Geojismal •Mentiras• (Kaisoo)

Capítulo 43

Capítulo 43

Las banderas de los juegos olímpicos y de los diferentes países ondeaban con el viento. Los presentadores estaban hablando de las anteriores competencias, los deportistas que continuaban, los que habían tenido que regresar a casa pero, más que nada, los que encabezaban las listas de tener las mayores  posibilidades de ganar en cada deporte.

Con mucho esfuerzo y cumpliendo rigurosamente su entrenamiento y sus rutinas , Jongin había logrado llegar hasta los difíciles cuartos de final. Era el día doce del mes y la competencia terminaría con un ganador. Así como habían sido todas las rondas, la competencia empezaría a las nueve de la mañana en punto. De esa forma, todos los concursantes habían estado despiertos ese día desde muy temprano.

Todo estaba casi listo para empezar, los parlantes anunciaban ya las actividades. Se podían escuchar las barras de las personas que estaban apoyando a los diferentes competidores y a la gente que estaba ahí sólo por gusto de ver los deportes. Los graderíos estaban completamente repletos. 

El equipo de Jongin estaba reunido y tenía todo perfectamente organizado, como siempre, mientras esperaban que se anunciara el momento para que Jongin saliera. El deportista apareció y caminó a paso rápido, con una seguridad en sí mismo que hacía enorgullecer a todos quienes le apoyaban en ese momento tan importante, incluyendo a los que le tenían que verlo por una pantalla.

Su nombre y el de los otros tiradores fue finalmente anunciado. Los cuartos de final eran probablemente los más duros, pero Jongin pasó primero cuando derrotó al representante inglés con 1/32 6-0. La competencia no fue para nada fácil y la diferencia que tenía con los otros participantes  de los otros grupos no era mucha, por lo tanto sabía que tenía que esforzarse más en las siguientes rondas.

Para la semi final, quedaban sólo cuatro jugadores. Exclusivamente los que pasaran, quedarían en primer y segundo lugar. Jongin se dio cuenta de la importancia que tenían sus resultados conforme subía en la tabla, y se tensó con eso, pero el entrenador logró calmarlo. Le hizo entender que si no estaba tranquilo, podía arruinar su puntería. 

"De todas formas ya estás entre los mejores cuatro del mundo, Jongin" le había dicho con una sonrisa en la boca. "Demuéstrales que puedes ir un poco más allá. Pase lo que pase, estamos orgullosos de ti. Has llegado muy lejos".

Lanzando con maestría, conservando la calma y siendo lo más profesional posible, Jongin derrotó al representante alemán con 1/8 6-4. El estadounidense, el jugador a quien más temía, fue también eliminado en esa ronda por un jugador francés. Cuando terminó esa etapa, el equipo se dio cuenta de algo: Jongin acababa de pasar a la final de los olímpicos como representante de Corea del Sur.

No importaban los resultados, independientemente de eso, sería capaz de regresar a casa con una medalla, sería capaz de hacer que Kyungsoo se sintiera orgulloso de él y aceptaría finalmente su relación y podrían estar juntos. Iba a hacer que su mamá llorara de felicidad y que su papá se diera cuenta de que había valido la pena criarlo y amarlo como propio. Ellos le habían dado la fuerza para llegar hasta donde estaba. También podría darle el prestigio a su tan querido entrenador y podría presumir con todos que había sido el gran maestro que había formado a un campeó. 

Cada gota de sudor, cada día en el que tuvo que madrugar, cada dolor muscular, cada lesión, cada lágrima, cada esfuerzo: todo había valido la pena. Todavía no se había terminado, pero ya había llegado más lejos de lo que jamás pensó que sería posible. Había hecho un gran trabajo. él mismo podía sentirse orgulloso de los resultados. 

Jongin le dio una última mirada a la gente que le acompañaba. Kyungsoo le hizo un gesto con la mano susurrando "Fighting" mientras le sonreía. Respiró hondo y justo en ese momento fue presentado. Saludó a todos los presentes, sobretodo a quienes lo apoyaban desde el graderío y esperó a que el juez diera la señal. Finalmente, se les permitió acercarse a sus arcos, para que tuvieran todo preparado antes de empezar.