Mi Amor Platónico {Jake Abel}

Capítulo 18

Andrea me convenció de salir con ella a la noche para "celebrar" cuando saliera de trabajar. Como ella diría: "Aprovechar que mañana no trabajo". Aún faltaba decirle a Jake sobre lo de la universidad, pero él aún no daba señales de vida. Ni un texto, ni una llamada. ¿Le habrá pasado algo?

Decidí marcarle para salir de dudas.

Tuuut. Tuuut. Tuuut.

You have reach the voice mail box of...

Colgué. Ya comenzaba a preocuparme. Le envié un mensaje de texto.

Amor, ¿todo bien? Estoy preocupada por ti. Por favor, comunícate conmigo. Te amo.

Puse mi celular a cargar, mientras me recostaba en la cama. Cerré mis ojos e intenté quedarme dormida un rato. Esta mañana, Jake me despertó temprano cuando vino a visitarme y luego pasó lo de la universidad. No me avisó a qué hora se iba, ni si iría a algún lugar en específico. Tal vez fue una emergencia en el trabajo, pero él está de vacaciones. Aunque eso no impiden que lo llamen, ¿o sí?

Morfeo se ocupó de que me olvidara de todo y que me entregara en cuerpo y alma a él. Sin darme cuenta, me había quedado dormida.

-¿Emma?-

Escuché una voz a lejos pero no supe distinguirla. Me acomodé más contra mi almohada y halé la sábana para que me cubriera más.

- Despierta, mi amor-

Sentí algo cálido en mi mejilla, luego algo húmedo. Esa cosa húmeda se estaba deslizando por mi mejilla hacia mi boca. Me encogí de hombros más. Hacía frío.

- Princesa...-

Gruñí contra la almohada.

- 5 minutos más, ma-

Una carcajada varonil se escuchó y eso me confundió. ¿No era mi madre? Abrí los ojos al mismo tiempo que me levantaba de la cama.

-¡Auch!-

Dolor. Dolor de cabeza. He chocado con alguien. Duele.

- Auw- gemí-

Cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, pude ver a Jake sentado en la cama a mi lado sobándose la cabeza.

- Si que eres cabecidura-

-¡Jake!-

Me abalancé a sus brazos, rodeé su cuello con mis brazos y, sin querer, lo tumbé contra la cama.

- Parece como si hubieras pasado siglos sin verme- me dijo-

- Estaba preocupada por ti, idiota. ¿Por qué no me avisate cuándo te ibas o respondiste a mi llamada? ¿O me contestaste el mensaje? Temía que te fuera a pasar algo- le dije levantándome y mirándolo con preocupación- ¿Estás bien?-

- No te preocupes. Estoy bien-

Su mano se posó sobre la parte trasera de mi cuello y me haló hacia él para besarme. Le correspondí sin pensarlo dos veces y me pegué más a él. Por la posición en la que estábamos, pude sentir en mi zona íntima el despertar del amiguito de Jake. Abrí mis ojos sorprendida y separé mis labios de los suyos.

- Lo siento. No puedo controlarlo- me dijo con las mejillas rosadas-

Y sí, si hay algo tierno en este mundo, es ver a Jake sonrojado.

Decidí que el bien para ambos sería separarnos ahora antes de llegar más lejos, así que me levanté de la cama.

- No te disculpes, es una reacción normal- le dije-