Capítulo 1

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Dio un largo trago a su bebida. Directamente de la botella. Una botella familiar de zumo de naranja. No tenía sed, no después de que esta fuera la segunda, pero necesitaba beber.

Se movió inquieta de un lado a otro por su habitación, descalza. Sus manos temblaban. O más bien todo su ser. Ya no podía más. Dio otro trago más y sintió por fin, lo que tanto esperaba. La necesidad. La llamada de la naturaleza.

Corrió hasta el baño y levantó la tapa del retrete mientras que dejó sobre el lavamanos la botella de zumo.

Se miró al espejo encontrándose a un 'Yo ojeroso' que le devolvía una mirada profunda.

Tragó saliva con esfuerzo mientras sus dedos abrieron la bolsa de plástico que había llevado con ella. La dejó a un lado y sacó la cajita con el artefacto de plástico. Leyó por un segundo las instrucciones aunque tenía una idea de más o menos como funcionaba.

Tiró la caja, cogió la tira reactiva y tras bajarse los shorts y la ropa interior se dispuso a hacer pis.

Miró a la nada completamente nerviosa, consciente que después de aquello, probablemente su vida cambiaría.

Suspiró.

La había cagado.

Hizo cuentas.

¿Cuanto había pasado desde la boda de Ryan? Mes y medio. ¿Cuanto retraso tenía? Si, justo ese tiempo. Bufó. Terminó de hacerlo, sacó de entre sus piernas la tira y se limpió. Subió su ropa y dejó la tira sobre la estantería. Se sentó sobre el retrete tras bajar la tapa y esperó.

Dos minutos que se le hicieron eternos.

Dos minutos.

Ese fue el tiempo suficiente para que su vida diera un cambio por completo.

Tiró el test de embarazo en cuanto vio las dos rayas de color rosa que indicaban positivo y se echó a llorar. ¿Que demonios iba a hacer ahora?

¿Como demonios iba a encarar todo aquello? ¿Cómo se lo iba a decir?

Dio un sorbo a su café descafeinado. No era lo que más le gustaba pero después de esos interminables días... Todo el estrés de aquel caso con la CIA no podía hacer otra cosa si quería dormir esa noche.

Dejó la taza sobre la mesita de su sala de estar, frente al sofá, y recolocó sus gafas mientras enfocó de nuevo su mirada en la página del libro que estaba leyendo.

Uno de Derrick Storm.

De Castle.

Dejó el libro a un lado y pensó en lo sucedido... Pensó en la boda de Ryan... Pensó en el encuentro con Sophia Turner... La Clara de Derrick... Tal como ella era la Nikki de Nikki Heat...

Tiró el libro a un lado sintiéndose molesta y celosa y recordó su pelea entrando a la morgue y como probablemente aquello le habría traído una situación incomoda con Alexis, quien se encontraba en la Morgue en aquel justo momento cuando ella soltó aquel "Cuantas más mejor".

Tal vez era hora de tener una conversación – pensó mientras se mordía el labio sin poder evitarlo.

Estiró el brazo para alcanzar el libro y retomar la lectura cuando unos pequeños golpes en su puerta le indicaron que alguien esperaba al otro lado.

Frunció el ceño.

No esperaba a nadie.

Miró por la mirilla y a pesar que se sorprendió, abrió sin más.

-¿Alexis?

-Kate-dijo la pelirroja, sorprendiéndose a si misma pero sobre todo a ella, ya que siempre utilizaba un Detective Beckett para ella, con toda la educación que su padre le había dado.

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