No es cierto que haya pasado, no es verdad, a mi no, no me digas que ha ocurrido, Tan sólo ha sido un error. Unas palabras mal dichas, una simple discusión. Pues las parejas discuten y esto jamás ha pasado.
Cuando despierte mañana, la pesadilla habrá acabado.
Esta es tu fase de miedos, tu fase de negación. Tus emociones te asfixian, te invade la desazón.
Siento lo que ha sucedido, tal vez sea lo mejor. No os veía felices, más no me atrevo a decirte que el amor se os acabó.
Por favor, que no suceda, vuelve, perdona, no lo hagas, te estas equivocando mucho, soy lo mejor para ti. Seré para ti quien tú quieras, porque no es eso lo que tú quieres, ¿no lo ves? Nada hay mejor que yo.
Por tus fases ya caminas y ahora habla el estrés de la pérdida, y huyes y a una quimera te aferras. No lo sabes, pero hierras. Olvida la súplica y sigue, no te estanques continúa.
¡
Jamás debió ocurrír! ¡Lo di todo y tú nada! ¡Sal de mi vida ahora! ¡Desaparece, escapa! ¡Te desprecio, te odio, no te amo! ¡Has roto mi corazón!
En estas tus fases, de pronto, la ira se manifiesta. Grita fuerte, no te prives, culpa a quien quieras, no importa. Mañana por la mañana ya no quedará ira. Ahora duele y casi mata, y quema como nada, pero te alivia.
Nunca jamás nadie hubo, tan perfecto como él. Nunca por mi alguien sostuvo mi corazón tan cerca suyo. No palpitará ya a su lado, jamás rendirá movimiento; breve será el instante y eterno será mi lamento.
Idolatras una sombra, ya no está, amiga, se ha ido. Deja de negar lo evidente. No sufras por lo que ha sido.
Levanta tu cabeza y mira al frente de tu propio espejo. Esa eres tú, mírate, eres bonita por dentro, eres preciosa por fuera. No justifica nada, que no te quieras un poco.
Aprende a vivir sin él, pues una vida te espera. Comienza ya el movimiento, pues quien espera, desespera.
Deja atrás tu ansiedad, da pasos firmes sin él, resurge entre tus sombras.
Dale espacio, no le hables, no le llames, no le mires, no hagas que lo que es duro, más duro se convierta.
Hace ya algún tiempo que salgo. Volví a volver al cine. ¿Recuerdas aquellas películas que siempre dije? Romances apasionados, palomitas dulces y tristes, fue toda una experiencia ¡y lo pienso repetir!
He empezado a salir sola y lo hago para mi. Ni siquiera recordaba en qué consistía salir.
Anoche quedé con amigos, me reí como una loca, descubrí que aún me quieren, aunque esté sola. Pero, ¿sabes qué te digo? No es tan malo, no lo creas, descubrí aficiones que antes estaban aletargadas.
Con él había cosas que jamás pasaban.
Querida amiga, te informo, que en fase de aceptación, renuevas tus pensamientos, recuperas sensaciones, comienzas de nuevo vida, y renuevas viejas pasiones que tenías olvidadas. Estaban ahí para ti. El cambio ya se avecina y con él, la última fase. Poco a poco, ve sin prisa, disfruta a sorbitos la vida.
¿Sabes qué es lo que te digo? Que todo ha pasado ya. El tiempo cerró las heridas, y las vi cicatrizar.
Aquello no fue mi culpa, tampoco la suya, creo, pues vivimos una historia con aciertos y con errores, con dicha y lamentaciones.
Ahora sé que él también sufrió y he creído comprenderlo. Pues la vida no es sólo dicha: es continuo aprendizaje y olvidarse de tormentos.
El otro día lo vi, coincidimos entre amigos, pudimos hablar de nuevo, sin rencores ni suplicio, sin exigencia y sin mordaza, sin dolor de corazón.
Que si una cosa no funciona, es mejor dejarla ir, que la vida abierta espera con sus brazos, tus abrazos. Y que el amor nunca falta a quien sabe aprender y todo lo que evoluciona lo hace siempre para bien.
Amiga mía, me alegro de ver que has llegado a esta fase. Ya lo has superado todo y queda el aprendizaje.
Vivir mil vidas no puedes, pero sí aprender de esta.
En la vida te levantas siempre que te tropiezas.
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