Cap 9

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La relación de Sam y Meredit avanzo a pasos agigantados, la semana antes de iniciar las quimioterapias Sam llevo a Meredit a que cumpliera sus sueños lo primero fue saltar de un para caídas ella estaba muy emocionada en cambio el pobre Sam estaba más blanco que el papel, su temor a las alturas no ayudaba en nada, pero por amor lo haría y muy valiente, cuando llegó el momento Salto junto a Meredit ella reía y reía y el casi lloraba pero ver al amor de su vida brillando de felicidad lo hacía sentir mejor, al llegar a tierra Meredit aterrizó como una profesional en cambio Sam se llevó unos buenos golpes por que cayó como saco de papas, Meredit hasta lloro de tanto reír. Ese día en la intimidad de su hogar Sam saco una caja de regalo y se la dio a Meredit ella lo tomo y el le dijo.

— Ábrelo amor

Meredit lo destapo y era un álbum y en la primera hoja estaba sus fotografías el día que fue a la casa de los padres de Sam, las fotografías del salto en paracaídas, Sam le dijo

— Quiero que ilustremos nuestra vida juntos por eso es este álbum tan grueso quiero llenarlo con nuestros momentos más importantes, quiero dejar nuestra vida registrada en el

Meredit se lanzó a los brazos de Sam

— Te amo Sam y me encanta la idea

— yo también te amo y para continuar con nuestra historia mañana te llevaré un lugar muy hermoso

— ¿ Así, donde?

— Es sorpresa mi amor, ahora es hora de dormir, yo debo salir a arreglar unos asuntos con el equipo duerme mi amor regresaré tarde

— ¿Al regresar dormirás conmigo?

— Claro bebé nunca más dormiremos solos.

Sam se fue, había programado una reunión con los directivos del equipo quería tomarse un tiempo, para estar con Meredit.

Eran las 11.30 cuando salió de la reunión, su permiso fue consedido, tenía seis meses para estar de lleno con Med, Sam confiaba que para cuando finalizará ese tiempo Meredit estaría bien, eso esperaba el.

Caminado por los pasillos del club escucho que lo llamaban, inmediatamente se detuvo, no podía ser, esa voz el la conocía perfectamente, Rosalía. Sam sin darse la vuelta le hablo

— ¿que quieres?

— Sam por favor, no me trates así

Sam se dio la vuelta para encararla, aún le dolia verla no porque la amara sino porque su engaño seguía latente el rencor de que le vio la cara de estúpido no sabe por cuanto tiempo.

— Como no quieres que te trate Rosalía

— Tan frio— dijo en voz baja

Sam rio— eres tan hipócrita Rosalía dime qué quieres

— Solo quería saludarte, te vi y pensé que...

— ¿Que?, Qué pensaste que al verte me hecharia en tus brazos pidiendote que regreses conmigo, no te equivoques se que trabajas aquí, se que te divorciaste de mi ex amigo, pero eso no te da derecho a venir a interrumpir en mi vida

— yo aún te amo Sam, el fue un error pero yo te amo se que te hice mucho daño pero puedo arreglarlo, se que duermes con un sin fin de mujeres se que es mi culpa quiero sanarte

Sam esta vez se carcajeo

— Rosalía no te creas tan importante en mi vida, tal vez hace tiempo esto que me dices ubiera funcionado, pero ahora tú ya no significada nada en mi vida tú no eres nada ni nadie para mi, hay alguien más y la amo, ella supo sanarme supo unir las partes de mi mal trecho corazón, así que ya puedes irte al infierno de donde saliste.

— Se que aún me amas Sam y esa mujerzuela no es competencia para mi.

Sam se enfureció al escuchar ese apelativo para su ángel y tomo con fuerza el brazo de Rosalía tanto que le hizo daño

— nunca, escúchame bien nunca en tu puta vida, frente a mi insultes a mi amada, me escuchaste Rosalía, nunca o te arrepentirás, ya no soy el mismo imbécil de antes y a mi ángel la defenderé hasta con los dientes, así que pierdete y no te atrevas a acercarte a mi o ella o lamentarás haberte cruzado en mi camino además déjame decirte querida que aquí  a la mujerzuela eres tú y lo que acabo de decir Rosalía si es una amenaza.

Con esas palabras soltó a Rosalía que tenía los ojos llenos de lágrimas el nunca la trato así el fue tierno amoroso con ella, pero no se daba por vencida quería conquistarlo y lo haría aunque fuera lo último que hiciera en su vida.

Sam llegó a su casa furico por el encuentro pero al ver a Med dormida en su cama su enojo cesó, verla dormir tan plácidamente lo enterneció, nunca pensó que ver dormir al ser amado sería tan reconfortante, no pudo evitar la tentación y le tomo una foto, estaba hermosa, la puso de fondo de pantalla, lo mataría por eso pero no le importaba la amaba tanto, se ducho y se acostó junto yo a ella, inmediatamente Meredit busco su contacto y a el se le escapó un sonrisita tonta, la abrazo y así se quedo dormido.

Sam llevo a Meredit a SeaWorld Parks en Orlando, ella parecía una niña Sam no paraba de tomar fotografías, Sam se aprovecho un poco del estado de Meredit y solicito permiso para que nadara con las ballenas, lo había pedido como deseo por su enfermedad, le dolía pensar en eso pero sabía que existía esa posibilidad y el quería hacerla feliz.

Fue un día maravilloso, Meredit no aparentaba con su actitud estar enferma pero su semblante si, estaba delgada y pálida, aunque conservaba su belleza su brillo especial.

***

La semana paso rápido y el tratamiento de Meredit dio inicio, Sam la acompañaba siempre al hospital, estaba para ella siempre que lo necesitaba, por sus nauceas, los mareos, veces que vomitaba y no podía controlarlo Sam estaba ahí sosteniendola, en ese ritmo pasaron cuatro meses, Meredit había perdido su cabello, estaba tan delgada apesar que Sam se preocupaba por su alimentación su cuerpo se recuperaba muy lento, Meredit sentía vergüenza ante Sam ella se sentía fea, pero Sam le decía que era la mujer más bella y Sam no le mentía el la veía de ese modo, Sam ayudaba a Meredit a bañarse, a vestirse a comer, para el era un placer cuidar a su amor, cuando Sam bañaba a Meredit ella le decía que no se le quedará viendo que le daba vergüenza su delgadez pero Sam siempre le sonreía, la besaba y le decía.

— Si tan solo pudieras verte con mis ojos me entenderías, te veo y me éxito tanto que debo recordarme a cada momento que estás delicada, créeme amor ya estaría sobre ti haciendote el amor si no fuera por mí auto control.

Sam tomaba la mano de Meredit y la ponía sobre su gran erección para que ella le creyera, Med siempre se sonrojaba, Sam siempre le mostraba lo que ella provocaba en el.

Un día Sam recibió una llamada del equipo, requerían su presencia por una semana estaría fuera del país, el no quería pero tenía que hacerlo, contrato una enfermera para Meredit y dejo a cargo a Dilan, cualquier cosa cualquier evento sería comunicado a Sam, la noche en que partía se despido de Meredit con un gran beso un beso de amor y hambre por ella, quería hacerle el amor pero su debilidad lo impedía, Sam se juro que cuando Med estuviera bien no la dejaría salir del cuarto por un mes.

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