Capítulo 40

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N/A: Gracias por comentar y por leer. Aun le quedan un par de capis a este jajaja.
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El sonido de la música bastante alta llegó a sus oidos a pesar de que estaba bastante alejada de la pista de baile y caminó descalza por el cesped humedo de la casa de los Hamptons.

Siguió caminando hasta llegar a una de las barandillas de las escaleras que daban a la playa y sonrió mirando al horizonte mientras Lady Gaga sonaba a toda pastilla a sus espaldas y se imaginó a Dylan bailoteando a pesar de las altas horas de la madrugada en brazos de Rick como les había estado observando durante un rato.

Miró su copa con soda y sonrió apoyandola en la barandilla de madera blanca. Tan blanca como su vestido: sencillo, con algo de encaje y blanco novia.

Miró su dedo anular y sus ojos se iluminaron mientras giraba el anillo de oro blanco.

Recordó el grito de Lanie cuando le había confesado que estaba prometida y que se casarían a finales de verano coincidiendo con el primer aniversario del bebé de la familia.

La brisa de la noche la hizo tiritar, aunque no supo si realmente fue el aire que la despeinó o las manos que sigilosamente se posaron en su cadera en ese momento.

-Ey-susurró Rick en su oido, con sus manos firmementes agarrandola.

-Ey-contestó Kate sin girarse, pero apoyandose en el cuerpo de su recien estrenado marido.

-Te estaba buscando y no te encontraba...-habló bajito- Me has asustado.

Kate se giró y le miró a los ojos: brillaban con ternura y preocupación. Beckett acarició el rostro de Rick y lo subió hasta su cabello, mezclando sus dedos con el pelo de su marido.

Sonrió reviviendo en su mente todos los buenos momentos vividos con él -en especial los de ese mismo día- y también los complicados.

Kate sintió su labio temblar y una traicionera lágrima resbalar por su mejilla.

-Ey...-Rick se encargó de hacerla desaparecer con su pulgar, con sumo cuidado-¿Que ocurre? ¿Por que estas así?

Kate se encogió de hombros.

-No es nada...

-¿Es por...?-No se atrevió a decirlo. A Él también le costaba.

Kate negó.

Por que aunque hacia un mes se habían puesto en manos de un especialista -el mejor de la ciudad- Y les habían advertido que las circustancias eran complicadas y sería un proceso complicado... La decepción cuando se habían cerciorado que no estaba embarazada había sido como una bofetada para ambos.

Ni siquiera sabía por que no había bebido nada de alcohol ese mismo día... Simplemente no podía hacerse a la idea de que el primer intento había sido fallido.

-¿Es por tu madre...?-susurró.

Kate suspiró. Si era cierto que precisamente ese día había extrañado a su madre, pero el simple hecho de que su padre la hubiera llevado a aquel altar que habían colocado en el jardin, para casarse con Rick y la forma en la que le había sonreido, había sido suficiente para hacerla feliz.

-No...

Kate se mordió el labio.

-No es nada... Sólo... -Kate se abrazó a Rick apoyando su rostro en el pecho de él- Soy demasiado feliz y tengo miedo de que...Si finalmente no conseguimos... Todo lo estropee.

Rick la separó de su pecho y la miró a los ojos.

-Kate... Si quieres dejar de intentarlo... Yo no necesito más.

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