Halley montó una fiesta en su casa y Lea se quedó a dormir. Era su mejor amiga y quizá por ello no fueron a la universidad en metro aquella vez. Porque Lea hubiese visto a Connor y Connor hubiese visto a Lea. Y aquello no hubiese terminado bien, no para Halley.
Mientras tanto, una anciana se sentó frente a Connor en el último vagón y este se preguntó dónde estaría la bonita y pequeña chica que solía distraerle con su castaña mirada.
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En el último vagón del metro de las siete y cuarto.
Короткий рассказHalley y Connor nunca han hablado, sin embargo aquello no es realmente importante. Una mirada es más importante que un par de palabras vacías.