Capítulo 37

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Daehyun cerró la puerta de su casa luego de despedirse de su hermana y su cuñado y caminó hacia el ascensor para ir a estudiar. Esperó a que la máquina subiera mientras estiraba el cuello y su mente se iba al día anterior, pues luego de ver a Youngjae su día se había convertido en una gran mierda a pesar de que nada malo había pasado, sencillamente lo había sentido así. Se presionó los ojos con los dedos y suspiró, estaba tan cansado, ¿quién iba a pensar que una situación como esa podría angustiar tanto? ¿O el problema era que él se dejaba llevar muy fácilmente? Levantó la vista cuando las puertas se deslizaron y su cuerpo se heló cuando Himchan salió del amplio cubículo.

Pese a estar fuera, el aire se tornó incómodo entre ellos y un manto de tensión los envolvió. El menor sabía que era su culpa.

—Hola, hyung —saludó, sonriendo con esfuerzo.

—Hola.

El moreno lo pasó de largo y fue directo a su casa. Daehyun soltó una maldición y corrió tras él, tragando fuerte al llegar a la puerta cerrada del apartamento de su mayor y presionar el timbre. No sabía cómo lo iba a recibir, esperaba que no le golpeara. La cara enojada de Himchan al recibirlo le confirmó que la había cagado.

—Ah, eres tú, Jung Daehyun —exclamó sin muchas ganas—. ¿Se te ofrece algo?

El menor miró al suelo, rendido, y dobló su espalda en una leve joroba.

—Yo... perdón por haberte hablado tan mal —apretó sus puños—, no es justo que me desquite contigo y deje que mis problemas personales arruinen mis relaciones con los demás, y más con alguien tan importante como lo eres tú para mí.

Himchan lo observó queriendo hacerse el duro por un rato más pero no lo logró. Botó una exhalación y abrió más la puerta de su apartamento.

—Me sacas de quicio —sonrió cuando el pelidorado le miró esperanzado—, ¿quieres pasar o vas de camino a la universidad?

—Voy saliendo, pero voy con tiempo.

Entró al lugar del mayor y sonrió, la casa de Himchan era muy reconfortante. Tenía cuadros con gran variedad de flores y plantas pintadas y las paredes eran de colores naturales y tierra. Entraba más luz que en la casa de su hermana y tenía muchísimo más estilo que ella, se avergonzaba de ser un Jung. El mayor se descalzó de sus zapatos y se sentó en el comedor con los brazos cruzados sobre el vidrio de la mesa, mirando a su improvisado invitado.

—Así que... ¿quieres hablar?

Daehyun apartó los ojos de una foto oculta tras un par de suculentas del joven Himchan con los que parecían ser sus abuelos, aquélla siempre había sido su fotografía favorita de las pocas que había en todo el apartamento. Corrió una silla y se desplomó en ella, con los hombros hundidos.

—¿Qué quieres que te diga?

—No sé, cómo te sientes, ¿quizá?

El menor torció los labios y se revolvió el cabello. Quería teñirlo de otro color.

—Agh, estoy un poco... confundido —suspiró—, toda esta mierda de que te guste alguien es demasiado agotadora.

—Ah, ¿hablas de Wooshin? Digo, ahora vas tras él ya que Jae te tiene decepcionado.

Daehyun le miró como si hubiera dicho una gran ridiculez.

—Yo no voy tras Wooseok —reprochó.

Himchan rio con malicia y sacudió la mano.

—Oh, no tienes que avergonzarte, Dae. Sé por experiencia que Youngjae es desagradable, egoísta y fastidioso... un total dolor en el culo.

El menor se levantó precipitadamente, su rostro de confusión había pasado a uno de enfado.

[B.A.P] «fishing for love».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora