El viernes ambos se empapaban del otro, se miraban con detenimiento e intentaban retenerse mutuamente en la mente del otro por el resto del fin de semana.
Los sábados deseaban la llegada del lunes.
Los domingo dormían temprano para hacer al lunes llegar con más rapidez.
Los lunes se volvían a encontrar e incluso alguna tímida y risueña sonrisa asomaba en sus labios.
Alrededor de tres meses habían pasado ya desde la primera vez.
ESTÁS LEYENDO
En el último vagón del metro de las siete y cuarto.
Cerita PendekHalley y Connor nunca han hablado, sin embargo aquello no es realmente importante. Una mirada es más importante que un par de palabras vacías.