01

11.3K 1K 172
                                    

"Cariño estas listo"

La mamá de Jimin se asomó por la puerta de la habitación. Hay estaba Jimin colocándose un suéter de lana negro. El asintió le señalo que esperara un momento enseguida bajaría. Espero que su madre no estuviera recargada en el marco de la puerta para adentrarse al baño de su habitación y ver fijamente su reflejo, después de unos minutos tomo su mochila y bajo las escaleras.

"Tu desayuno está en la cocina amor" la mamá de Jimin estaba en la puerta poniéndose un abrigo, se iría al trabajo, así que señalo su mejilla para que su hijo se despidiera de ella, y lo hizo como siempre con un beso en la mejilla.

"Hasta luego mamá" Jimin movió los labios he hizo las señas con sus manos. El se expresaba de manera delicada y pausada con cada movimiento con aquella sonrisa tranquila.

"Lamento no poder ir a dejarte hoy " su madre era un tanto descuidada, pero era porque le había costado aquella práctica, no obstante, modulaba perfectamente lo que era mas ventajoso para su hijo.

- No importa. - Jimin hablaba, pero le molestaba no poder escuchar su voz y solo lo hacía pocas veces.

"Te quiero iré por ti a las cinco" la mujer salió de casa y se fue a su trabajo, el día de hoy habían surgido una emergencia y tuvo que salir más temprano sin tener tiempo de ir a dejar a su hijo a la institución donde cursaba su segundo año.

Jimin desayuno solo mientras escribía garabatos en uno de sus cuadernos. Cuando recordó que en las ocasiones que salía solo tenía que llevar una pulsera que informara su condición con el número de sus padres en caso de emergencia.

Subió rápido a su cuarto y la encontró en uno de sus cajones, no le gustaba llevarla y no creía que fuera necesario y lo hacía ver vulnerable desde su punto de vista, aquello le molestaba. Pero hoy tenía que hacerlo iría solo tomaría el metro e intentaría ser un chico normal, eran las reglas y era demasiado temprano para molestarse por eso En el cajón también estaba los audífonos de su iPhone, los miro por unos segundos. Pensó que sería buena idea llevar audífonos, nadie le hablaría y si lo hacían justificaría que no los haya oído, no le gustaba explicar su condición y bueno Jimin sabia perfectamente que las personas son torpes con respecto al tema.

Se puso la pulsera y bajo las mangas de su suéter para que nadie la viera, guardo los Audífonos en su mochila y salió de casa.

Cuando Jimin caminaba solo siempre miraba todo a su alrededor, he imaginaba como se oía todo, miraba a las personas que conversaban por la calle y leía sus labios y también imaginaba sus voces. Y también estaban las situaciones incomodas como cuando alguna chica lograba tener contacto visual con él, el solo bajaba la mirada.

Jimin sabía que podría intentarlo hablar con alguien por la calle, pero luego la ansiedad de que todo saliera mal lo consumía, las fastidiosas ideas de que pudiera enredarse con su propia lengua, que su voz fuera demasiado baja, demasiado alta etc. Era ideas absurdas nacidas de inseguridades.

A Jimin le incomodaba bastante el hecho de que las personas decidieran alejarse en vez de tomárselo con calma, como si el hablara un idioma distinto, y no solo era diferente, la manera de darse a entender, solo requiere observar.

En sus dos pasados intentos habían sido chicas, las cuales habían pretendido disculparse discretamente para luego irse, si quizá no habían sido las personas correctas, pero sin duda esas experiencias lo desalentaron que ya no lo intentaba.

Camino por las calles del centro de la ciudad hasta llegar a una estación de metro. Deslizó la tarjeta para poder pasar, pero no tenía dinero. Tendría que recargarla, camino hasta la cabina y saco el dinero de su mochila.

- Buenos días necesitó recargar la tarjeta- Jimin dejó el dinero y la tarjeta en el mostrador, el hombre seguro también le saludo, pero no pudo oírle ni leerle los labios no podía ver su boca, pero no le importo en lo más mínimo le entrego una boleta y su tarjeta.

Guardó su boleta en su mochila y la tarjeta. Ahora usaría sus audífonos miro las coloridas publicidades en la estación, y consideró sacar algunos dulces en una de esas máquinas igual mente extravagantes llevas de publicidad.

Apretó las correas de su mochila mientras esperaba, se balanceo de un lado al otro hasta que por fin llego su turno, cargo su tarjeta con lo necesario.

Miro de reojo al chico a su lado que no se percato que su billetera resbalo de su mochila.

- Disculpa. – intento llamar su atención, pero no lo logro.

Se estiro para subir una de sus calcetas y recoger la billetera del chico.

En ese mismo momento la mujer del cubículo le hizo entrega de su boleta y tarjeta.

El chico no iba realmente apurado, eso suponía porque lo seguía de cerca a paso moderado.

Jimin bajo las escaleras y rápidamente identifico un lugar donde poder sentarse.

Entonces una chica se sentó junto al él, al otro extremo, se inclinó hacia delante buscando la mirada de Jimin, tenia las mejillas sonrojadas era un poco mas baja que el y al parecer su respiración era interrumpida por el cansancio. Uniforme de colegio, solo camisa y falda y calcetas blancas, en zapatillas y no zapatos de escuela. "así no se lleva el uniforme" pensó

-Te he seguido desde haya. - La chica aún tenía la respiración agitada. Y apunto la sima de las escaleras de la estación .

Jimin no entendió lo que dijo, estaba observándola y no le vio los labios.

La chica se dirigió a verlo una vez que su respiración se normalizó, Jimin bajo la mirada hasta sus manos cuando la chica lo miro.

- Se te cayo la billetera- Jimin no contesto. - Oh estas oyendo música.

Si aún llevaba los audífonos, con lentitud retiro un y puso en su campo de visión la billetera, vio su rostro y le sonreía amablemente.

- Tu billetera- le extendió dicho objeto.

Jimin no la tomo y siguió mirándola, era chica muy linda y le estaba sonriendo; vio sus lindos ojos que se arrugaba mientras le sonreía, su fina nariz y sus mejillas aún rosadas. Vio sus labios

"Toma". Ahora vio lo que la chica le estaba intentado entregar, su billetera.

-Gracias. - Dijo muy despacio, tomó la billetera y la guardo bien en su mochila luego agacho la cabeza.

La chica se quedó junto a él en la banca esperando su tren. Los dos en silencio.

- Soy Jimin. - se atrevió a decir, pensó que lo había dicho muy bajado ya que siempre lo hacía de esa manera.

- Soy Mai. - Leyó los labios de la chica

"Nunca había leído un nombre tan bonito en labios tan hermosos "

Sordo ~ºPark Jiminº~ (1º Sentidos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora