Capítulo 10

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[N/A: Después de este sólo quedan 2 caps, omg. Por cierto, AMO este, y espero que ustedes también c:]


De ahí en adelante, dormimos de forma similar. Llegaba la noche, cada quien se alistaba para dormir, como de costumbre, tendíamos el sofá cama en el suelo, pero después de apagar la luz él iba hasta mi cama, se acostaba a mi lado, y yo lo cubría con la sábana, quedando ambos debajo de ella.

Lo más cómico era cuando amanecía. Siempre que yo despertaba era en el sofá cama y él en la mía, porque en la noche me terminaba empujando y con ello me tumbaba al suelo. Sin embargo, nunca le reproché nada ni me quejé al respecto. Sabía que, de igual forma, hacíamos eso más que todo por él, para que no se sintiera solo, para ayudarlo por la depresión de lo de sus padres y toda la mierda que le estaba tocando vivir.

No obstante, si era honesto, si era COMPLETAMENTE honesto, a veces esperaba que sucediera algo más en las noches —algo que, obviamente, nunca ocurría. Cuando los días eran muy buenos, me besaba la frente y me decía buenas noches, Niall, pero nada más que eso pasaba aunque por dentro me muriera de ganas por abrazarlo o pedirle que me abrazara tanto y tan fuerte como aquel día.

—¿Te molesta que durmamos así? —preguntaba de vez en cuando, como para confirmar que no me incomodaba la situación súbitamente o algo por el estilo.

—Para nada —respondía, pensando, de hecho, si por mí fuera, hasta estaríamos más cerca del otro y por mucho más tiempo que sólo al dormir.

Otras cosas sí cambiaron. O, mejor dicho, de forma más notable.

Por ejemplo, cuando trabajábamos en la pre, peri y post producción de los videos, me llevaba un café de los del sitio al que había querido ir la otra vez, y a veces también incluía una dona, un pastel, un cupcake o algún otro dulce que pensara que podría gustarme.

—Zayn... —le dije la primera vez que llevó uno—. No tienes que gastar este dinero en mí, por favor...

—Compré eso con el dinero que gané gracias a tus ideas asombrosas y a tu cerebro fantástico, así que en realidad es lo mínimo que puedo hacer.

Me sonrojé. Que me halagaran la inteligencia era otro nivel de perfección.

—Pero igual.

—El canal ha crecido mucho desde que lo asesoras —refutó—. Cuando digo que es lo mínimo que puedo hacer, lo digo completamente en serio.

Sonreí y miré la dona. Era literalmente mi esfuerzo cubierto con glaseado.

—¡Gracias!

Y me deleitó con su linda risa.

—Como sueles decir, cuando quieras.


Otra cosa que se hizo más notable fue la insistencia de Liam en que me gustaba Zayn. La verdad, ya ni siquiera sabía si era verdad o no, si era heterosexual, si me gustaban sólo las chicas... lo único que sabía era que Zayn era la persona más hermosa que había podido conocer, que tenía una risa linda, que cantaba como los ángeles, que su sonrisa a veces hacía que se me paralizara el corazón por unos segundos, y que me gustaba abrazarlo y tomarle la mano, como aquel día, a pesar de que no se repitió de nuevo.

¿Por qué no pensaba en si me gustaba o no? Sencillo: tenía miedo de la respuesta. Internamente ya la sabía, pero pasar a ser consciente de ella era algo... a otro nivel.

Algo que, sin embargo, pasó.

Y de la forma más surrealista de la vida.

El paquete que le había llegado a Zayn cuando su padre le había dicho que lo buscara era el de la placa de los 100,000 suscriptores. No obstante, él no la había visto sino hasta semanas después, porque había quedado tan afectado por lo de la ida a esa casa que no había abierto la maleta y, por ello, no había revisado qué era lo que contenía el paquete, que estaba dentro.

The show must go on [Ziall AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora