Prólogo

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-¡¡¡Noooo!!!- doy un salto de la cama quedándome en el respaldo de esta mientras, con mi antebrazo derecho intentaba quitarme la manta de sudor que tenía en la frente. Había tenido una pesadilla, pero no cualquier pesadilla era la misma que llevaba soñado desde hace unas noches en ella se repetía las mismas imágenes y siempre me despertaba en el mismo momento, pero esta vez había notado algo diferente; parecía muy real todo como si lo estuviera viviendo en carne propia.

Me levanto de la cama mientras doy un vistazo al reloj de mesilla, eran las 03:00 de la mañana en unas cuatro horas me tenia que ir a instituto. Dirigiéndome al baño me miro al espejo y me   echo agua en el rostro.

-Todo está bien Nora no tienes que preocuparte por nada, ha sido solo una terrible pesadilla- me digo a mi misma para convencerme de algo que parecía haber sido tan real.

Después de un rato intentado conciliar el sueño, de nuevo y lo consigo.

Al despertarme por la mañana tenia unas ojeras que parecía que no hubiera dormido en toda la noche aunque así a sido. Una vez echo mis necesidades y aseada cojo rápido una manzana para comerla de camino al instituto para no llegar tarde. Al llegar mis amigas me estaban esperando en las escaleras de la entrada del instituto.

-Hola- digo de mala gana.

-Parece ser que alguien no a dormido bien- dice Sam.

-¿De nuevo esa pesadilla?- pregunta Ashly.

-Si solo que esta vez  perecido tan real que me dan escalofríos solo de pensarlo.

-Es solo una pesadilla amiga no te preocupes-

Intento hacer caso a Sam y no pensar en esa pesadilla. 

Entramos a clase y el señor Jonson ya estaba preparando su clase de biología.-Bien alumnos hoy vamos a continuar con el tema, hoy nos toca la salud, alguien sabe ¿que es la salud?- nos pregunta.

Levanto mi mano para contestar- Es el estado completo del bienestar fi...-me interrumpen al llamar a la puerta, esta se abre y  entra un chico que se dirige directamente a sentarse, todos incluso el profesor nos quedamos viéndole; había algo en el que derramaba desconfianza, peligro... Al girarse hacia mi palidecí era él, el de mis sueños; el chico me miraba con cara rara como si el también me conociese pero al instante dejó de mirarme para concentrarse en la mesa.

-¿Quién es usted joven?-

-Caleb- contesta frío cruzándose de brazos.

-Bien Caleb la señorita Nora nos estaba diciendo que es la salud, ¿podría usted acabar por ella ?

-Es el bienestar físico, mental y social.-Dice como si fura lo mas obvio, aunque lo era.

El resto de las clases pasaron rápido y ya estaba saliendo del instituto para ir a mi casa, para así prepararme a realiza mi rutina diaria. Por el camino notaba una sensación de que alguien me estaba observando aunque cuando me giraba no había nadie así que no le di importancia. Cuando llegue me puse con la rutina que consistía en ir a ver a mis niños del orfanato.

-Hola mis niños- digo entusiasmo mientras les daba un abrazo.- Os he traído algo pero antes  de dároslo  me tenéis que contestar a una pregunta ¿os  habéis comportado bien?-

-¡¡¡¡Síííí!!!- gritan todos al mismo tiempo.

-Bien entonces os daré unos chocolates y unos caramelos como premio- les reparto a cada uno una bolsita.

-Grazias- me dice una niña pequeña llamada Carla mientras me da un abrazo y le correspondo con gusto.

- ¿Quieres jugar a las muñecas pequeña?- 

-Ziii- dice cogiendome de la mano y tirar de mi hasta donde estaban sus muñecos. Así me pase toda la tarde jugando con la pequeña y con los demás al pilla pilla o a la gallinita ciega.

Después de un rato miro la otra y eran las nueve y media de la noche entonces decido que ya era hora de irme a mi casa, me despido de esos niños tan estupendos que me da mucha pena que estén allí sin padres; yo mas o menos se lo que se siente porque mis padres están en España y mi hermano esta en los Ángeles y por este motivo intento visitarles cada día y estar con ellos unas horitas y siempre que voy les traigo algún que otro chocolate porque allí los recursos son muy pequeños y lo gastan en cosas mas importantes y como yo se que a cualquier niño le gusta pues les traigo y a veces intento traerles ropa y otras cosas.

Una vez en la calle tenía de nuevo esa sensación de que me observaban aunque no había nadie, de repente un ruido hace que de un respingo y gire mi cuerpo en esa dirección, al hacerlo no había nada solo un gato y respiro tranquila. Para llegar antes, porque no me gustaba estar a estas horas por las calles me meto por un callejón oscuro que me llevaba en línea curva a mi casa. 

-Pero que tenemos aquí- dicen a mis espaldas  y un escalofrío recorre por todo mi cuerpo haciéndome parar en seco-no sabes que a estas horas es peligroso salir- se acerca tocándome el pelo- que alguien te puede violar, robar o peor aún que te maten- suelta una risa y se posiciona enfrente mía- que pena que te toco la segunda- dice para luego acercarse mas a mi entonces reacciono y le pego un rodillazo en sus partes para salir corriendo, se contrae de dolor mientras suelta un gruñido .-¡¡¡Maldita seas!!! no corras que no te sirve de nada soy mil veces mas rápido que tú- se ríe aún más fuerte. Me escondo detrás de unas papeleras que me cubrían pero al instante me doy cuenta que había sido una mala idea  cundo noto un ardor en mi pierna, me había cortado.- Te advertí que no deberías correr- se ríe - ahora pequeña di adiós- es lo ultimo que dice cuando  noto que me iba  desmayando poco a poco pero antes de hacerlo veo a una persona que no me esperaba ver nuca... Caleb, también veo como el individuo sale corriendo y por último veo como Caleb me dice algo mientras me coge en sus brazos.





= Irresistible tentación =Donde viven las historias. Descúbrelo ahora