Capitulo 3

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Entramos al cuarto, los nervios era muy fuertes, sentía el latido de mi corazón retumbando en mis oídos,  los músicos tocaban la intro de una canción que reconocía sin dudar y eso hizo que se me  erizara la piel y como si un rayo me hubiese impactado, la vi. Estaba de espaldas a la puerta, ojeando el listado de canciones, parecía perdida en su mundo de ensueño.  Sin poder evitarlo recorrí su figura, llevaba jeans ajustados que marcaban a la perfección esa zona que tanto me gustaba, y una camiseta color azul estampada con pequeñas florcitas y  su pelo era una maraña de rizos., observe milímetro a milímetro su cuerpo, y la imagen de la revista  volvió a mi mente. Estoy seguro que sintió mi mirada, porque se dio vuelta pillándome por sorpresa. Una leve sonrisa sarcástica apareció, pero luego se borro, para volver a esa pose de amistosa frialdad.  

-Hola, davi! ¿como has estado? pregunto manteniéndose a distancia.

-Bien, y tu- conteste acortando un poco  la distancia, 

-De lujo!  contesto  fingiendo amabilidad.

Camine hacia ella y la abrace. sentí la tensión en su cuerpo, sus brazos permanecían al lado del cuerpo quietos. Me separe, puse mis manos en sus hombros, la mire a los ojos y agregue, me da gusto verte.  Gire y fui a saluda a los músicos. 

¿Que tal estáis, chicos? Me alegra, veros. Como suena la banda ¿eh? ¿estamos listos para empezar?, gire y mire a Laura. 

Por supuesto, aseguro ella y comenzamos el ensayo.

Estaba emocionado con esta nueva gira, no solo porque iba a poder pasar  mas tiempo con Laura fuera del escenario, sino sobre el. Al ser un nuevo show, nos habían asignado nuevas canciones. A parte de la clásica *Escondidos*, cantaríamos *El alma en pie* y  una reversión de * La bella y la bestia*

Repasamos primero las letras  a capella y luego con la música. La química entre nosotros a la hora de cantar, estaba intacta,  nuestros cuerpos recordaban cada gesto, cada pose, cada mirada. Pero algo faltaba ahí, nuestra química mas intima había desaparecido. Ella se mantenía fría, ejecutando cada nota a la perfección, pero distante, la percibía a kilómetros de mi, aunque estuviésemos a escasos centímetros,  no había emoción en su rostro ni esa chispa tan particular que transmitía cuando me miraba. Trate de concentrarme en ajustar algunos detalles de afinación, pero me era imposible dominar tantas sensaciones.  

Necesitaba salir de ahí por un momento, me disculpe y huí de la habitación, salí al pasillo, casi sin poder  recomponerme. Una sensación de angustia me  domino por completo. Camine a ciegas  buscando donde refugiarme, a lo lejos vi el baño, las personas me saludaban alegremente y yo solo quería que me tragara la tierra. Entre al baño, me senté en un rincón, tratando de mantener la compostura,  junte las  piernas  rodeándolas con mis brazos y apoye la cabeza sobre las rodillas.  Sentía los latidos de mi corazón tan intensos y el ahogo comenzaba a ser insoportable. No lograba recuperar la respiración.

-Respira, David, Respira- dijo una voz suave... Trata de superar el momento, sabes como hacerlo, susurrando en mi oído. Sentí que una mano acariciaba mi espalda mientras que la otra masajeaba las mías para que las relajara. Poco a poco, la tormenta fue pasando y la calma volvió a invadirme.... Con miedo a volver a la realidad y enfrentarme a la voz, me mantuve unos minutos mas así, en pleno silencio, tratando de disfrutar de la paz que me llenaba. Sus manos seguían dándome el calor y la fortaleza que necesitaba... Levante la mirada y ahí estaba ella, mirándome con preocupación.  Sonreí como pude,  ella me devolvió la sonrisa.

Nunca ninguna de mis anteriores pareja tenían ese efecto sedante que, Laura tenia en sobre mi. Ella sabia perfectamente que hacer cuando me daban esos ataques  y aunque no era la primera vez que me pasaba, hacia mucho tiempo que no sufría un episodio tan fuerte. El estrés de la Gira, la historia con Rosanna, las presiones de la discográfica y reencontrarme nuevamente con ella, era una olla a presión, sabia que tarde o temprano iba a estallar. Pero no en ese lugar, no justo ahí, ni así, enfrente de ella. Sentí vergüenza, no podía estar pasando esto nuevamente. Creí haberlo superado, o al menos creí saber como lidiar con eso, para que no me sucediera.

Como si hubiese estado leyendo mi mente, sin esperarlo, me abrazo unos segundos, y al oído me dijo: -Esta todo bien, no tienes porque torturarte mas. Quédate todo el tiempo que sea necesario, y cuando te sientas mejor, vuelve. Te estaré esperando.- 

Se incorporó y giro para irse, sin pensarlo tome su mano, ella volteo a verme... Gracias susurre, ladeo la cabeza, suavizo la mirada y salió del baño.

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2017 ⏰

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90 dias con LauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora