Un profesor con doble personalidad.
Una chica perdida emocionalmente.
Es como si él fuera el depredador y ella...
La presa.
¿Qué podría suceder entre un profesor demente y una alumna inocente?
"Una mente retorcida dentro de un oscuro profesor"
Herm...
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—¿Karaoke? ¿Ahorita qué hay un friego de exámenes?—Ethan asintió sonriendo—. Pero si estás bien idiota.
Ethan rió con diversión en el rostro. ¿Ósea, pretende que vaya al karaoke con todo este estrés que he tenido encima últimamente?
—Ándale, Char, será solo un ratito. Es viernes— insistió Lou— Tienes todo el maldito fin de semana para estudiar.
Me gustaba la idea, pero creo que no estaba en condiciones como para salir a divertirme.
—Es que no sé si sea buena idea...
Ethan caminó hacia mí y me abrazó por los hombros. Conozco sus métodos de convencimiento, se pone como si fuera el mejor amigo de todo el mundo.
—Mira si vas, yo mismo me encargaré de estudiar contigo.—sonríe mostrando todos los dientes— Y si no vas, pues me tendrás jodiéndote todo el día.
Rodé los ojos, sonriendo abiertamente.
—Está bien, voy a ir —acepté derrotada.
Lou da un pequeño salto gritando y Ethan deposita un pequeño beso en mi mejilla.
—Sabía que no ibas a negarte. Nos vamos divertir mucho, te lo aseguro.
[...]
—Mamaa, just killed a man, put a gun against his head. Pulled my trigger now he's dead.
Goodbye everybody i have to go...
Solté una carcajada echando mi cabeza para atrás, realmente no me arrepentía de haber aceptado venir.
Me parecía épico ver a un Ethan borracho hasta las trancas cantando con una voz angelical (nótese el sarcasmo).
El club se llamaba "Venus" era un pequeño lugar situado en el centro de la ciudad. Era un lugar alegre y lleno de energía, podías tomar, ligar, bailar, comer, y sobretodo cantar.
Henos aquí haciendo intentos frustrados por cantar canciones depresivas, alegres, movidas, de rap.
—¡Charlotte, trae tu trasero aquí! Canta esta conmigo.
Oh, por dios esa canción no.
—Oh, no, eso sí que no. Primero como mierda a cantar esa canción.
Lou ríe detrás de mi y justo después ella me empuja por la espalda casi obligándome a caminar hacia donde estaba Ethan con el micrófono.
—Por dios Ethan, qué vergüenza enserio.
—¡Ay, no seas pinche aguada! —musita con voz ebria— Solo has cantado la de Wannabe.
Negué con la cabeza riendo, era tan divertido verlo así de borracho, que nadie podía evitar no reírse.
