Cerré los ojos y respiré profundo, faltaban minutos para que suene el timbre de salida, y la explicación de mi profesora de psicología me estaba torturando, no podía imaginarme la situación, mi cabeza estaba vacía de reflexión y llena de enojo y aburrimiento.
Había pasado una semana en la cual sólo salía de mi casa para ir al colegio.
Ellos no se cansaban de castigarme, mis papás siempre disfrutaron mi aburrimiento. ¿Qué era lo que les molestaba de que este fuera todo el día?, ¿Acaso no disfrutaban de mi ausencia?.
Mis labios formaron una sonrisa al escuchar el sonido del timbre, el momento que más espere en todo el día.
Caminé por los pasillos y dejé mis libros en mi casillero, el camino estaba despejado, todos habían salido más rápido de lo que pensé.
Con mi mochila casi vacía salí del Instituto para caminar a mi casa.
No pude evitar mirar hacia mi derecha donde se encontraban, Giorgina y Tristán, si, la pareja más mirada de el instituto, mejor dicho la típica pareja. Era amor, caprichos idioteses, cursiadas para resumir.
Ella me miró y se río con su risotada que se escuchaba a metros de distancia. Ignoré su acción y seguí caminando para encontrarme con la parte de mi grupo de amigos que venían al instituto.-¿Cómo estas princesa desaparecida?. -preguntó Felipe cuando llegué a su lado. Feli esta en su último año de instituto al igual que Lara, son los únicos con 18 en el grupo.
-Igual -dije con la mejor sonrisa que pude hacer.
-Que fea respuesta -dijo Felipe con una sonrisa de costado. -, Hoy a la noche los espero, el novio de mi hermana me invitó a una fiesta privada en el Palacio Hard y no pienso ir sólo. -dijo prendiendo un cigarrillo.
-Emita yo te llevó -Me ofreció Lara. -, y a ustedes también las llevó -dijo guiñándole el ojo a nuestras amigas de 17, Kate y Selena, ellas asintieron.
-No se si va a ser fácil escaparme de mi casa.
-Vos avisame si podes. -dijo y hice una pequeña sonrisa de agradecimiento para saludar y caminar a mi casa.
-Yo te llevo. -dijo Felipe pisando su cigarrillo terminado y caminando hacia mi lado.
Caminamos por la salida del colegio bajo la mirada de varias personas, Felipe esta uno de los chico más atractivos del instituto y se llevaba el suspiró de muchas chicas.
No era el típico chico rubio de ojos celestes, siempre pienso que lo que hace que sea atractivo es su pinta de chico malo y estar en último año, si esa pelotudes a las chicas le llamaba la atención por tener unos añitos más.
Subimos al auto para luego arrancar con tranquilidad.-¿Tenés idea porqué no vino Ernesto hoy? -preguntó
-No me habló de haber estado enfermo. -dije pensativa.
-Llegamos princesa. -dijo aparcando frente mi casa. -Nos vemos a la noche. -fue lo último que dijo para arrancar el auto.
Había un auto negro estacionado frente a mi casa que no parecía ser el de mi papá al menos que lo haya cambiado sin avisarme, obvio que no avisaría.
Saqué mis llaves de la mochila para abrir la puerta y encontrarme con mis papás sentados en el sillón y ¿Un chico joven?.-Hola. -dije caminando hacia las escaleras.
-Emma vení. -dijo Paul un poco distinto.
-¿Si? -dije ya al lado de ellos y la mirada del joven sentado en el sillón se centró en mi, sin una pizca de simpatía.
-El va a controlar que hagas todo lo que te ordenamos. -dijo dando un trago a su wiskhy. -, si no cumplis no va a dudar en darte tu merecido.
-¿Ahora contratan alguien que me pegue? -reí secamente. -, felicitaciones cada día son mejores papás.
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Adolescencia Anclada H.S
Genç KurguMe llamó Emma Blake tengo 16 años, vivo en Barcelona, España desde que me mudé a los 3 años. Mi vida era bastante normal, o eso es lo que pensaba, nunca me pregunté en qué momento había cambiado tanto, pero todas las respuestas las tienen ellos, mi...