Solos y tristes, ya sin razones,
se quedan los corazones,
cerrados a sensaciones,
y sordos a las canciones
de una vida mal labrada.El amor los ha vencido,
sin pasión quedan rendidos,
sin penares, sin sentidos,
cercenados, deprimidos,
pero libres, no oprimidos,
sin deber a la vida nada.