'Compartir no es tan malo'

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Estaba sentada al lado de el pelirrojo y me di cuenta que unos cuantos alumnos me observaron, se podría decir que estoy en vergüenza y no se como se sienta el que tengo al lado, ¿sentirá vergüencita o algo parecido?..

No me atrevo a verlo a la cara sería algo extraño, creo que debería pedirle que nos llevemos bien, ya me ha ayudado tres veces, creo que debería hacerle algo.. Como una nota o una carta de agradecimiento. ¡Sí eso haré! Entonces eso podría cambiar un poco su comportamiento.
Estaba en las nubes pensando mientras alumnos leían por filas, en cambio sabía que Freddy no estaba leyendo nada por que se la pasaba pensando en algo. Podía notar de que no estaba centrado en la clase. Voy a girar la hoja de la siguiente página que toca por leer y su mano se tropieza con la mía.

— Lo-Lo siento.. .— Susurro con mucha vergüenza, ya me di cuenta de que estaba atendiendo y yo no.
— Hmm.. .— Hace un chasquido con la boca y se tapa la mitad de la cara con una mano, y yo intento centrarme en la clase.

Nos toca leer y Freddy comienza primero, todos ponen su atención en el y en la mía. Yo bajo la mirada esperando que termine el párrafo y me tocase a mi. Hasta qué toca el timbre y término salvandome, me levanto de ahí para ir a mi banca dejando el libro de Historia con el.
Todos esperamos que el profesor de Educación física venga, y estoy calmada por tener el equipo puesto, si no fuera por Yui..

Me acabo de dar cuenta de que toda la clase ya tiene puesto su uniforme deportivo, mi mesa está libre por que deje la mochila en mi casillero, de todas formas sólo tenemos estas horas de clase con el profesor de educación física. Los alumnos prestan atención cuando escuchan a alguien entrar por la puerta, y todos nos callamos fijados en cada paso del profesor esperando que sea amable y bueno.

— Hoy seré su profesor de Educación Física, me podrán llamar Wilmer, los ejercicios que tendremos son de mucha resistencia y fuerza, cualquiera que tenga una discapacidad que me lo anote en una hoja. Tengo muchos proyectos por hacer en este año lectivo y no quiero holgazanes .— Explica con firmeza y ya todos comienzan a pasar una hoja con los ejercicios que no podrán practicar, todos parecían estar convencidos de que este profesor les sacará el aire con tanto ejercicio .— Mi deber.. Quiero decir, lo que haremos por el transcurso de los días, será clasificarnos como: el salvavidas, el guía, y el fuerte.

Siento que la mayoría de los alumnos están algo asustados por lo que les vaya a venir, excepto por el que tengo delante de mi y por los que se sientan al frente de los demás, de algún modo parecen tranquilos.

El profesor Wilmer nos pide que lo sigamos, y comienzo a fijarme en la apariencia de el, nuestro profesor no es gordo, se nota claramente que le gusta el deporte. Mis teorías son: el asistió a campamentos, a campos, fue militar o algo sobre ser un deportista. Salimos al patio y el profesor pide que hagamos una fila para empezar a hacer los ejercicios antes de iniciar a correr. Sentí de que algo fallaba en mi y creo que es por no desayunar, como oía decir al padre de Shasha: "el desayuno es muy importante"..

Pienso en no olvidar que después de hacer tanto ejercicio debía recoger mi mochila, ya que contiene el uniforme que llevare después. También debía de devolverle el uniforme a Yui, aunque sería preferible que se lo de limpio porque ya estaré cubierta de sudor.

Empezamos a trotar alrededor del campo sintético, miraba a mi alrededor y me sentía de buen ánimo. Los primero en correr eran los hombres, nosotras íbamos después de ellos, hasta ahora veo que soy la tercera en la fila de chicas, delante de mi se encuentra Sonia y al frente de ella una compañera de trenzas doradas con las puntas de pelo color fucsia. Vamos por la segunda vuelta y ya estoy empezando a agotarme, miro los edificios que se encuentran a nuestro alrededor, los chicos correr y al profesor también. Esto parece interminable, miro atrás y todas las chicas ya estaban cansadas, entre ellas está Yui y Videla, sólo quedamos nosotras tres corriendo (la chica de trenzas, Sonia y yo).
Suena el silbato y nos detenemos, el profesor se da cuenta de que las demás alumnas se quedaron atrás y se dirige a nosotras.

Voces en el silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora