Geojismal •Mentiras• (Kaisoo)

Capítulo 19

Capítulo 19

Después de la película y de la extraña conversación que tuvieron, Jongin hizo un berrinche. Insistió en que todavía no quería regresar al cuarto, porque era aburrido y quería estar un poco más de tiempo con él. Kyungsoo aceptó ir a comer algo, pero pidió que fuera algo suave, ya que disfrutaron bastante de todas las golosinas que compraron en el cine.

Un par de cafés calientes sonaba bien, y Jongin no dudó en entrar a buscarlos mientras Kyungsoo se sentaba en una de las bancas de afuera del local que encontraron. Afortunadamente era primavera aún, el ambiente se sentía fresco y lo suficientemente abrigado para estar a la intemperie sin un buen abrigo.

–Gracias.

Kyungsoo recibió el café y se acomodó en su asiento. Estaban en un parque bastante agradable, había juegos y arena al fondo. Pocas personas paseaban y eso hizo que se sintiera aún más cómodo. No le gustaba estar rodeado de personas o ser el centro de atención, mientras no fuera deporte. 

–¿Hay algo de lo que te arrepientas, hyung? ¿Te sientes como el protagonista de la película?– la pregunta fue repentina, Kyungsoo tuvo que pensar un rato antes de contestar.

–Mi situación jamás va a ser tan absurda como en la película, pero creo que todos tenemos cosas de las que todos nos arrepentimos– el chico suspiró y luego sonrió.

–Pero lo que dije es verdad, hyung. A veces tener miedo de decir las cosa es más fuerte que las ganas de contárselo a alguien.

–Lo sé– Kyungsoo le dio un sorbo a su café. –Creo que nos ha pasado a todos, ¿verdad?

Jongin se sonrojó al escucharlo, se había negado a contar quién le gustaba y la alusión era bastante  clara.

–Si, nos ha pasado.

De nuevo, el silencio los acompañó y el par de chicos estaban metidos en sus propios pensamientos, sin darse cuenta de que no hablan entre ellos.

–Creo que he sido injusto contigo, Jongin– Kyungsoo comentó finalmente, después de terminar su café. –Tú hiciste tantos esfuerzos para contarme tus secretos y, a pesar de que mi promesa sigue en pie y jamás diré nada, yo no te he tenido  la misma confianza. Me siento mal por eso.

–No deberías, hyung– Jongin responde con calma. –No es tu obligación contarme nada que no quieras. Fui yo quien te contó todo, porque tenía la necesidad. Si tú no lo haces, está bien.

–Ese es mi problema, Jongin. También tengo la necesidad de contar mis cosas, especialmente si eres tú... pero...

–¿Pero?

–Tengo miedo.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Jongin en cuestión de un segundo. Kyungsoo siempre había sido una persona fuerte física y emocionalmente. Era perturbador escucharle admitir que tenía una debilidad. Siempre fue para él un apoyo y una persona diferente, como indestructible. Era difícil verlo tan débil y frágil.

–¿Miedo? ¿De qué tienes miedo, hyung?– Jongin quería saber, no sólo porque tenía deseos de ayudarlo, sino también porque deseaba saber.

–De que mis problemas te afecten. De que veas una persona diferente en mí o de que la imagen que tienes de tu hyung se desvanezca. Tengo miedo de contar mis cosas y que, de repente, todo lo que he superado vuelva.

–Eso no va a pasar– la voz de Jongin dejó de ser suave y se escuchó firme y decidida. –Eres tú, hyung. Que compartas tus miedos conmigo no te va a alejar de mí, todo lo contrario, te va a acercar más.

–¿No vas a juzgarme? ¿Por mis ideas y pensamientos?

–¿Quién soy yo para hacerlo?

Kyungsoo vio la expresión de su amigo al decir eso, tenía razón. Todos necesitaban alguien en quien confiar.