Malas Enseñanzas (Agustin Casanova & Tú)

Capitulo 2

-Hey, despierta bella durmiente. -me dijo Paul y abrí los ojos con dificultad, balbuceé algo y luego me estiré en mi asiento.

-¿Ya llegamos? -pregunté adormilado.

-Si. -respondió.

-Me cago en la puta. -murmuré

No tengo nada en contra Buenos Aires, es un lugar agradable, pero me aparece algo aburrido. Creo que ahora he llegado yo a ponerle intensidad. Buscare algo de diversión aquí hasta que termine el año en un par de meses y luego me largo a de vuelta a Uruguay.

Bajamos del avión junto con Paul y Mark, tome mis maletas en manos y caminamos hacia afuera, Maldito aburrimiento que me espera.

-¡Hey Agustín! -gritó mi primo, maldito castaño hace mucho tiempo que no lo veía.

-¡Hey Marcos! -lo abrace... Claro no suelo abrazar a la gente, pero bueno es mi primo, me llevo bien con el y por lo menos es una persona independiente aquí.

-Oye, que bueno que estés acá, aunque sea temporal, escuche lo que pasó en tu escuela. -me dijo riendo.

-Woooh los rumores vuelan. -dije yo

-Maniático suicida. -soltó una carcajada

Llegamos a su departamento, era literalmente grande, suficiente espacio para los dos.

-Así que se deshizo de ti ¿eh? -me dijo Marcos

-Daniel acostumbra a botar sus problemas. -me apoye en la pared mirándolo.

-¿Como quedo? -dijo Marcos levantando una de sus cejas

-Mmm, tiene unas fracturas pero no me demandó. -me encogí de hombros

-Influencias paternales. -dijo Marcos burlonamente -Por ser el hijo de Daniel Casanova y ser Agustín Casanova el heredero.

-Ni una palabra de esto eh -lo apunte -Nadie puede saber quién soy, mucho menos de mi padre.

-Lo sé primo, ¿Quieres ver el partido?

-¿Tienes cervezas? -me recosté en el costoso, pero bonito sofá

-Pero claro que si. -sonrío Marcos desde la cocina.

-Ya me está gustado Buenos Aires eh, excepto por esa estupida escuelita.

-¿Busktoon? Heeeey, esa él la mejor escuela del país. -me dijo Marcos pasándome una cerveza.

-Por favor Marcos. -bufé -Seguro está llena de gente bonita y creída por tener dinero, con lo que odio a esa gente.

-Hay de todo y por cierto tu uniforme está en tu habitación.

-¿Tengo que usar uniforme? que ridiculez

-Lo que sea primo, mañana es tu primer día de clases. -sonrío.

-A la mierda. -reí.

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Ese maldito despertador me resonó en el oído, maldije para mis adentros y abrí poco a poco mis ojos. Maldita escuela, maldito uniforme, maldito día.