[B.A.P] «fishing for love».

Capítulo 29

Miércoles 2 de abril, 2014.

—El que sigue.

Daehyun inhaló hondo, bastante agitado, y soltó el aire estirando el cuello. Al ver que nadie acudía a su llamado, apartó la vista del piso del cuadrilátero y se aproximó hacia una esquina, observando a todos los chicos del grupo de boxeo, quienes intercambiaban miradas nerviosas y otros evitaban hacer contacto visual con el pelidorado. Y es que cómo no estar un poco inquietos si Jung Daehyun llevaba entrenando desde las ocho de la mañana sin parar, llamando al cuadrilátero a todo aquel que recién llegara, sin concederles siquiera cinco minutos para calentar. Los presentes estaban un poco asustados, era ya el medio día y el muchacho no parecía cansarse, se le veía molesto, había luchado ya con todos varias veces y la mayoría estuvieron de acuerdo en que sus golpes se hacían cada vez más fuertes. No exageraban, tenían miedo.

Daehyun gruñó, exasperado. Bajó de donde estaba, fulminándolos a todos, y apretó las manos en duros puños para después juntar sus palmas y hacerlas chocar fuertemente.

—¡Siguiente!

Sintió un trapo mojado que le impactó en toda la cara y le obligó a retroceder un par de pasos.

—¡Qué diablos! —se quitó la toalla de la cara, pasándose la mano para retirar el exceso de agua y miró a los gemelos que se habían parado frente a él, señalándose el uno al otro como diciendo "él fue".

Daehyun resopló, lanzando el trapo al suelo, el rostro todo fruncido por la rabia.

—¿Qué carajos te pasa? —preguntaron al unísono.

—¿Te volvieron a romper el corazón? —se lanzó uno de los gemelos.

El pelidorado desvió la vista hacia el suelo, su expresión resaltaba el enojo y la tristeza entremezclados. No pudo evitar sentirse como un fracasado cuando los gemelos suspiraron un derrotado "ah...", como si ya se lo esperasen.

—¡Te dije que volvió a irle mal en el amor! —casi gritó el del tatuaje sin poder evitarlo—. Me debes diez mil wons.

El mayor los miró con desprecio y los dos bajaron la cabeza.

—Perdón... —corearon.

Daehyun decidió ignorarlos y caminó hacia el grupo de jóvenes sudorosos, todos se tensaron cuando el pelidorado los miró como si fueran unas ratas.

—Tomen un descanso de diez minutos —expresó con voz autoritaria.

—¡Y una mierda! —un chico rubio llamado Jackson salió del conjunto y encaró al mayor, pues él era menor que Daehyun—. ¿Desde cuándo estás a cargo?

El pelidorado levantó la barbilla, le sacaba un par de centímetros más al rubio.

—Desde que tú no has podido vencer a ninguno de los del club.

Jackson agarró al contrario de la camisa y le dio una fuerte sacudida.

—¿Quieres pelear?

—Wow, wow, wow —los gemelos intervinieron y los separaron con esfuerzo—, deberían calmarse.

Arrastraron a su hyung hacia una esquina de la estancia, lejos del montón de chicos que murmuraban con el rubio y suspiraban por obtener al fin un poco de descanso. Huh Gak y Huh Gong —como se llamaban los gemelos— empujaron a su amigo sobre un banco.

—No estás siendo tú —pronunció Gong, el hermano mayor.

—Yo siempre he sido así —se defendió el pelidorado, enfurruñado—, que ustedes no me conozcan bien es muy diferente.