-¡Al fin viernes! -Le dije a Feli cuando llegamos a la puerta de mi casa.
-Al fin, espero que nos podamos ver este fin de semana. -me dijo destrabando la puerta de su Fiat Up.
-Eso espero, nos vemos gracias.
No le había contado a ninguno de mis amigos sobre las probabilidades que había que no sean mis papás y había ignorado más de lo normal a Lorena y Paúl. Quería preguntarles quién mierda era mi mamá o mi papá, pero, a ver ¿Qué respuestas me darían?, Claramente ninguna por algo no me lo habían dicho. Iba a hacer todo lo posible para averígualo por mi cuenta.
...
Eran las 8:04 de la tarde y me encontraba terminando de ordenar mi placard. Quería renovar mi ropa y mis libros así que había pensado en la posibilidad de trabajar, estaría bueno tener mi propio dinero después lo iba a ir viendo. Con horarios del colegio y "estudio", la verdad es que no estudiaba tanto, tenía tiempo para trabajar un poco.
-Emma nos estamos yendo a la empresa, vení. -me gritó Paúl desde la planta baja.
...
Y como todos los meses acá estaba en la empresa de mis supuestos papás, observando a las personas trabajar con los ojos cansados, los labios incapaces de dibujar un sonrisa y moviéndose lentamente por la empresa, se notaba que era viernes.
Camine por el pasillo dirigiéndome a la misma oficina de siempre, la de Lucía.
Cuando abrí la puerta no había nadie adentro, amaba la oficina de ella, tenía carpetas de colores y abajo de el vidrio de su escritorio fotos de todas partes del mundo, era hermoso, además siempre tenía olor al perfume que usaba "Amor, Amor".
Después de diez minutos de esperar me agarró salí de su oficina, el pasillo estaba vacío.
Me serví un vaso de agua cuando ví salir a un empleado de una puerta a unos metros. Nunca había explorado la empresa, Lucía parecía no aparecer así que camine hacia la puerta y la abrí. Un pasillo oscuro con estantes vacios, seguí caminando quería ver cómo funcionaba todo esto, el pasillo desembocaba en una oficina, reconocí instantáneamente que era la de Paúl cuando ví una foto de mis papás abrazándose bajo el vidrio de su escritorio. Era una oficina sobria, y el doble de grande que la de Lucía. Tenía tres puertas, decidí abrir la primera de ellas, era de la que provenía los ruidos.
Lo que ví fueron empleados con uniforme azul caminando alrededor de las cintas y máquinas, me acerque a ellas y ví tubos negros que parecían de un metal fuerte salir por la cinta, ¿Qué se fabricaba acá?, Un poco confundida pregunté a uno de los empleados cual era el proceso que se realizaba en este sector, pero, me ignoro como si fuera una máquina más.
Seguí caminando hasta toparme con un gran mural cubierto de un póster protegido con vidrio del procedimiento de ¿Un arma?.
¿Qué? ¿Armas? ¿Paúl y Lorena tienen una fábrica de ARMAS?
Corrí de nuevo hasta las máquinas para encontrarme con distintas partes metálicas, eran partes de armas.
¿Mis papás tienen una fábrica ilegal? ¿Cómo es que no me di cuenta de esto? Vivo con gente que está en negocios ilegales y DE ARMAS.
Sentí como el asma empezaba a manifestarse en mi respiración.
Empecé a correr por el mismo camino por donde vine hasta salir de la empresa, corrí y corrí por el predio verde con el asma creciendo en cada segundo.
Paré unos segundos para lograr respirar un poco, pero estaba tan agitada que casi no estaba respirando.-¿Qué pasa Emma? -escuché una voz alarmada.
Harold, ¿Qué hacía Harold en la fábrica?.
Señalé mi garganta y el abrió los ojos.-¿¡Asma!? -dijo preocupado y yo asentí.
-Quedate acá -me dijo y se fue corriendo.
El asma me estaba torturando, necesitaba profundamente respirar, me comenzaba a marear y eso no era bueno. En unos segundos Harry estaba estacionado en frente de mi.
Se bajó rápido, pero yo me pudo subirme sola, volvió a su asiento y aceleró a quinta.Apoyé mi mano en la ventana, ir tan rápido me cerraba la garganta.
-¿Qué pasa?, ya llegamos no falta nada.
-Des, Despacio. -dije entre respiraciones.
-¿Que maneje más despacio? ¿Te hace mal? -asentí.
...
Me encontraba sentada en una de la sillas del hospital mientras Harry firmaba los papeles.
-¿Cómo estás? -se acercó Harry.
-Mejor.
-Ya pasó.
Lo miré pensando en que esto no había pasado y que mis papás tenían una fábrica de armas todos estos años y yo no me había dado cuenta. Pero el no sabía nada. Y no sabía si decírselo.
-¿Vamos?
-¿A dónde?
-Fuera de acá.
Asentí y empezamos a caminar.
-Harry no quiero ir a mi casa.
-Entonces vamos a la mía. -dijo con una mirada curiosa.
Sabía que en algún momento me iba a pedir una explicación pero prefería postergarlo.
...
Harry me armo la cama de huéspedes y fuimos al living ya que todavía no habíamos cenado. Su cocina daba al living así que mientras el cocinaba yo estaba sentada en el sillón y podíamos escucharnos.
-Listo a comer. -dijo cuando terminó.
Había cocinado carne al horno una de mis comidas preferidas.
-¿Y el cole? ¿Cómo te fué hoy?
-Bien normal, estubo aburrido como siempre, no veo las horas de empezar la universidad.
-Bueno te queda solo un año.
-Por suerte.
Cuando terminamos de comer nos sentamos ambos en el sillón del living.
-¿Qué pasó hoy Emma?
Miré para abajo, era difícil, no sabía cómo decírselo, porque no sabía cómo iba reaccionar, ¿Mira si le daba miedo seguir cuidándome? Y claramente se había vuelto muy importante para mí.
-No hace falta que hablemos de esto Harry. -Lo miré a sus ojos verdes.
-Creo que si no hablamos de esto vas a seguir acumulando cosas en tu interior. Ya hay confianza entre nosotros para que me cuentes Emma.
-Esta bien. Bueno... Es que, hoy fui a la empresa con mis papás y...
Me miraba atento, había puesto un brazo en el respaldar del sillón detrás de mi y los dos estábamos de costado para mirarnos mientras hablábamos.
-Y, me enteré que no es una empresa normal, creo que, que venden armas. -dije y lo miré rápido para analizar su reacción.
-¿Y vos no lo sabías?
-No te juro que no Harry. No entiendo osea es una empresa ilegal. No entiendo como no la cerraron todavía, son igual de delicuentes que los que la usan.
-Yo... Yo ya lo sabía. Y entiendo que es fuerte para vos cómo lo fue para todos y.
-¿Qué, ya lo sabías? -lo miré, ¿Cómo es que ya lo sabía? ¿Qué tiene que ver Harry con todo esto? ¿Es un criminal?
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Adolescencia Anclada H.S
Genç KurguMe llamó Emma Blake tengo 16 años, vivo en Barcelona, España desde que me mudé a los 3 años. Mi vida era bastante normal, o eso es lo que pensaba, nunca me pregunté en qué momento había cambiado tanto, pero todas las respuestas las tienen ellos, mi...