47. ¿Amor?

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Lo miré fijo por unos cuantos segundos... no puedo entender como alguien así puede ser mi padre. Cómo mi madre pudo amar a esta basura.


—Ya no más, Yesung — le dije. Él sonrió de costado y se acomodó mejor en su silla.

— Creo que va a ser mejor que pienses en el bien de tu madre. — me habló.

Ahora yo sonreí de la misma manera torcida y perversa que él.

— Ya no puedes hacerle daño — le aseguré. Su sonrisa se desvaneció lentamente.

— Dime — dijo mientras se ponía de pie – ¿Qué te llevó a tu madre? – No contesté y sólo me dediqué a mirarlo fijamente — Sé que ese jovencito con el que estás últimamente consiguió el número de tu madre...


— No es ningún tonto... ya sé que intentaste manipularlo ayer, no te funcionó ¿verdad?– Reí levemente — Él no es como los demás. Ya no tienes poder sobre mí. Se terminó.


Se puso de pie y salió de atrás de su escritorio. Se acercó a la biblioteca y comenzó a mirar los libros que allí estaban. Él podía llegar a ser tan cínico, tan frío... tan distante.

Luego de que mamá se fue aprendí que lo único que podía recibir de Kim Yesung eran órdenes y amenazas. Se giró a verme y volvió a sonreír.

— Voy a demostrarte que puedo ser generoso, Jonghyun – dijo y volvió la mirada a los libros – Tienes un poco de tiempo para jugar a 'la casita' con la ramera de tu madre...

— Bastardo – lo interrumpí — Ella no es una ramera.

— No me interrumpas, hijo, sabes que no me gusta – respiré profundamente tratando de no perder el control – Como te decía, tienes un tiempo para jugar a 'la casita' con tu madre y divertirte con ese muchachito.

— Sabes que ya no es cuestión de tiempo... se terminó, ya no más amenazas estúpidas y ese tipo de cosas — dije. Volvió su vista a mí, se notaba que ya estaba perdiendo la paciencia.

— ¿Sabes? Sé a qué jardín va Minhee – me paralicé y mi cuerpo se tensó – Es una niña muy linda, se parece a tu madre. Le gustan mucho los dulces, ella me lo ha dicho.

— Gusano — musité por lo bajo.

— Por eso mismo, piénsalo bien, hijo... no me molesta que estés con Kibum, una pequeña diversión no te viene mal... pero lo mejor va a ser que dejes la loca idea de estar cerca de tu madre y de ese infeliz – sonreí ante la forma en que llamó a Junsu.

Reí divertido y él me miró con furia.

— Padre, padre, padre — dije calmando mi risa — No sé si has visto a tu alrededor últimamente pero, si no, aquí tienes una noticia: ya no me controlas ni me controlarás.


— No estés tan seguro de eso — dijo apretando los dientes.


— Puedes meterte tus amenazas en donde más se te acomoden — le dije con una sonrisa.

— Puedo hacerlo mucho mejor, hijo, te sorprenderías.

— ¿Sabes? — Dije sin dejar de sonreír — He visto cómo está mamá... y debo decirte que alejarla de ti ha sido lo mejor que has podido hacer en este mundo. Así que, sin rencores... papi, todo está bien. Jun le ha dado todo lo que tú jamás pudiste darle en la vida – lo vi ponerse rojo del coraje, y eso me llenó de satisfacción – Cuidado, papá, creo que estas a punto de tener una embolia. Cuídate, ¿sí?... ya estás viejito, no debes pasar corajes.

Arriesgada Adicción • JongKey  [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora