus con su teléfono, siempre tan concentrado en eso. Me siento en la mesa sin hablar con nadie, ni hacer más que desayunar. Y es que no tenía ganas de conversar con mi madre.
No estoy enfadada, pero si algo desconcertada. Y es que, ¿Cómo debo reaccionar al saber que mi madre y sus amigas, han tocado a un muerto?. Es realmente siniestro, y se que no tienen nada que ver con la muerte, pero aun así, es extraño.
Termino la leche con pocas gotas de café que siempre está preparado para mí en la mesa, y lavo lo que he utilizado.
-¿Cómo has dormido hoy?-Pregunta mi madre observándome. Se que no le interesaba la posición que uso para dormir, pero que lo hacía para sacar conversación. Lamento demostrarle que no tengo muchas ganas de conversar, realmente es que no puedo evitar que la conversación de ayer me dejase algo trastocada.
-Bien.-Respondo secamente mientras recorro el camino hacia las escaleras muy lentamente.
-Hoy entrego los papeles al instituto, empezaréis a estudiar en un par de dias. Cuando comiencen las clases.-Me dice ella, y asiento subiendo hacia mi cuarto.
Cuando estoy allí, hago mi cama y me asomo por la ventana, decidiendo escribir en el grupo que tenemos las cuatro.
-"¿Buenos Días?"-pregunto yo.
-"¿Los tuyos han sido Buenos?"-Pregunta Sof. Sin duda sé que es a la que más le molesta o importa este tema. Y es que ella tiene a su madre sobre un altar, como si fuera el ser más correcto del universo. Y ni ella ni ninguna, esperábamos lo ocurrido anoche.
-"Era una pregunta, es obvio que no es el mejor día de mi vida"-Respondo obvia.
-"Pues mi casa es un muermo, no hay quien diga nada. Mi madre evita hablarme y mis hermanos me ignoran, así que tu me dirás..."-dice Nef, y no tarda en obtener una sonrisa por mi parte, ella siempre tiene algo que te haga sonreír.
-"¿Sabéis que nuestras madres entregan hoy los papeles para el instituto? En unos días empiezan las clases..."-dice Mel. Y como es tan habitual en ella, siempre dando noticias desagradables. Siempre que hay algo que no nos gusta, está Mel para recordarlo, y no lo hará con esa intención, pero siempre sale de ella.
**********
Estamos en la puerta del instituto, Mel, Sof y yo. Esperando a Nef. Hacía mucho tiempo que no estabamos aquí y ya olvidamos que Nef era así de impuntual en todo momento. Incluso si comienzan las clases en unos minutos.
-Debíamos haberle avisado media hora antes-Dice Mel con cara de fastidio. Nef es impuntual, Mel es muy nerviosa, y eso es una bomba que puede hacer explotar tu cerebro.
-Ni aunque le hubieses avisado hace una semana.-Respondo con la pura verdad. Y es que no hay remedio. Pero es lo que nos ha tocado, no nos podemos quejar. Era eso o que nos hubiese tocado algo peor. Aunque en realidad se hace querer. Ella y su impuntualidad.
Llevábamos casi 10 minutos esperando, y se hacía realmente incómodo. Y es que no paraban de mirarnos. Me sentía totalmente observada por cada una de las personas que pasaban a nuestro lado. Como si en vez de habernos ido un años, tuviesemos alguna enfermedad contagiosa. Y es que lo hacían sin disimulo. Como si no tuviese nada de malo observar a una persona hasta desnudarla. No hacía más que retorcerme, y estaba alterando a Sof.
-¿Quieres parar ya? Solo admiran mi belleza...-dice Sof derrochando humildad. Y es que nadie en esta tierra, está mas seguro de sí mismo que esta mujer. Ya que nadie puede hacerla cambiar de opinión. Y si hablamos de la seguridad que derrocha Sof, hablamos de la poca que tiene Mel. Para ella, es la peor persona del universo, se encuentra mil y un defectos, y eso no hace mas que enfadarme. Y ahí es donde sale a la luz mi vena agresiva para hacerle entender que no puede buscar una perfección que ni siquiera existe, y explicarle todas las veces posibles que todos ,por muchos defectos que tengamos, tambien encontramos nuestras virtudes. Y que ella tiene muchas. A todo esto siempre se le suma la positiva Nef, que se vuelve como loca con estos temas. No es capaz de oír hablar así a Mel sin decirle muchas cosas bien dichas, e intentar subirle el ánimo.Y así, amigos, es como pasamos todos los días. Cada una con una personalidad distinta, que quizás es eso, lo que nos mantiene aún unidas, después de haber estado tan lejos.
Desde la distancia, vemos a Nef corriendo hacia nosotras. Y Mel le saca el dedo corazón desde nuestro lugar. Haciéndonos las indignadas entramos hacia los pasillos de nuestro antiguo instituto, con sus paredes pintadas en blanco y por la parte baja, lozas azules. Mi color favorito, sin duda era lo que más me gustaba de este lugar, eso y las matemáticas. Ohh..las matemáticas, cuanto había extrañado al señor Marchall, sin duda el mejor profesor de este maldito infierno.
-Te avisamos hace 20 minutos.-le recrimina Melody a Nef.
-Lo sé, pero me he despertado tarde.-Responde ella recobrando el aliento.
-Sí...díselo a tus pelos.-Le digo observando con más cautela lo despeinada que viene.
Seguimos cruzando el pasillo, como antes, bajo la atenta mirada de muchos de los estudiantes. Hay quienes no solo se bastan con mirar, sino que tambien cuchichean y eso me pone aun mas nerviosa.
-¿Soy yo, o la gente nos mira raro?-Pregunta Nef retando con la mirada a una chica, ésta al verla se gira, y hace como si nada.
-Si, nos miran raro...-Dice Mel seria.
-¿Pasa algo?-Le digo a una chica que reía mientras nos miraba. Lo siento, pero lo que no voy a consentir es que se rían de mi o de mis amigas.
-No, nada-Dice caminando hacia el lado contrario bajando la cabeza. Nef siempre dice que intimido mucho y con gran facilidad. Pero esta vez no lo he hecho con esa intención, aunque al final conseguí que se centrase en lo suyo.
Nos dirigimos donde antiguamente se encontraban nuestras taquillas. La mia y la de Nef juntas en la parte derecha y la de Mel y Sof, en la parte izquierda, no estaban justo en frente, precisamente como a tres taquilas de separación.
Antes de irnos las decoramos como quisimos, y es que normalmente las taquillas siempre eran las mismas, no cambiaban. Al irnos no sabemos que habrá pasado. Nos acercamos a nuestras taquillas y no tienen candado, al abrirlas, están completamente vacías. Era el primer día de este año, y eso podría explicar que todas lo estuviesen, pero ,¿Y nuestras cosas?. Teníamos fotos, pegatinas, papeles, libretas, materiales...Muchísimas cosas de las que la mayoría ni recuerdo. Pero ahora la taquilla está vacía. Como si nunca hubiese tenido nada dentro. El timbre suena, y todos empiezan a dispersarse, cada uno hacía la clase que le tocaba, pero antes de movernos nosotras, escuchamos lo siguiente.
-Néfesis Blake, Lilliam Evans, Melody Turner y Sofía Campbell. Dirijanse al despacho del director.-Se esuchó por el altavoz.
Y si las miradas antes ya estaban puestas en nosotras, ahora las miradas rozaban la exageración. Sin ninguna piedad y ningún tipo de descaro. Por mi cabeza pasa la posibilidad de que se haya enterado todo Moordville de lo ocurrido en mi sótano y nuestras madres. Pero simple y llanamente es porque en un pueblo tan pequeño, es muy raro que unas cuatro mejores amigas desaparezcan sin decir nada, y cada una acabe en una ciudad distinta, simplemente como si hubiesen desaparecido.
¡GRACIAS POR LEER!, ESPERO QUE OS GUSTE.
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Bajo su amenaza
Historical FictionSólo Néfesis Blake podría ser capaz de actuar rapidamente en los momentos mas difíciles. Pudiendo hacerte dudar, cuando mas razón creías tener. Siendo demasiado inocente, y a veces demasiado buena cuando no debería serlo. Sólo Melody Turner podría i...