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El tren había llegado y todos estaban subiendo. No era el tren de Jimin así que no subió pensó que la chica se quedaría junto a él pero después de que todos subieron a el tren ella se levantó y subió en último lugar.

Pensó en las posibilidades de a donde podría dirigirse a esas horas, ya era tarde para dirigirse a la escuela, quizá tenía algo más importante por hacer esa era una gran posibilidad.

Las puertas se cerraron tras de su espalda y busco un asiento junto a la ventana antes de que los vagones comenzaran a tomar velocidad.

Jimin levanto la cabeza en la misma dirección donde se encontraba la chica, sonrió y el también, mientras agitaba su mano despidiéndose y modulando "Nos vemos Jimin".

Minutos después apareció la línea que tomaría Jimin.

Su día después de todo estuvo bastante tranquilo entre clases en las cueles fue bastante bien, así que al final del día se dispuso a dirigirse a su casillero, para organizar lo que en ese lugar se quedaría y lo que finalmente se iría con él.

Espero a su mama sentado en una banca justo frente al instituto y donde solía estacionar siempre.

Vio a su hijo a lo lejos y sonrió, pensó en él y en el gran sentimiento que nacía al recordar que durante toda su vida había sido un excelente chico, como madre aun solía trabajar en sus emociones y como enfrentar la situación a pesar de los años, es que es inevitable que no se te rompa el corazón al preguntarte porque a él. se había perdido de tantas cosas a sus veintidós, los chicos iban a fiestas, se rodeaban de amigos y tenían novia. Jimin pasaba sumido en sus pensamientos y pinturas. Se bajo con mucho cuidado y se sentó junto a su hijo, él se percató de su presencia cuando ella lo abrazaba pasando su brazo por los hombres del chico.

"¿Qué tan interesante es ese libro hijo?"

Jimin achino sus ojos en una sonrisa bellísima que lleno el corazón de su madre.

"Si es una historia de amor"

Una historia de amor, esa palabra quedo divagando en la mente de su madre, ella le sonrió una cálida sonrisa para luego invitarlo a subir al auto. Donde se pude percatar de más detalles, Jimin contestando modulando de manera clara con un tono de voz seguro. Jimin había acostumbrado a adaptar un tono bajo cuando algunas veces se animaba a hablar, los psicólogos lo atribuyen a la autoestima del chico.

Pero hoy se notaba lo entusiasmando y feliz que se encontraba.

Las madres, son madres, y bueno esta fue la ocasión donde la mama de Jimin analizo todos los escenarios que podían poder feliz a su hijo, y si también le angustio la idea de pensar que la causante fuese una chica, y enseguida vino a ella la espantosa sensación de que a su hijo le rompieran el corazón.

Sonrió con pesadez, giro para que su hijo viera su rostro.

"¿Acaso es una chica de tu clase?"

Jimin sonrió y solo negó mientras reía un poco, se acomodo en el asiento de copiloto. Bastante incomodo le pareció hablar de en tema, así que sin más le pidió a su mama que continuaran camino a casa. Al fin y al cabo, solo se trataba de un libro de amor ¿verdad?

"No tuviste problemas al tomar el metro" se encontraban ya cenando cuando su padre busco su atención para hacer aquel cometario. Se concentraban bastante en como pasa el día su hijo.

- Bastante bien, fue agradable. – su padre le dio golpecitos amistosos en su espalda, Jimin pensó que era momento adecuado de preguntar lo que durante todo el día rondo en su cabeza.

- ¿Mañana también puedo ir solo? - los padres de Jimin se miraron unos mementos antes de que su padre rompiera aquel silencio.

"Claro que puedes Jimin puedes hacerlo cuando tú quieras"

"Pero con cuidado Jimin" a su madre era la que mas trabajo le costaba el tema de la independencia de su hijo, pero se esforzaba mucho para que él fuese feliz.

A la mañana siguiente Jimin se levantó se preparó con las cosas que necesitaba en su mochila y bajo a desayunar junto a su padre.

"hace frio no usaras una chaqueta"

- La olvide. – Jimin se dio media vuelta para ir por ella per su padre lo detuvo tomándolo por el brazo.

"No olvides tu pulsera" si aquella pulsera, la había olvidado apropósito. Su padre supo lo que sus ojos expresaban.

"hijo sé que es un fastidio usarla, pero, tienes que hacerlo" su padre le entendía, mas que nada aquello era para la tranquilidad de su madre. Sonrió y solo asintió.

Una vez en la habitación tomo su chaqueta y su pulsera, rodó los ojos y leyó el escrito de la pulsera "soy sordo se amable" y el número de teléfono de sus padres. La coloco en su muñeca derecha y la tapo con la manga de su chaqueta negra.

Camino por el mismo lugar de siempre, al salir vio algunas personas que conocía desde hace bastante tiempo, ellas lo saludaban y él le devolvían el saludo con amabilidad. Le gustaba sentirse tan igual a los demás.

A los minutos de llegar a la estación se sentó en aquella banca y espero unos minutos, sin estar seguro de si la volvería a ver ese día.

Pero ella le dijo "nos vemos" así que debía aparecer por alguna parte.

Unos minutos mas y alguien ocupaba el otro extremo de la banca.

Le sonrió "Hola Jimin"

Traía su característico uniforme y una bolsa de papas en su mano derecha. La abrió y la extendió a Jimin.

- Gracias. – la vio con detenimiento y se percató que estaba un poco desaliñada, la camisa se salía de su falda y llevaba converse con calcetines impecablemente blancos.

Le pareció que así se veía muy bonita.

Y había logrado verla de nuevo, esas eran sus intenciones y lo había logrado. 

Sordo ~ºPark Jiminº~ (1º Sentidos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora