Capítulo 5. El ajedrez mágico

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Me dirigía al despacho del director. No quería hacerle esperar mucho. Llegué ante la gárgola y cuando iba a decir la contraseña que me dijo el director el día anterior, la profesora McGonagall apareció de la nada.

- Señor Bolton, iba a ver al director?

- Así es, ayer me pidió que viniese a hablar con él cuando acabase mis compras en el Callejón Diagón.

- Me alegra saber que ya tienes todo listo para empezar con las clases. No obstante, siento decirle que el director Longbottom ahora mismo se encuentra en una reunión muy importante, seguramente cuando acabe mandará a alguien a por usted.

- De acuerdo, daré una vuelta por el colegio entonces.

Me despedí de McGonagall y miré el reloj. Aún faltaban cinco horas para mi primera clase de conjuros, así que decidí volver a la sala común. 

Por el camino me encontré con Noa.

- Hombre Erix! Te estoy viendo mucho hoy - rió alegremente Noa. La alegría que desprende esta chica me hace sentir muy alegre.

- Sí, iba a la Sala Común, no tengo nada que hacer.

- Que aburrido... ¿te apetece un ajedrez mágico? Aunque bueno... no te lo recomiendo, siempre gano en ese juego - dijo sonriendo.

- Seguro... Estoy convencido de que hasta yo te puedo ganar a pesar de que apenas sé.

- ¿Perdona? He ganado a toda mi familia, además, tras una apuesta con un Gryffindor hice que Snape le diese un librazo. ¿Aún te atreves a retarme?

- Por supuesto, saca tu tablero.

Nos sentamos en los jardines del castillo y Noa sacó su tablero de ajedrez mágico. Era precioso. Yo empecé a prepararme para ganar a pesar de que no sabía exactamente como se jugaba.

- Bien, las blancas empiezan - me dijo mientras me indicaba mis fichas.

- Esto... Quiero asegurarme de que no haces trampas. Vamos a repasarlas - dije con la esperanza de que esa excusa sirviese.

- Esta bien, empieza - me dijo riéndose.

- Regla número uno, empiezan las blancas - dije sonriente, menos mal que se le escapó antes.

- Esa la he dicho yo, no vale

- Sigue siendo una regla que no está mal recordar.

- Bueno... Regla número dos, los peones comen en diagonal sólo.

"Si esto sigue las reglas del ajedrez muggle, creo que seré capaz de jugar sin problemas" pensé.

- Regla número tres, la reina imita todos los movimientos de todas las fichas menos la del caballo.

- Regla número cuatro. El caballo se mueve en forma de "L" - Me mira sonriente

"Creo que venía algo más de ajedrez mágico en el libro que había en el baúl" pensé. Se trataba de un librito de bolsillo donde explicaba los conceptos básicos del ajedrez muggle. Mi madre me lo había mandado posiblemente porque sabía que era uno de mis libros favoritos. Lo saqué disimuladamente del bolsillo trasero, puesto que lo llevaba ahí para sentirme cerca de mi familia. Es una tontería, pero es lo único que me hace sentir que estoy con ellos. Lo saqué disimuladamente dejándolo al lado de mi pierna izquierda, con la esperanza de que no lo viese.

- Regla número cinco. Hay ocho filas y ocho columnas en el tablero

- Esa es demasiado obvia, pero te la doy por válida - me mira sonriente - no vale mirarlo en el libro.

Me había pillado

- ¿Qué libro? - dije yo mientras escondía el libro en mi espalda.

- Regla número seis. Los peones sólo se mueven una casilla, y la primera vez, se pueden mover hasta dos.

- Esto... regla número siete... las torres pueden moverse tantas casillas como quieran en línea recta, pero no pueden moverse en diagonal.

"Menos mal que puedo recordar fácilmente lo que leo por encima" pensé

- Bueno, ya vale, las normas básicas las sabemos, empieza moviendo, tramposo. - dijo mirándome con esa sonrisa que nunca pierde.

- ¿Tramposo yo? Se llama jugar con cabeza - le dije riéndome - Peón A2 a A4

- Claro, claro, tramposo - empezó a reirse - Peón E6 a E7 

- Esto... - la miro extrañado - no será Peón E7 a E6? - la miro riéndome al darme cuenta de que en E6 no tiene ningún peón - ¿Quieres que te deje el libro? - le dije sonriente

 - Pues claro que no, era para ver si estabas atento, Peón E7 a E6 - dijo un poco sonrojada.

- Caballo B1 a C3 - dije mientras me reía de la expresión de Noa.

- Peón D7 a D6 - se le notaba la concentración y las ganas de ganar.

- Caballo G1 a F3

- Peón E6 a E5 

- Buen intento - le dije sonriente al ver lo que tramaba - Peón D2 a D4

- Oye, se suponía que tú no sabías jugar... Peón E5 a D4 

El peón de Noa destrozó a mi peón.

"No puede ser que no me diese cuenta de esto..." pensé.

- Te voy a dar una paliza y lo sabes - volvió a decirme Noa.

- Más quisieras... - dije riendo - Caballo C3 a B5

Noa miraba pensativa, se ve que quería ganar este duelo.

- Peón A7 a A6

- Caballo B5 a D4 - dije sonriente

Mi caballo acabó con el peón de Noa

- TE TENGO! - gritó Noa, yo no sabía que estaba pasando - Peón C7 a D6 - gritó - ahora mi peón mata a tu caballo y lo has perdido a cambio de matar un peón - me dijo riéndose

- Esto... Noa, que yo sepa no tengo ningún caballo en D6 - le dije soltando una carcajada - están en D4 y en F3

Noa se quedó callada mirando el tablero

- MECACHIS! Espera que me he liado!

El reloj tocó las seis de la tarde.

- ¿¡Ya son las seis?! ¡Llego tarde a clase! Lo siento Erix, tengo que irme, si quieres dejamos la partida aquí  y seguimos más tarde.

- Vale, no te preocupes, puedo ganarte cuando quieras - dije sonriendo.

Me despedí de Noa y la vi ir a clase. Yo fui a la Sala Común con la esperanza de encontrarme con Liah y contarle todo lo sucedido hasta las ocho, que tendría mi primera clase de conjuros.

Erix BoltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora