Se siente bien tocar el agua fría del grifo, las yemas de mis dedos quedan tiesas y una pequeña corriente recorre mis brazos y cuerpo.Me encanta sentirme de esa manera, es como si estuviera muerta y a la vez viva...
Salgo de mi casa sin desayunar, bajo las escaleras y me encamino a un nuevo día lleno de frío y color gris. Siento nervios, pero me mantengo firme, camino con prisa hasta la parada.
Ahora que pienso "¿el bus que se acerca a tu dirección será el mismo que irá Brett?", me quedo helada por unos minutos, "ya es tarde", subo al bus.
Me siento cerca de la ventanilla dejando un asiento libre a mi derecha. "No debes hacerlo" "sal de ahí" me susurra la mente, estoy nerviosa y miro por la ventana ignorando mis pensares.
Alguien se acomoda en mi asiento, "no, no.. que no seas tú" pienso sin mirar.
— Eh, ¿me podrías dar tu número? —. Habla un sujeto a mi lado.
Lo miro y se trataba del compañero de Brett, su amigo cabello rubio de gafas azules marinas y ojos marrones.
— Perdón perdón, no me presenté bien —. Te toca la cabellera rubia y se acomoda sus gafas azules.— Me llaman .... —
No se que decirle, no me agradan mucho las amistades de Brett.
— Vale, entiendo —. Digo cortante mientras saco mi teléfono.
Me mira confuso y después sonríe divertidamente.
— ¿Que pasa? —. Pregunto y poco molesta al no saber por qué sonríe como idiota.
— No, no es eso —. Dice y saca otro teléfono para copiar el mi número.
"El tipo de amigos que tiene Brett es rara", se estaba comportando de forma amable, hasta me está pareciendo sincero, aunque se que solo actúa. "¿Está bien lo que hago?" Le estoy entregando mi numero apenas a alguien conocido y medio enemigo de mis amigas. "Tal vez sea bueno" "¿Por qué razón quiere mi número?"...
El termina de anotar y me devuelve el teléfono dándome las gracias, después se marcha.
Llegue al colegio, la campana tocó, estoy sentada en mi puesto, mis amigas están charlando entre ellas y riendo de algún tema gracioso. Mientras tanto saco de mi mochila mi diario y anoto lo que me ha pasado esta mañana, me refiero, a lo raro que me ha pasado esta mañana.
El profesor ingresa a la clase y todos dejan de hablar, sacamos el libro de lengua y empezamos con una lectura de un poema.
"Ya quiero que sea recreo" las clases me están pareciendo aburridas y monótonas, "¿Cuál era la razón por la que querían mi número telefónico?" Fácil.. Su querido amigo Brett se lo ordenó.
"¿Creen que me dejaré convencer y olvidar el malentendido con mis amigas?"
— Señorita Heather.. Lea lo que su compañero termino de leer —. Dice al notar mi distracción.
Y ahora este profesor.. "Estaba atendiendo, solo me distraje por unos segundo ¿Y ya me llama?", mis manos tiemblan y miro mi libro, no se donde debo leer, no se como continuar, odio esta situación.
— Página 16, segundo párrafo del "Pájaro imaginario" —. Susurra el pelirrojo que tenía delante de mi.
— ¿Pasa algo señorita? —. Pregunta el profesor y siento la presión de los alumnos observándome.
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Voces en el silencio
Teen FictionHeather una chica que decide cambiar las cosas en su vida. La desconfianza a las personas le hacen que pierda buenas oportunidades. "No puedes estar dando vueltas en tu propio camino"