Capítulo ocho: El amancer nos alcanzara

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"–¿Por qué me cuentas ese cuento casi infantil a mi, hija? – pregunto su padre ante la noche del día siguiente con la tormenta ya sobre la ciudad de Austria, sirvió una pequeña taza con chocolate caliente para la chica rubia vestida con su larga falda marrón y chaleco tejido a mano por el mismo hombre –, no le veo el sentido a que un hombre cuarentón como yo deba escuchar un cuento.

–Porque lo ha escrito mamá, dijo que lo leyera al cumplir los veinte. ¿Y que mejor que leerlo junto a ti? Aquí tienes una parte de ella que aun vive, ¿no es maravilloso?

–Con que ese libro, aun recuerdo cuando volvió a casa con ese regalo envuelto para una bebé que dormía en su cuna, días de gloría y fortuna – sonrió ante las memorias –, mañana seguiremos con la lectura entonces.

–Puede que no sean días fáciles hoy en día padre, pero tenemos un mar de calma ante nosotros – sonriente dio el primer sorbo a su chocolate caliente casero, y dio una mirada cariñosa a su padre que tomaba su café –."


Shannon

El momento en que sintió que su mano se separaba de la del castaño sintió como la suya volvía a ser fría, y estuvo buscando donde cayo James para despertarlo, estaban en un cementerio que podía llegar a suponer de que se trataba, ese sitio donde sus padres le contaron, donde Harry Potter vio morir a un humano, un amigo.

Todo en el sector de Voldemort eran retazos de recuerdos, si este ser ya no era un humano aun solo existían memorias en su mente. No podía existir nada más a menos que consiguiera volverse mucho más humano que antes.

–¡James! – le llamo cuando lo vio inconsciente sobre el suelo, no estaba realmente herido por nada, soltó un suspiro de alivio –.

Dio un paso hasta este hasta que un sonido más de pisadas la hizo temblar, se detuvo sin querer voltearse a mirar, tenía los pelos de punta y ni siquiera sabía el porque, esa persona podía ser Olive perfectamente, y no poder voltearse por un extraño miedo le hizo sentirse débil, ni siquiera tenía porque tener miedo.

–¿Olive... eres tú?

–Me temo que mi nombre no es otro más que Lord Voldemort, pequeña niña.

Está vez preocupada por la vida de James se volteo para darle la cara a la persona frente a si, era él en efecto, ese tono de color que ya vio con anterioridad cuando quedo sepultada bajo los escombros.

–Creí que habías muerto anteriormente, esa fue una explosión muy fuerte. Veo que verdaderamente no me he equivocado con ustedes, no mueren fácilmente... o más bien tienen demasiada suerte acompañándoles.

–¿Qué es lo que buscas? ¿Que quieres de nosotras...?

–Vivir una vez más, ¿eso es tan malo? – Shannon estuvo a por responder cuando él mismo continuo su charla –. Ustedes los Peddlenton no lo consideran malo, después de todo tienes familiares que siguen con vida pese a los años, ¿me darías tu secreto? O más bien... ¿me darías tu sangre?

Retrocedió nerviosa, podía atacar con su varita pero muy bien sabía que era una inútil en peleas mágicas, no quería lastimar a James que estaba no tan lejos de ellos. Se sentía entre la espada y la pared, tenía que pensar en algo.

–Podría sencillamente arrebatarle la sangre al hijo de Potter, pero en mis venas ya existe la sangre de Harry Potter, y que mejor que la sangre de un Peddlenton, así podré ser más... humano. Claro, no sería suficiente con tu sangre, también requeriré de la otra chiquilla que ronda por este mundo.

House Of Mirrors #1 JamesSiriusPotter {Finalizada}Where stories live. Discover now