Capitulo 4

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Los días pasaban y de mala gana iba a trabajar. Como todos lo jueves, me reunía con los jefes para acordar los menús, y hoy no era la excepción.

Siento la mirada de Matt, pero yo no le presto atención; trato de ser la misma Maia de siempre: alegre, conversadora, para que el sepa de que estoy bien aunque la realidad sea otra.

A finalizar la reunión, todos tomamos nuestras cosas y nos proponemos volver al trabajo, hasta que Robert nos detiene

-Antes de que se vallan- dice tomando la botella de champagñe ¿cuando llego esa botella?- quiero dar un brindis por nuestro jefe- a cada uno nos pasa una copa- ya que se nos ha comprometido- todos los presente miramos a Matt, el después de mirar mi reacción baja la mirada.

¿Como que se casa? Lo sigo mirando y luego del "salud" me retiro con la excusa del trabajo. En vez de ir a la cocina, me dirijo al baño. Me miro al espejo y algunas lagrimas caen pero rápidamente las limpio. No llorare por un idiota, imbécil, capullo, mentiroso, poco hombre.

Una vez que estoy en mi casa, estoy preparándome algo para cenar, cuando siento el timbre sonar. Abro la puerta y veo a Matt. Cierro inmediatamente la puerta. Siento como suena nuevamente el timbre y toca desesperadamente la puerta. Enfadada la abro

-Que quieres?- digo de mala gana

-Quiero hablar contigo, por favor- dice mirándome

-No tenemos nada que hablar, vete!- trato de cerrar la puerta pero el lo impide

-Maia, por favor- dice afligido

-Nada de por favor. Vete no te quiero ver, ni escuchar ni saber de ti!-

-Maia...

-Cállate!- lo miro y tomo aire- usted es mi jefe, solo hablamos cosas de trabajo. No quiero problemas, así que vallase de mi casa señor Hatwing - voy a cerrar la puerta pero antes- a y felicidades por su compromiso, que sea muy feliz junto a su amada- y cierro.

Después de ese episodio, no se nada mas de Matt. Solo lo veo cuando tenemos las reuniones los días jueves, y solo intercambiamos palabras cuando es muy necesario. Las semanas van pasando, y me doy cuenta que esta semana se cumple el fin de mi contrato...mas feliz no puedo estar!

Al terminar mi turno me cambio a mi ropa: un vestido de hilo ajustado al cuerpo, mis botas largas negras, me coloco mi chaqueta. Salgo a recepción pero Robert me espera

-Maia, el señor Hatwing la quiere ver

-Tiene que ser ahora?- digo en un resoplido, el asiente- esta bien

Al llegar a la oficina, Matt me mira de pies a cabeza y traga saliva notoriamente.

-Señorita Haias, tome asiento- hago lo que me dice

-Que necesita?-

-Como sabrá, su contrato finaliza esta semana, tendremos que renovarlo- dice mirando una carpeta con mis datos

-No se moleste en hacerlo, ya no quiero seguir trabajando para usted- noto como el arruga suavemente las hojas

-Maia...-

-Si eso era todo, me retiro- tomo mis cosas-

-Ma... señorita Haias, no se retire- suelto un bufido y lo miro molesta- por que no quiere renovar contrato?

-Tengo una nueva propuesta de trabajo- miento

-De verdad? y en donde?

-Eso a usted no le interesa, esta es mi ultima semana

-Piénselo señorita Haias, le doy plazo hasta el día viernes para tomar una decisión- me mira- espero que sea la correcta

-La decisión ya esta tomada- tomo mis cosas y salgo de su oficina

Prefiero quedar sin trabajo, antes de verlo siempre y recordarme lo estúpida que fui al pensar que podríamos tener algo.

Los días pasan y llega el viernes. Me despido de mis compañeros, de mis jefes... los extrañare mucho, fueron 5 años trabajando aquí, e hice grandes amistades.

-Mañana la despedida, no?- dice Fernando. Amigo y compañero de trabajo

-No lo dudes- reímos y yo voy a cambiarme ropa. El invierno se acerca, hace frió. Me coloco mis jeans, un top y chaqueta, mis botines y salgo.

Tengo que ir a hablar con mi jefesito (notese el sarcasmo) Subo hasta su oficina y su secretaria le avisa. Al entrar el hablar por teléfono, me hace una señal de que espere y tome asiento. Hago caso.

-Si, estaré por ahí lo mas rápido posible...bien, bien...adiós- cuelga y me mira- Lo pensó señorita Haias- asiento- bien, entonces le haré el contra...

-Me iré- me mira sorprendido- como le dije hace algunos días, no quiero seguir trabajando aquí.

-Pero Maia...

-No señor Hatwing, hoy fue mi ultimo día aquí.- se toma la cabeza- así que un gusto haber trabajado para usted...

-Maia no te puedes ir- lo miro

-Cla...

-No Maia- me mira- si lo haces por lo que paso, no vale la pena. No actúes así...

-Que ha pasado? yo no recuerdo nada. Solo me quiero ir de aquí, quiero conocer nuevos lugares, nueva gente- lo miro seria

-Maia...- Matt esta exasperado- Esta bien... quieres conocer nuevas cosas...- me mira serio, enojado- entonces sigue trabajando en hotel Ziro

-Pero...

-En Malaga, España- lo miro anonadada- nuevo país, nueva gente, nueva cultura, ¿eso es lo que quieres? es mi ultima Maia. Eras una buena trabajadora, y no pienso dejar que te vallas- lo miro incrédula

-No se...

-Maia, ¿aceptas o no?- lo miro, me alejaría de el, ademas conocería cosas nuevas, nueva vida. Para comenzar de nuevo, una oportunidad así no vendrá nuevamente. Pero mis amigos, mi vida que tengo aquí...¿que hago? Lo vuelvo a mirar

-Acepto-

Con un poquito de SazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora