Capítulo 41

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Rick no entendía como Kate no se incomodaba. Ahí estaban ambos en la cama, desnudos, dándole al asunto… O intentándolo… Jadeando, gimiendo, besándose, acariciándose… O eso intentaban… O intentaba él… Porque ella estaba tan tranquila recibiendo sus caricias y esmerándose en besar su clavícula aparentemente sin ser consciente de lo que pasaba a su alrededor.

Normalmente, ella era quien estaba nerviosa, pero no por el mismo motivo…

Últimamente, cuando hacían el amor y después de tanto tiempo intentándolo y con diferentes tratamientos incluido la ayuda artificial sin resultado positivo alguno, ella se preocupaba más porque su esperma llegara donde tenía que llegar… O por hacer diferentes ejercicios después que por disfrutar… Ya ni siquiera pensaba en sorprenderse el uno al otro o en probar cosas nuevas, diferentes posturas o algún que otro juguete… No. Todo aquello había quedado atrás para dar paso al mecanismo de hacer el amor… De tener sexo… De que él simplemente acabara dentro.

Todo era demasiado monótono.

Mecánico.

Y sumarle lo que les estaba pasando ahora… Era un problema más…

Aunque sorprendentemente más para él que para ella.

Suspiró y apartó la mirada besando el cuello de ella y tratando de centrarse en la delicada y deliciosa piel de su increíble mujer y en frotarse contra ella para salvar la erección que comenzaba a flaquear.

-¿Rick?

-¿Mmm?-alzó su rostro

-¿Tu…-señaló hacia abajo- cosita?

Rick bufó y se movió intentando darle la espalda al invitado de honor de su habitación.

Aquello le incomodaba demasiado.

Entre los cojines y almohadones de la cama –Que después de hacerlo, Kate utilizaba para posicionarlos debajo de su trasero y dejar las piernas hacia arriba apoyadas en el cabezal- Agarró uno y lo lanzó sin llegar a darle siquiera.

-¿Qué demonios ocurre?-se impacientó Kate cuando comprobó que la erección de su marido había desaparecido.

Acarició su pene, casi completamente flácido.

-Es que… ¡No deja de mirarnos!

Rick se apartó de encima de su mujer y miró hacia el lateral de la cama.

Abajo, sentado sobre sus patas traseras y jadeando con curiosidad el labrador color chocolate no apartaba la mirada de sus dueños.

-Es…-Kate no podía casi aguantar la risa- Venga ya… Concéntrate en mí…

-No puedo-Rick se sentó en la cama, completamente desnudo y cabizbajo.-Ya sabes que te adoro mi amor, y me excitas mucho… Pero Stephen no deja de mirar…

El can cuando escuchó el nombre dicho por su dueño saltó sobre la cama.

-¡Stephen no!

El perro, quien aun era demasiado pequeño no entendía del todo las ordenes que Rick o Kate le indicaban a pesar de estar consultando con un adiestrador, saltó encima del cuerpo de Castle y le babeó la cara.

-Cuando quería tener una velada llena de besos no me refería esto…

Kate no pudo evitar reír mientras se vestía con una camiseta de su marido y su ropa interior.

-Steph…Ven aquí… Ven cachorrito…

-No…No hagas esto, Kate, así se acostumbrará solo a dormir con nosotros…

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