Por Amarte Así [TaoRis]

Las palabras que hacen latir al corazón.

Advertencia:

Contenido homosexual.

Posibles faltas ortográficas.

AU: Alternative Universe.

Capítulos intermedios.

Las vacaciones pasaron rápidamente sin que se dieran cuenta.

Después de lo que sucedió con Tao y Kris, ambos se volvieron más cercanos, salían a todos lados juntos, se llamaban, se mandaban mensaje, se buscaban.

Como si fueran novios, pero sin serlo.

Tao se sentía realmente feliz con ello, Kris le hacía sentir mariposas en el estómago y el estar a su lado era lo mejor de su vida.

Hoy, Kris pasaría por él e irían juntos a la escuela. Estaba nervioso y feliz.

Se ducho lo más rápido que pudo y bajo a desayunar con una sonrisa que desde navidad no se quitaba de su rostro.

—Buenos días, Omma, Appa.

—Buenos días, mi niño.

—¿Por qué te ves tan feliz de regresar a la escuela, hijo?

—Appa, me gusta estudiar, soy un buen estudiante.

—Lo sé, pero antes no ibas tan alegre, ¿sabes? —el Sr. Huang miró a su hijo con curiosidad— ¿Kris pasará por ti?

—Sí, no debe tardar, ¿tiene algo de malo, Appa?

—No realmente, pero, tengo una pregunta que hacerte, mi pequeño niño.

—¿Cuál es, Appa? —Tao lo miró preocupado y dejó de comer.

—¿Son novios?

Tanto Tao como su mamá, quedaron completamente sorprendidos por aquella pregunta.

Tao se sonrojo y miró sus piernas, nervioso. Cuando se armó de valor para contestar, el timbre sonó, dando a conocer que YiFan había llegado por Tao.

—Voy a abrir. Cariño, ve por tus cosas.

El pequeño panda sólo pudo asentir y salió corriendo hacia su habitación para tomar su mochila e irse con Kris.

Pero, su mente lo traicionó y lo obligo a pensar en la pregunta que su padre le hizo, haciendo que también dudará de el tipo de relación que tiene con Kris.

¿Qué eran exactamente?

¿Amigos?

No.

¿Mejores amigos?

Posiblemente...

¿Novios?

No realmente. Aunque actuaban como si lo fueran.

Tao se sumergió en sus pensamientos, tanto que no se dio cuenta cuando el dueño de sus pensamientos entró a su habitación, llamándolo un millón de veces.

—¡¡Maldita sea, Tao, te estoy hablando!! —le gritó en el oído, haciendo que Tao saltará de la sorpresa y se cayera.

—Demonios, Kris, ¿qué te pasa? —se quejó el menor y se levantó sobándose la cabeza.

—Bien, eso debería decir yo, desde que entre te llamé y seguías perdido.

—Lo siento. —dijo distraído.

—¿Sucede algo, panda?

—N-no, no es nada. Mejor vámonos ya.

Kris no quiso insistir y sólo le dijo que sí.

Ambos salieron de la habitación del menor y se dirigieron a la escuela. Sin decir una sola palabra.

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A la hora del receso, ambos salieron a sentarse en el pasto con su almuerzo, aún sin dirigirse una palabra.

Cuando Kris pensó que ya era suficiente y que debían hablar, se puso enfrente de él.

—Ahora si dime, ¿qué pasó?

—Nada.

—¿Nada? ¿Seguro? Tu papá no me dijo lo mismo.

Tao se sorprendió y agachó la mirada.

—¿Tao?

—....

—Sé lo que dijo tu papá y sé que tú te estás preguntando lo mismo.

—N-no es verdad... Yo n-....

—¡No me mientas, ZiTao! Yo sé que te estás preguntando lo que realmente somos...

—¿Y qué? No tiene ningún sentido el que sepa la respuesta.

—Claro que lo tiene... Tao, mírame. —el menor lo miró— ¿Quieres ser mi novio?

Tao abrió sus ojos sorprendidos y se cristalizaron.

Esas eran las mejores palabras que pudo escuchar, mismas que lo hicieron sonreír mientras sus lágrimas caían.

Esas eran las palabras que hicieron latir su corazón.