Voces en el silencio

A salvo

Estaba rodeada de los tipos, y que incómodo. Me siento como sí me fueran todos a golpear o burlarse de mi, de todas formas ya me lo esperaba. No tenía que haberme metido en esto.

— ¡Ja!, ¿ahora que tienes? —. Pregunta un de ellos, y se veía fuerte.
— Así que eres la que se cree gran cosa no.. —. Responde el tipo de gafas.

— Chicos, chicos. Cálmense, es nuestro primer día, seamos caballerosos —. Brett se estaba burlando y todos empezaron a reírse.

— ¿caballerosos? No flipes* —. Responde otro en risas.

— ¡Dejadme en paz! —. Intento apartar al tipo de gafas, pero el rubio me agarra del brazo.

— No no no, tu de aquí no te vas hasta pedir perdón —. Responde Brett.
— Dejadme en paz~ —. Me imita el tipo mas fortachón y los demás ríen.

Toca el timbre y se escuchan a los alumnos corretear a lo lejos y estaba situada en ese pasillo semi oscuro, al lado de las escaleras. El caos que sucedía, me ponía nerviosa y sabía que no podía resistirme por mucho tiempo. Era obvio de que ellos era más fuertes que yo, y esta es la primera vez que me ocurre. Temo de lo que me vaya a pasar, me siento realmente incómoda pero no dejaré que me vean llorar..

— Estáis en mi camino —. Se escucha una voz aguda. Todos miran a la escalera, y se encontraba la silueta de un chico, un pelirrojo .— Vamos a clases .— me agarra del brazo y me arrastra hasta el pasillo, mientras los chicos no hacen nada y permanecen en silencio.

Veo que se trata de Freddy, el pelirrojo gruñón. Con unos cascos de música por su cuello, se movía rápido hasta el otro extremo del pasillo aún agarrandome del brazo.

Me suelto y sigo impresionada por lo que hizo por mi, pero me enfada y no lo entiendo.

— Si tanto te caigo mal.. ¿Por qué me ayudaste? .— Pregunto agitada.

— De nada.... .— Me ignora y sigue caminado a otra dirección .— ¿seguro sabrás donde se encuentra tu aula?..

— Yo te sigo vale.. .— Respondo apoyada contra la pared y con un brazo tapandome los ojos .— Tu sigue.. Yo iré al baño..

Me dirijo al baño de chicas que se encuentran en esos pasillos, y ya no hay nadie a la vista, aquí todos son puntuales. En el baño las lágrimas caen y cojo unos papeles para secarme la cara, debo apresurarme y salir se aquí, tengo que ir a clases. Respiro cuatro veces y decido salir pero con la mirada baja.

Ya creía que el pelirrojo se habría ido, pues alguien como el no debería ayudarme. Miro el pasillo y no veo a nadie.

— ( ¡Oh no!  ) —. Pienso. Hasta qué escucho una puerta abrirse.

El pelirrojo salió del baño de los hombres y camino delante de mi sin verme. Me quedo algo pensativa y preocupada, ¿le estaré siendo una molestia?.

— ¿Vamos o te quedas? —. Me pregunta de espaldas .— hay que apresurarse vale..

Camino detrás de el intentando tranquilizarme. Me había quitado mi gorro gris para cubrirme un poco la cara, pues la verdad que había notado que mis párpados se ponen algo rojos.

Llegamos a nuestra aula y han quedado unas alumnas afuera.

— ¡Hey! ¿Esa no es Heather? .— Habla Yui moviendo a Videla.
— Hey.. ¡Heather! Te estábamos buscando, ¿te encuentras bien? .— Dice Sonia curiosa por que me tapaba un poco con el gorro.

Somos interrumpidos ya que el profesor nos abre la puerta. Y las chicas ponen caras suplicantes a el profe Rudolf.

— Haber, ¿qué pasa con ustedes niñas? ¿Por qué no llegan a tiempo?—.

— Ya le dijimos —. Responde Videla.
— Siii... Por fa profe, ya dejemos pasar —. Dice la voz vacilante de Yui con unas pequeñas risitas.

El profesor mira a Freddy y a mi.

— ¿Y ustedes? ¿Algo que decir? —. Se dirige a nosotros.

— Lo lamento profesor Rudi, pero es que tropecé y pedí ayuda de mi compañero Freddy . Lamentó haber tardado..

Mis palabras sonaban muy amables y el profesor parecía más convencido. Sentía que Freddy estaba algo más molesto que antes, y creo que fue por nombrarlo, supongo que a el no le gusta involucrarse con personas, y peor, con una molestia como yo..

Entramos al curso y nos sentamos en nuestros puestos respectivos. Noto que los chicos miran a Yui y a Videla, que para ellos estas chicas les resultarán algo bonitas, creo.
El profesor sigue con su clase, y Freddy sigue sin pararme bola.

Suspiro un poco aliviada y me pregunto ¿Que estará haciendo Viley?. Desde que supe que se fue a vivir con sus padres a otro lugar, no se nada de el. Sólo escucho los rumores de las tías que tengo, las que hipócritamente me hablan cuando me ven saliendo con mi padre. Pensar en estas cosas hace que me duela la cabeza.

Años atras*......

Mis tías se iban de paseo, y yo no sabía que me encargarían esta vez. Normalmente se llevan a Shasha de paseo y a Vily, no me importa eso, mejor estoy sola.

— Oye, Heather ¿quieres zapatos nuevos? —. Pregunta mi tía llamada Roselín, que llevaba puesto un gran chaleco rojo.

— Esta bien —. Respondo algo insegura .— ( ¿no estará bromeando? )

—¿ cómo que ella va a tener zapatos nuevos y yo no ? —. Se queja Shasha, lista para salir. Tenía puesto unos pantalones, que se suponían que eran míos.

— Shasha a ti ya te compramos un par está semana. Entiende que en otra oportunidad te tocara —. Responde su madre y Shasha hace pucheros.

Veo que el viejo también esta vestido, eso me alegra. El abuelo también se va, y todos, o la mayoría. ¿Podré descansar como una persona normal?.
Escucho la conversa que tienen mis tíos . El viejo explica que saldrá a otro lugar llevándose a su hijo preferido y al nieto ignorado ( Viley ). Temo de que algo le pase a Viley, pero dejo ese temor aún lado, el ya esta grande para darse cuenta y jugar sólo.
Estos días no ha querido jugar conmigo. Y creo que Shasha le ha contado algo otra vez, cosas como: me aprovecho de el por que es tonto, me hago la "pobresita" siempre con el, me cojo sus cosas, etc. Odio a Shasha, ha veces ni la quiero ver, no me gusta que me mire como basura de esta casa.

Todos salen de la casa, y me dejan encerrada. Ya que piensan que podría escaparme de la casa o algo por el estilo.
Siento un peso menos de encima y observo todo mi entorno. Debería ir a buscar a mi papa, el debe seguir por ahí, lo extraño. Me siento en el suelo de madera fina del salón y miro el tejado donde se encuentra una gran lámpara gigante llena de cristales preciosos.
Me levanto de mi puesto en dirección a mi pequeña habitación, donde cojo el bolígrafo y mi agenda. Voy por el pasillo y abro la puerta del sótano frío. Hasta ahora creo que es el lugar donde estaré a salvo, aunque me sienta sola.

Quedo unas horas dormida en un viejo sofá que se encuentra ahí. Despierto lentamente y está todo oscuro.

— (me quede dormida...) —. Paso mis manos por los ojos, dando un gran bostezo.

Decido salir del sótano, ya estaba con frío. Enciendo las luces del salón y enciendo la chimenea, que calienta toda la casa. Empiezo a barrer y limpiar los objetos con trapos húmedos. Me dirijo a la cocina y encuentro en un cajón una llave, me pregunto ¿que abrirán?.

Voy por todos lados de la casa insertando la llave esperando que sea para abrir alguna puerta de la casa, pero no hay resultado. Aquí en esta casa todos no confían en nadie, cada uno tiene sus pertenencias y dejan con seguro sus habitaciones para que nada les invada. ¿Será de una caja? ¿Un baúl? ¿Una caja fuerte?.
Tengo muchas cosas que descubrir, pero no creo que sea de conveniencia que las coja. Mejor las dejaré en su lugar.

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