Capítulo 9

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—Entonces... —ese era Liam en el salón—. ¿En serio no ha pasado nada de nada entre Zayn y tú? ¿NADA?

Suspiré, sintiéndome mal por siquiera oír esas palabras.

—¿Y qué es lo que va a pasar, si soy heterosexual?

Rodó los ojos.

—Imaginemos por un momento que no lo eres, ¿sí? Bien.

—Pues igual no ha pasado nada.

—Pero pareces gustarle —Tenía el ceño fruncido—. Cuando se sienta en la mesa y habla con todos, casi siempre te mira sólo a ti, aunque no hables. Y se preocupa por ti, se le nota cuando hablan contigo o te mencionan, y la forma en la que te mira... —Negó con la cabeza—. Todos en la mesa llegamos a la misma conclusión, y es obvio que a ti también te gusta, así que, ¿cómo es que no ha pasado nada?

Tragué saliva.

—No me gusta.

—Dile eso a alguien que te crea y no te conozca tan bien como yo, ¿quieres?

Pero, a pesar de que consideré sus palabras y medité en ellas por largo tiempo, siguió sin suceder nada entre nosotros. De hecho, hasta se podría decir que las cosas seguían siendo iguales que antes entre el moreno y yo: sólo hablábamos de cosas relacionadas a videos, a veces de pequeñeces y cosas superfluas y, aunque dormíamos en la misma habitación, en la misma casa, nunca era en sí de nosotros o nuestras vidas o de cosas demasiado profundas.

A veces me preguntaba si eso se debía a mi propia torpeza o mi facilidad de arruinarlo todo.

Y luego entendía que sí: era así, y todo era mi culpa.


Ayudar a Zayn con sus videos se había vuelto mi pan diario. Ya fuera con la posición de la cámara, la iluminación, el contenido del video en sí, su edición o lo que fuera, lo ayudaba, y ya se me había hecho algo tan común que más bien lo extraño era cuando no ocurría.

Por esto, él se sentía culpable, y solía decir cosas como:

—¿No quieres que te compre un chocolate, una dona, algo?

Y yo negaba con la cabeza.

—Estoy viviendo en tu casa sin pagar siquiera un centavo y, además, me estás ayudando con la pre, peri y post producción de los videos del canal —refutaba—. ¿No crees que es normal que me sienta al menos un poco culpable por ello y, en consecuencia, quiera ayudarte o hacer algo por ti o comprarte algo que quieras?

Y le sonreía.

—Lo que quiero es que sigas grabando y subiendo videos, porque me encantan, y que sigas siendo tú mismo, porque eso siempre me alegra el día y al mismo tiempo ayuda a otras personas.

Suspiraba y negaba con la cabeza.

—A veces me desesperas tanto que no sé qué hacer.

—Si no sabes qué hacer, descansa. Es lo mejor para el cerebro.

Obviamente, él se molestaba —y yo, obviamente, lo decía con esa intención.

Y las cosas siguieron así. Esa era mi definición de normal: ayudar a Zayn con sus videos, que Liam me fastidiara respecto a que me gustaba, y ayudar al moreno en general con lo que pudiera. Lo que más me mataba era cuando cantaba —aunque era sin guitarra, porque seguía en casa de sus padres, pero igual— y podía escucharlo TODA la tarde.

Era como un paraíso personal que disfrutaba en demasía.

—Ven y escucha esto, Niall —me decía cuando terminaba de grabar y editar—. ¿Te parece que suena bien?

The show must go on [Ziall AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora