¿Ida de enemistad?

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Camino intentando olvidar todo, me molesta algo y no se por qué. Cruzo el paso de cebra perdida entre los alumnos que me rodeaban.

Hoy día me hubiera acompañado Sonia por este camino, ¿será que me apresuré demasiada?. No, ahí está mejor, estar sola hace que te escuches mejor..

Al fin llego a mi casa y mi padre no está, me encierro en mi habitación ha dormir aún sin tener ganas. Me levanto de la cama en dirección a la ventada, bajo un poco la persiana y me dirijo a mi armario negro, donde saco una pijama de tela azul suave y tan cómoda que me encanta utilizar al dormir. Al fin cómoda me dirijo a mi cama y antes de quedarme a dormir escucho el timbre.

"Ding dong" repite mi mente y me dirijo a la puerta hiendo descalza por el suelo frío. No me molesto en mirar por el pequeño orificio de la puerta y la abro de una.

De pronto alguien me abraza , su cabellera rubia y ondulada se menean de un lado al otro, sus ojos cafés miran de un lado al otro analizándome. Quedo en blanco por la impresión, "¿que hace ella aquí?" Me dice mi mente, ¿por qué ella está aquí?..

— Papa... —. Digo cuando lo veo subir por las escaleras .— (¿por qué la trajiste?..)

— Lo siento por la sorpresa, es que no me dio tiempo ha avisarte —. Dice el.

— ¡Ui! Tío tantas ganas tenía de ver a mi primita Heather, tantas.. —. Dice ella y después se gira a verme otra vez.

— Em, Heather, si quieres puedes salir a comprarte algo con tu prima —. Dice el y eso me suena más mal que nunca.

Me estaba dando permiso a la ligera, cosa que con nadie hace, ni con familia.

— ¡Vamos Heather! Comprar un teléfono no te hace mal —. Dice ella jalándome de una mano.

— Shasha, has arruinado la sorpresa —. Dice el un poco enojado.

— ¡ups! Tío , se me escapo jaja —. Dice ella mientras junta sus manos y los ubica delante de su cara .— ¡Vamos Heather, nos vamos ahora! —.

— Espera Shasha, ¿no la vas a dejar que ande por la calle con pijama verdad? —. Dice mi padre y yo de una me largo a la habitación.

Cierro la puerta de mi habitación y miro el suelo arrimada, mi mente no estaba clara, habían muchas cosas que entraban en mi mente, "ella viene a molestarte otra vez", "¿como puedes salir con una persona así?", "papá sácala de aquí..". Comencé a respirar agitadamente y me aprieto los codos con fuerza.

Tranquila, respira hondo, vístete y demuestra que no le temes..

Alzo la mirada y camino al armario.

*En el salón*

— ¿tarda mucho? ¿Debería ir a verla? —.

— No, no hace falta Shasha —. Dice el tomando un poco de chocolate en la taza .— Ah, es cierto Shasha, gracias por visitarnos y tener comunicación conmigo —.

— No hay de que tío, yo siempre quiero estar aquí, digo, quiero acompañar a mi única prima querida —.

Ambos ríen hasta que por fin entro en el salón ya cambiada. Tenía el gorro gris que siempre me gustaba usar, unos jeans negros y la blusa que tenía era de lana color blanco, unos zapatos negros de montaña.
Comparada con Shasha ella llevaba más colores en su ropa de lujo, cabello suelto mostrando su brillante cabello rubio con ondas, una blusa blanca y por encima de ella una chaqueta fucsia, llevaba unos jeans color blanco, y al final tenía unos zapatos fucsia con diseños de estrellas doradas.

— Bien niñas, pueden salir —. Dice mi padre contento.

— ¡Gracias tío! —. Lo abraza y sale corriendo hacia la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.

Voces en el silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora