-Hola señorita, ¿Qué solicita?
-Vengo de parte de Paúl Blake, tengo unos papeles que darle al juez.
-Esta bien, en este momento el Juez Reya está en una reunión pero aguarde unos segundos y le aviso que vino aquí.
-Gracias. -dije y me senté en la sala de espera.
Había venido por un impulso, y realmente no había planeado nada. Así que aproveche los minutos de espera para más o menos arreglármelas.
-Buenas tardes señorita.
-Buenas tardes -dije, era un hombre grande debe de tener unos 50 y pico de años.
-¿Porqué se pasa por aquí?
-Soy hija de Paúl, Paúl Blake. -dije y Reya enseguida se aclaró la garganta.
-No, no sabía que tenía una hija.
-Ah, si mi papá no es de hablar de su vida privada, pero mirá -dije estirando mi mano con el documento.
-Por si desconfía.-No bueno, si pero, ¿Qué necesita?, ¿Qué la trae por acá a usted?.
-Nada, estoy haciendo un proyecto en la escuela y me gustaría hacerle algunas preguntas.
Sabe estoy en la especialidad de sociales y de grande me gustaría ser jueza, así que mi proyecto de trata puntualmente de la habilitación de fábricas. Quería relacionarlo con su trabajo y el de mi papá y me pareció un tema atractivo.
Entonces, ¿Cuándo habilitó usted la fábrica?-Emm, la verdad no tengo mucho tiempo para responderle sus preguntas, si vas a ser jueza tenés que saber que tenemos muchas responsabilidades.
-Esta bien, si me permite solo tres simples preguntas y me retiro.
-Hace veinticuatro años habilité la fábrica de tu papá.
-Wauw, que memoria. Y ¿Cada cuánto se renueva la habitación?
-Se va controlando la producción y los mecanismos para ver puede continuar habilitada pero...
-Disculpe, ¿Qué producto se fábrica? La verdad es que nunca tuve la oportunidad de hablarlo con mi papá.
-Señorita insisto tengo mucho trabajo hoy, si puede estás preguntas hablarlas con su papá me haría un favor, ahora por favor déjeme trabajar.
-Esta bien, total seguramente mi papá no tenga ningún problema en contestármela, hasta luego.
Era visiblemente cómplice de todo esto, y no tenía la más puta idea de cómo iba hacer para que un juez y una fábrica cayeran.
...
-Son $150 -dijo el taxista.
Pagué con una parte de mis ahorros y bajé del auto.
Las luces de mi casa estaban prendidas y el auto de Paúl y de Harry estaban afuera. Espero que no haya creado un problema para Harry mi escapada a tribunales.
Cuando entré a la casa se encontraban los tres sentados justo como el primer día que me presentaron a Harry, solo que esta vez Harry se notaba nervioso. Movía su pierna como si estuviera marcando un rápido ritmo.-Mira quién llego, Harry ya te podés ir.
-Yo...
-Que te vallas ahora. -repitió Paúl.
La puerta principal se cerró y escuchamos el auto de Harry encenderse.
-Vamos a tu habitación queremos hablar con vos. -me habló mi mamá.
Una vez en la habitación me senté en mi cama, Elena salió de la habitación dejándome a solas con Paúl quién montaba decidido sentarse todavía.
-Mira Emma, yo trabajo, gracias a eso vos comes -paró en seco con sus brazos cruzados.
Me empezó a asustar su actitud, quería que no me asustara, pero, estaba enojado y lo único que rogaba es que esto no sea por que se halla enterado de mi visita.
Después de largos segundos de respiraciones se acercó de golpe a mí y me agarró de un mechón de pelo.-¿QUÉ CARAJO HACÍAS CON EL JUEZ REYA? -Me quejé del dolor.
-Estaba haciendo un trabajo -dije mientras las lágrimas empezaban humedecer mi cara, me sentía débil e infantil bajo su golpe.
-A MI NO ME MIENTAS ¿QUÉ ESTABAS HACIENDO?- dijo y me pareció recibir un puño, pero no podía distinguir con que había golpeado mi cara.
El dolor era muy fuerte, y no se me ocurría como calmar este delincuente.
-Yo de verdad estaba haciendo un trabajo, te lo juro, no se que nose que hice de malo. -dije entre medio de quejidos.
-Me agotas la paciencia, no se si estabas o no haciendo un trabajo, pero quiero que sepas que si interferir en cualquier aspecto de mi trabajo, no voy a dudar en dejarte en la calle. -dijo saliendo con un portazo.
Llevé mis manos a la cara, no tenía sangre.
No es para tanto dale Emma. Es solo un ematoma.
Me metí en mi cama y comencé a llorar de vuelta. Como me gustaría tener alguien que me cuide, que se preocupe por mí, que me consolé en este momento, una mamá un papá, alguien.
¿Cómo me voy a escapar de este mounstro? ¿Qué tengo que hacer para alejarme de todo esto, y alejar a todos los inocentes?
Mi cabeza me torturaba, me había planteado ahorrar y salir de este país, pero rápidamente descarte la idea, TENGO QUE AYUDAR A LAS PERSONA INVOLUCRADAS, nunca voy a vivir en paz sabiendo que personas como Harry o Lucía están involucrados en esta oscuridad.
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Adolescencia Anclada H.S
Novela JuvenilMe llamó Emma Blake tengo 16 años, vivo en Barcelona, España desde que me mudé a los 3 años. Mi vida era bastante normal, o eso es lo que pensaba, nunca me pregunté en qué momento había cambiado tanto, pero todas las respuestas las tienen ellos, mi...