La Esperanza Que Reina En Tí (Komahina)

El plan pt. 2

-----Hinata POV-----

Mi cara estaba roja a más no poder y tenía cerrados los ojos. Komaeda se tomó un minuto para contestar.

- ¿Eh? ¿Lo dices en serio Hinata? - ¿¡EN SERIO TE TOMASTE UN MINUTO PARA CONTESTAR ESO!?

- ¡C-Claro que sí! ¡No me hagas repetírtelo! - Estaba muy incómodo y mi entrepierna se estaba poniendo felíz.

- Haha, tranquilo Hinata. No esperaba que fueras tú el que diera el primer paso - Mi cara no podía estar más roja, quería que me tragara la tierra en ese momento.

- Ahaha, te ves muy adorable cuando- ¡..! - No le dí tiempo a contestar, lo besé de forma apasionada antes de que pudiera terminar. No me creo que esté haciendo esto, debo estar demente...

- ¿Ya estás satisfecho? - Le dije intentando disimular mi sonrojo, aun sentía la saliva de Komaeda en mi lengua.

- Evidentemente - Me sonrió seductoramente antes de dejarme pasar a su habitación. Creo que llevaba mucho tiempo sin entrar en ella, estoy mucho más cómodo en esta que en la mía.

- Haha, parece que el miembro de Hinata quiere empezar la fiesta - Komaeda miró fijamente mi miembro como esperando a poder manosearlo.

- C-Cállate... - Desvié la mirada aún sonrojado. De repente semtí unas manos tocando suavemente la cremallera para desabrocharla.

Komaeda me bajó los pantalones y los bóxers para dejar mi miembro al aire.

- Hinata tiene un pene adorable... - Usando sus dedos comenzó a masturbarme de forma lenta.

- ¡Ahh...! - Liberé un pequeño gemido al sentir esos movimientos tan indecentes. Esto es parecido a mi sueño, en verdad Komaeda tiene talento.

- Comienzas a gemir muy rápido ¿No? - Komaeda siguió haciendo movimientos firmes hasta llegar a la parte de mi ano y meter sus dedos ahí.

- D-Duelehh... - Esa palabra me salió seguida de un gemido. Komaeda movía sus dedos de arriba a abajo provocando sonidos muy lascivos; al ser la primera vez que me abrían el ano, era doloroso.

- Es normal, Hajime - Me está empezando a encantar la forna en que dice mi primer nombre; esa voz tan melodiosa hace que me sienta felíz cada vez que lo oigo.

Komaeda continuó durante un rato hasta que decidió ponerse serio. Miró mi miembro durante un segundo y se lo metió a la boca.

- ¡...! - Esto se sentía muy bien, me encanta. Ya no me importaba mucho cubrir mis gemidos, no me importaba nada.

- Mmhmm... Ahh... - Komaeda metía y sacaba mi miembro de su boca como si estuviera lamiendo un caramelo.

- Ahh... K-Komaeda... - Es cierto que estaba gimiendo más que de costumbre, pero estaba ansioso por seguir sintiendo este placer.

- H-Hinata... Mmmchuu... Di mi primer nombre otra vez... - No me estaba viendo a los ojos, seguía lamiendo mi oene vorázmente.

- ¡Ahh! ¡Nghh! Hh... N-Nagito... - Dije a duras penas intentando no desesperarme tanto ante esta sensación.

- Ahh... Me encanta... - Komaeda estaba sudando y hablaba entre suspiros con una voz muy melodiosa.

- ¡Ahh! ¡V-Voy a-! - No pude terminar de hablar, me corrí en toda la boca de Komaeda sin darle oportunidad de quitar su boca.

- L-Lo siento... - Lo miré con rostro apenado mientras me fijé en que se había tragado mi semen.

- Ahahah, no importa Hajime - Me miró como diciendo que quería más de esto, obligándome a recostarme sobre la cama abriendo las piernas.