Pasan dos días. Quiero descansar,luego buscare un nuevo trabajo. Al tercer día recibo una llamada, que me despierta. Contesto aun con los ojos cerrados.
-Diga?- digo soñolienta
-Señorita Maia? Maia Haias?- dice la voz de una mujer
-Con ella
-Buenos días, la llamo del hotel Ziro. Quería avisarle que el señor Matthew Hatwing, quiere acordar una reunión con usted, para el día de hoy-
-Bien, pues dígale al señor Hatwing que la ultima vez que lo vi, le deje las cosas claras- me restriego los ojos
-Señorita, no le puedo decir eso...
-Dígale entonces que no puedo hoy, ni mañana, ni pasado, ni nunca...
-Se...-se siente un ruido al otro lado de la linea- Maia- es Matthew- por favor necesito hablar contigo
-No,
-Vamos! no seas terca mujer. Es por tu trabajo
-Ya tengo otro- miento
-Eso es mentira, y los sabes. Por favor, necesitamos hablar-
-Esta bien, a las...- miro el reloj de pared- 12 estoy allá- y cuelgo la llamada.
De mala gana, voy hacia el baño y me doy una ducha, me lavo los dientes y salgo envuelta en la toalla. Me coloco un vestido azul con un cinturón café y sandalias de tacón del mismo color del cinturón, me peino y maquillo. Coloco en mi cartera todo lo necesario y salgo de la casa. Tomo un taxi hasta el hotel.
Al entrar, me recibe Robert y me acompaña hasta la oficina de Matthew. La secretaria de este le avisa y nos hace pasar de inmediato
-Robert, quiero hablar a solas con la señorita Maia- Robert me mira y asiente- toma asiento Maia- le hago caso y lo miro- Maia, quería pedirte disculpas...
-No es necesario, quiero renunciar- Matt me mira sorprendido
-Vamos Maia...-suspira- se que el otro día te trate mal, pero tienes que entender que tu no lo pusiste fácil- me encojo de hombros- Maia, disculpa, si? nos equivocamos. Como tu dijiste, en el hotel hay cámaras por todos lados, las revisamos y efectivamente Clary había colocado algo a la olla de las pastas. La citamos a reunión y ella declaro que había colocado laxante a las pastas- abro muchos mis ojos
-Sera...- me callo antes de decir la palabrota
-Para que sepas le despedimos de inmediato- asiento- por lo que te pido disculpas, de mi parte, de parte de Robert
-Disculpas aceptadas- el asiente satisfecho- puedo irme?- se le contrae la cara
-Que? no, no. Regresa por favor, como tu dijiste llevas 5 años aquí. Un trabajo impecable, sin ningún reclamo. No por algo pequeño te podrás ir
-Pequeño? me culparon a mi de algo que no fue mi culpa.
-Lo se, pero por favor regresa. Ademas te quedan 3 meses, para renovar contrato...
-Acepto, vuelvo- el parece feliz- pero anda viendo a una nueva jefa de cocina, porque luego de estos 3 meses yo me voy de aquí. Entendido?
-Pero, pero...
-Es eso o nada- el suspira
-Esta bien...
Al otro día volví a trabajar, y así seguí durante toda la semana. El fin de semana no trabajábamos, cambio de turno. Estaba tranquila en mi casa, ordenando las cosas, limpiando, hasta que suena el timbre
-Ya voy!- grito para que dejaran de tocar
Abro y quedo mirando asombrada a la persona que esta afuera
-Puedo pasar?- dice Matt
-S-si claro- me hago a un lado y el pasa
-Estas ocupada?- mira al interior de la casa
-No, no solo hago aseo. Quieres algo de beber?- el asiente- agua, jugo?
-Agua- segundos después le paso el vaso con agua. El toma un poco y lo deja en la mesita
-Bien, que haces aquí? como supiste don...- pero no termine la pregunta ya que el se lanzo a mis labios.
Al principio no respondí, ¿que hacías cuando tu jefe te besaba? el mordió mi labio inferior y se alejo de a poco
-Perdón, yo...- pero esta vez yo no le deje terminar y lo bese.
Era delicada la forma en que besaba, suave sin apuros pero iba subiendo de intensidad. Me tenia tomada por la cintura, por lo que me apretaba a el, yo le tiraba el cabello. De repente siento sus manos que descienden a mi trasero, yo rápidamente le subo las manos.
Nos separamos por falta de aire. Sentía mis mejillas rojas, y el tenia sus labios de un tono rosa. Nos miramos y volvimos al ataque. Entre beso y beso, sentí sus manos nuevamente en mi trasero pero esta vez no las aparte. Tenia calor, mucha calor. El se sentó y yo encima de el. La famosa frase de G.G.Marquez "Dile que si, aunque te estés muriendo de miedo, aunque después te arrepientas, porque de todos modos, te vas arrepentir toda la vida si le contestas que no" se me vino a la mente, por lo que tome las riendas de la situación y empece a moverme, sentía su erección.
-Vamos a tu habitación- me levanto y lo guió hasta llegar a mi dormitorio
Nos besamos, mientras nos desnudamos. Quedo solo en bragas, cuando el me pide que me acueste. El me mira y veo el deseo en sus ojos, lentamente me saca las bragas, me siento a la orilla de la cama y le saco el bóxer. Ante mi queda su erección, le toco y cuando quiero meterlo a la boca se aleja, para sacar un condón de su pantalón.
Se recuesta encima mio, sin aplastarme y volvemos a besarnos, el me toca suave, besa mi cuello, desciende hasta mis pechos, hasta mi estomago y vuelve a mi boca y así durante unos minutos, mientras yo toco su pene y me muevo bajo el. Se coloca el condón
-Vamos Maia- se pone entre mis piernas y con una sonrisa me penetra lentamente.
Me retuerzo al sentir su pene dentro de mi. El empieza lentamente mientras me mira, me besa los pechos, los muerde y empieza mas rápido. Le araño la espalda, nos besamos, y así seguimos hasta llegar al orgasmo.
Nos quedamos acostados hasta que la respiración se nos regula. El me mira y me acaricia, regaloneamos unos minutos.
-Segundo round?- me pregunta y río . Y así estamos hasta la tarde.
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Con un poquito de Sazon
Teen Fiction"-Agradece que no tengo el cuchillo en mis manos o te estaría cortando en pedacitos en este preciso momento!- grito como loca mientras me sostienen para no saltar encima de Clary. Bien, esto es algo confuso, así que les contare lo que ocurre y mas...