Secretos

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Narra Jazmín

Como ya es costumbre, llegue a mi hogar y mi madre salía a su trabajo. Llevaba un traje de color plomo muy profesional, como siempre y una bella sonrisa consigo.

La saludé y ella se despidió luego ingresé a mi hogar de muy buen humor, siempre mi padre dijo que "el hogar es donde el alma se siente feliz" y todos los días me recuerdo esa frase cada vez que mantengo un pie dentro de mi hogar.

—¡Mamá, iré a la casa de Zulú!— grité con la esperanza de que me haya escuchado, ya que habia salido de la casa con mucha prisa, y así lo hizo. Como respuesta levantó el dedo pulgar al aire, luego subió a un taxi y se fue.

Cerré el portal de la casa y encontré a Ethan tirado en el sillón viendo televisión, llevaba puesto unos shorts negros y un polo sin mangas color blanco, hecho a mano seguro. Muy tranquila se sentía la casa, como lo habitual que es y mas aún si hay gente tranquila como mi primo y su mamá. Es cierto que a esta casa le falta la alegría, carisma e inocencia de un niño que este corriendo, jugando o saltando para darle mas vida; pero asi como esta, es muy acogedora.

Ethan se fijó en mi y me saludo amablemente, al igual que su madre que estaba entretenida con un libro que no logré divisar la portada, ella estaba en la mesa del centro de la sala. Los saludé y comencé a subir las escaleras en dirección a mi cuarto.

—¿Hija, ya almorzaste?— cuestionó mi tía.

—Si tía... Gracias— regresé mi mirada y la mire con cariño luego continúe mi rumbo. Ella asintió y continuó con su lectura.

Narra Zulú

Sigo pensando en el semblante de William, a pesar de los intentos de no querer hacerlo. Siento que a pesar de las circunstancias, los recuerdos que día a día me asechan y los sentimientos que di por muertos; creo que ya es momento de darme una oportunidad para ser feliz, darle paso a ese sentimiento que se encuentra "en cada esquina", sentir el aguijón sutil y doloroso del amor y tal vez sufrir en el intento.

Tengo un habito que desarrolle para bloquear sentimientos que me puedan volver vulnerable: Pesimismo.
En el caso que William sienta algo por mi, y yo tambien sienta lo mismo; seguramente nos demos una oportunidad. Pero... ¡¿Si no es asi?! si solo quiso tener con quien conversar, o tal vez es la emoción del primer dia. O tal vez...

—¡Basta!— me detuve en seco y coloque mi manos delante de mi como si detuviera algo. —Caere en un pensamiento sin fin...— dije al aire y continué caminando, claramente hablando sola.

Al llegar a mi hogar, me dirigí con prisa a mi cuarto a descansar un rato y dejar de pensar en personas y ocasiones que no llegaran a suceder. Mi cerebro juega muy sucio conmigo, trata de ponerme en una situación sentimental, pero al final de todo mi corazón se encarga de los sentimientos. Es obvio.

Me dirigí al viejo armario donde estaban las cosas que retiré de mi antigua casa. Me arrodillé al sacar una primera caja. Me dispuse a revisar una que otra caja, buscando la carta que leí hace años. Jaz vendrá dentro de un rato y tendré que darle un resumen para no parecer que lo olvidé. Además es necesario que lo encuentre porque tiene información importante que no recuerdo muy bien, o tal vez si lo recuerde, y mi cerebro trata de reprimir el dolor que me trae el saber su contenido o nose... Pero fuese lo que fuese, me atormenta.

*FLASHBACK*

Mi papá me dijo, el dia que me entrego la llave, que ya estaba listo el tesoro para ser abierto. Y hoy decidí buscarlo, ciertamente lo encontré detrás de mi espejo, el gran cristal de mi cuarto.
Después de tanto tiempo, creo que era obvio el lugar del tesoro. Cada vez que pasaba por el pasillo, habia un gran espacio entre mi cuarto y el de mis padres, asi que la luz de mi foquito se prendió y gracias a mis habilidades de búsqueda y deducción, logre encontrarlo.

¡No soy Femenina!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora