[B.A.P] «fishing for love».

Capítulo 4

Miércoles 12 de febrero, 2014.

Toda la clase aplaudió al haber presentado por fin el examen final de Metafísica, había sido un semestre intenso y de mucho pensar, pero el maestro los había sorprendido con un parcial trabajable y ameno. Yongguk se levantó de su pupitre y se dirigió a la puerta, pero el señor Kim llamó su atención.

-Yongguk, tu ensayo me pareció bastante ingenioso -dijo sonriendo, el menor asintió en un gesto de agradecimiento-. Tú siempre tan serio... Me preguntaba si te querías unir el siguiente semestre a un grupo de debate filosófico con estudiantes de otras universidades, será un proyecto grande organizado por otros profesores e investigadores, ¿te interesa?

El moreno lo miró sorprendido, aunque debido a su incapacidad de expresarse el mayor interpretó aquello como un "no me interesa".

-¿Supongo que no...?

-Me gustaría mucho, profesor Kim.

El hombre rio satisfecho y despidió a su alumno, indicándole amablemente que esperaba verlo el semestre entrante. Yongguk salió de su aula estirando el cuello, sintiéndose un poco liviano al estar a nada de unas vacaciones, solo le quedaba un examen el día de mañana y se iba a declarar libre. De pronto, unos brazos lo rodearon por el cuello, tratando de estrangularlo, pero él no se inmutó.

-Maldito Bang Yongguk -farfullaba su mejor amigo intentando ahogarlo, pero eran más las cosquillas que le hacía.

El mayor se separó lentamente y miró a su castaño amigo, quien se veía bastante enojado.

-Pareces un pez.

-¡Yongguk! -explotó Youngjae, haciéndole enarcar una ceja de la impresión-. ¿Por qué no has ido a buscarme los últimos días?

El aludido se rascó detrás de una oreja y empezó a caminar, siendo perseguido por un chico bastante quejica. Se contuvo de responderle que había tratado de buscarlo pero éste siempre le evitaba, aun así le alegraba ver que aquel ruidoso niño había ido por él.

-He estado ocupado.

-¡Pudiste haberme escrito o llamado! -parecía una chica enfadada con su novio porque no le presta demasiada atención-. Te estoy hablando.

-Y yo te estoy ignorando.

Youngjae infló los cachetes y se cruzó de brazos, parando en seco.

-Hoy tendré una cita -dijo fuerte y claro para que el otro le escuchara.

Yongguk se detuvo y lo miró de arriba abajo, empezó a aproximarse lentamente hacia él y el menor, por alguna razón, y por primera vez en mucho tiempo, se sintió nervioso ante tal cercanía. El moreno se acercó a su oído, susurrando:

-Si fuera verdad no me lo hubieras dicho.

Entonces se separó y siguió su camino, el castaño se congeló un rato y volvió en sí, para después perseguirlo hasta la salida de la universidad. Aunque lo cierto es que Youngjae había dicho la verdad, simplemente se le había escapado al ver que su mejor amigo, el que siempre iba a buscarlo cuando peleaban, no parecía contento de verlo. Algo había ocurrido. Caminaron juntos hacia el restorán y saludaron al señor y a la señora Park. A Youngjae siempre le pareció que ambos eran una pareja muy bonita, ella con su piel tersa y pálida, y él de brazos fuertes y expresión cariñosa. El lugar estaba vacío, así que ambos jóvenes se sentaron en una mesa.

Su horario los miércoles era casi similar, por lo que acompañaba a su amigo al restorán en la hora del almuerzo y luego regresaban a la universidad a las dos de la tarde para retomar con sus clases. El castaño reposó los codos en la mesa y alargó las manos para tomar las del contrario.