Capítulo 14

5.5K 407 47
                                    


Quiero dedicar este capítulo aRehtseAiram7 espero que lo disfrutes 🌻

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Quiero dedicar este capítulo a
RehtseAiram7 espero que lo disfrutes 🌻

-----------------------------------------------------------


Estoy nerviosa. Mis manos tiemblan. Hoy es el día del juicio para conseguir la custodia de Adam. No sé qué me esperará, pero sí sé que no va a ser fácil. Acaricio mi pequeña curvatura que ha tomado mi vientre. Tres meses y medio de embarazo. Es poco, pero mi vientre ha pasado de estar plano a ovalado.

Tomo la camiseta básica blanca, la paso sobre mis brazos y dejo que se adapte a mi cambiante cuerpo. Hace cinco días este pequeño vulto no estaba, salió de la noche a la mañana. He escuchado a muchas mujeres decir que sus vientres estaban planos y que, de un día para otro, despertaban con barriga de embarazada.

Aún no está lo bastante desarrollada, pero sí para dar el indicio de que estoy embarazada. Alejo esos pensamientos de mi mente, tomo los vaqueros negros pero que tienen una zona elástica en la zona del vientre. Candela me obligó a ir de comprar y adelantarme a comprar ropa pre-mamá. Ella quería hacerme ese regalo. Y aún quiere comprar más cosas para el bebé.

—Estás preciosa, Venus. No hay necesidad de mirarte más en el espejo —la voz de Robert me saca de mi sueño. Miro hacia detrás de mí, justo está apoyado en el marco de la puerta y la camisa celeste que lleva le queda de muerte. Y por no hablar de ese pantalón de pinza gris—. Vamos, se nos hace tarde.

Asiento. Sonrío emocionada ante el reflejo que tengo frente a mí, una última vez antes de salir de la habitación. Estoy emocionada. Por fin podré ver a mi bebé. Tengo muchas ganas de abrazar a Adam. Pero también tengo miedo de que me rechace. ¿Qué tal si niega a saludarme? ¿O darme un abrazo? Mi corazón se rompería en dos perfectos trozos.

Una vez en la cocina, Candela me tiende una manzana verde. Últimamente, son mi adicción. Le sonrío y le pego un gran bocado a la manzana. Gimo de felicidad. Está tan buena...

—Querido —habla a su hijo, sé que va a decir algo pervertido por la sonrisa socarrona que posee su rostro—, anoche escuché gemidos. Te agradecería que la próxima vez cerrárais la puerta de la habitación.

Dejo la manzana sobre la encimera de la cocina, bajo mi rostro hasta mis manos y lo dejo ahí. Me permito que toda la sangre se concentre en mis mejillas. La risa de Candela ni tarda en llegar seguido de un gemido de protesta por parte de Robert. No lo veo, pero sé de sobra que está igual de sonrojado que yo.

Desde nuestro arrebato de pasión (más bien de activación de hormonas de embarazada) donde Candela nos interrumpió, la relación entre Robert y yo sólo se centró en eso: satisfacer mi deseo sexual de embarazada. Quedamos en un acuerdo. Prácticamente, lo obligué a aceptar. Él no quería por el estado en el que me encuentro, pero la necesidad de sexo ha aumentado en las últimas semanas.

Monte de Venus © (McQueen Mens II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora