Eres mia

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Corría a toda prisa para no llegar tarde, siendo aun que su casa se encontraba a solo metros de su escuela, era inevitable que esta se retrasara.

Jadeante llego a la institución encontrando a su amiga quejándose entre risas por su tardada llegada. Se saludaron y como afortunadamente aun faltaban unos minutos para entrar a clases, se quedaron afuera charlando.

—Hay amiga ha sido tan grandioso. Me divertí mucho anoche con Nino—contaba emocionada.
—Si lo se, es la quinta ves que me lo cuentas—río.
—Oye eso no es cierto—se quejo.
—Emm..si claro que es cierto. Antes de salir con Nino me lo has dicho, anoche me has llamado y me has contado como salio, dos horas después me mandaste un mensaje contando todo, hoy me he levantado con un mensaje de vos tuyo, contándole nuevamente como te la has pasado y ahora apenas e llegado me lo has vuelto a contar, menos mal que te e saludado sino ni siquiera eso hubieras echo—relato burlona.

La morena se avergonzó completamente. Tenia razón. Estaba tan emocionada con la cita que había tenido con su enamorado que apenas si noto su comportamiento. Sonrojada se disculpo recibiendo la aceptación de su amiga acompañada de una risilla.

Sin embargo la azabache estaba algo incomoda. Podía sentir como era observada desde lejos. Disimulada mente miro a su alrededor quedando impactada al ver como su amado rubio la miraba penetrante mente, mientras su amigo Dj hablaba con una particular cara de enamorado. Seguramente estaba igual de emocionado que Alya.

Marinette desvío su vista notando que el rubio no dejaba de observarla y para su suerte el timbre sonó. Los alumnos se adentraron a la institución para empezar las clases.

La mañana avanzaba a pasos extremada mente lentos, y los nervios de la chica no ayudaban a distraerse.

¿Porque la miro de esa forma? No expresaba nada, mejor dicho, parecía estar analizándola o por decirlo de otra manera, la devoraba con la mirada.

Marinette enrojeció completamente ¿en que estaba pensando? Su ritmo cardiaco subió de golpe y su respiración se entre corto. El solo pensar que su amado la miraba de esa manera, la enloquecía.

Pidió permiso a la profesora para ir al baño y salio corriendo del salón. Sus pasos tropezaban entre si ante el cosquilleo que recorría su cuerpo y como pudo logro llegar al baño.

Sus manos se aferraron al lavabo y su vista se centro en el espejo. Estaba sonrojada y sus ojos brillaban. Suspiro intentando calmarse y abrió la llave del agua para luego mojar su cara.

Ya estaba mas tranquila.

La puerta del baño se abrió, regresando la a la realidad, serró la canilla y se dispuso a parecer "normal" para que la chica que entrase no la viera raro.

Sin embargo escucho claramente, la puerta cerrándose y un "clik" que indicaba que se encontraba con seguro. Extrañada levantó la vista y se paralizó al encontrar parado a metros de ella a Adrián.

Este se encontraba inmóvil, observándola, la misma mirada que en esa mañana. Marinette sintió su corazón acelerarse al igual que su respiración. Con todo el valor del mundo se tranquilizó y se dirigió al rubio.

—A-Adrián ¿q-que haces a-aquí? Es-este es el baño d-de chi-cas—tartamudeo.

Sin embargo él no contesto, ella se arrimo temblorosa hasta quedar frente a el e intento llamar su atención ya mas preocupada que nerviosa.

El rubio la miraba indiferente, inexpresivo. Sin decir una sola palabra, avanzó hacia ella quien inmediatamente comenzó a retroceder. Su mirada seguía igual, mientras que ella intentaba descifrar aquel extraño comportamiento del chico.

Un secreto a descubrir//One-Shot//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora