Capítulo doce: Flor de lealtad

27 5 0
                                    

"–Tan solo mírame a los ojos y dime que todo lo que he hecho conmigo y mi vida no ha sido realmente malo. He caminado por las flores marchitas de navidad, sobre las lagrimas de las personas que atesoro más... ¿Y sabes cual es el secreto? Quiero ser una guía para las personas que amo, sin importar que traiga dolor, que me odien, quiero que sean capaz de avanzar por la ruta más difícil... solo eso.

Bienvenido a la flor de la lealtad."

Recordaba las lagrimas saladas que se escapaban de Shannon esa noche en la sala común, como el dolor en ese abrazo se trasmitía a él de igual forma, pensaba cuando su hermana pequeña Lily se ponía a llorar, ver a las personas que apreciaba sufrir nunca era un sentimiento agradable.

De manera cariñosa para no sacarla de la sala de menesteres y no ser descubiertos por los sollozos de Shannon consiguió modificar poco el sitio para que aparecieran dos hamacas para ellos, aunque solo consiguió dormirse cuando la vio dormida a ella finalmente, solo así podía conseguir está totalmente tranquilo para cerrar sus ojos y descansar.


–¿Así que mi niño... la viste ya? – pregunto con interés la profesora Trelawney, como si supiera cada parte en la vida de él –. Ella está justo de pie en tu vida como cualquier otro cercano.

–Sigo pensando lo mismo...

–Entonces lo que tu quieres saber es porque nunca se te presento el amor antes, la única respuesta es que si buscas nada llegara, todo surge por si solo. Como un océano impredecible.


Abriendo sus ojos se percato que faltaba una de las hamacas, en su lugar no estaba nada, aunque pudo percatarse de la presencia de una pelirroja sentada en los escalones con un libro en sus delgadas y finas manos magulladas, llevaba una falda en tono café claro con unas flores lilas adornándola, y una remera en tono verde demasiado, las mangas cortas eran de encaje y no llevaba una diadema o lazo en el cabello como anteriormente usaba.

Estaba leyendo un libro de idiomas más que nada, no era nada del otro mundo como llego a pensar cuando lo miro la primera vez. Ni siquiera llego a percatarse de cuando ella habría de levantarse y salir de la sala de menesteres, si quiera la escucho volver. Su cabello lucía demasiado sedoso y suave ante la vista a diferencia de la noche anterior donde las flores parecieron dejarlo seco y maltratado. Aunque mirándola de soslayo en el día anterior ver a Shannon con rosas en su cabello fue una imagen que lo dejo sin aliento, pese a que la misma no gustaba de la flor se veían bien en ella, la hacían lucir bonita.

–Oh... veo que no se convirtió nada de lo que pensé, que estafa – esa voz fue nada más ni menos que una voz fastidiosa conocida para James, aunque para Shannon era un tono amigable pero pese a eso el libro se le resbalo de las manos golpeando estrepitosamente contra el suelo –. ¿Shannon? – Los ojos marrones de Luisa se enfocaron con sorpresa en la pelirroja, en una de sus mejores amigas y era cierto que últimamente no habían podido hablar demasiado a fondo, ese descubrimiento podía causar dos cosas en la azabache: Molestia, gran molestia o preocupación –.

Luisa en unos momentos de silencio contemplando a su amiga pelirroja sentada frente a un espejo bastante antiguo y delicado se vio desviando la mirada al reflejo que aparecía levemente en el espejo, la espalda que era visible podía ser considerablemente Shannon, era el mismo largo del cabello pero las ropas eran muy diferentes: Una delgado chaleco morado con un pantalón negro, y una cabellera casi similar a la pelirroja de su amiga, pero está era castaña.

–¿Qué haces aquí...? Creí que estarías por la biblioteca, o algo así.

–No creo que estés lista para la verdad... – susurro la pelirroja cogiendo su libro y limpiándolo –.

House Of Mirrors #1 JamesSiriusPotter {Finalizada}Where stories live. Discover now