Sombrío está el bosque entre azules sin brillo y olores de tierra mojada.
Sabio, dormido, durmiente, se encuentra en su centro el árbol cuyas hojas no caducan, ni permutan sus frutos con el paso del tiempo.
Estancado entre las sombras, seco y erguido permanece. Observante, distante, en lo más profundo del bosque te espera.