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Una vez en casa miré mi móvil, tenía varios mensajes. Leí primero los de Raquel y le contesté para vernos luego. Tenía muchas ganas de quedar con ella ya que hacía mucho que no nos veíamos fuera del instituto, aunque seguro que se pasaba media tarde interrogándome sobre mi estancia en casa de Tyler. Era muy cotilla y muy soñadora, lo más probable es que se hubiera imaginado en su cabeza una historia de amor entre Tyler y yo, seguro que ya estaba planeando nuestra boda, ella era así. Le encantaba emparejar a la gente, menuda charla me esperaba, siempre me tocaba bajarla de las nubes.

Tenía otro mensaje de alguien que no sabía quien era.

- Desconocido: ¿No te has dejado algo?

- Marta: ¿Quién eres? ¿Un psicópata? ¿Un loco? ¿Un secuestrador?

- Desconocido: Esto ... no soy ninguna de esas cosas. Creo que ya lo has podido comprobar.

- Marta: ¿?¿?¿?

- Desconocido: Llevas desde ayer en mi casa. Viendo películas, durmiendo, hoy has comido conmigo, ...

- Marta: ¿Ty?

- Marta: Digo Tyler, perdón.

- Desconocido: El mismo

- Falso Peeta Mellark: Y perdón ¿por qué?

- Falso Peeta Mellark: Ese es mi nombre. Ty, Tyler, Falso Peeta, ...

- Marta: ¿Cómo sabes que te llamo así?

- Falso Peeta Mellark: No lo sabía seguro, pero ya me lo has confirmado. Me pareció escucharlo un día. Seguro que es el nombre que me has puesto de contacto.

- Marta: No ... que va ...

- Tyler "no soy Peeta": Seguro que lo acabas de cambiar.

- Marta: No ... que va ...

- Tyler "no soy Peeta": Y me puedes decir Ty.

- Marta: ¿Si?

- Tyler "no soy Peeta": Sí. De hecho, prefiero eso a Falso Peeta. En casa, como ya sabes, me llaman así y mis amigos también, hasta tu madre, jejejeje.

- Marta: Eso quiere decir ...

- Tyler "no soy Peeta": Eso quiere decir que lógicamente no eres una desconocida o alguien que me caiga mal. ¿Acaso crees que dejo que cualquiera toque mi pack especial de Los juegos del hambre o babee mi sofá mientras suspira y nombra a Peeta en sueños?

- Marta: Eso es mentira, yo no babeo. Ni hablo dormida.

- Marta: No lo hago ¿no?

- Marta: Dime que no lo hice.

- Ty "no soy Peeta": No. Pero no me extrañaría viniendo de ti.

- Marta: Por cierto, ¿cómo has conseguido mi número?

- Ty "no soy Peeta": Tengo mis contactos ...

- Marta: Adán.

- Ty "no soy Peeta": ... sí.

- Ty "no soy Peeta": Y volviendo al tema principal. ¿No te has dejado algo en mi casa? Te has tenido que dar cuenta, sino eres aún más despistada de lo que creía.

- Marta: Un calcetín.

- Ty "no soy Peeta": Exacto.

- Marta: Es que no lo encontraba.

- Ty "no soy Peeta": Estaba detrás de la cama. Lo que no sé es cómo ha llegado hasta allí.

- Ty "no soy Peeta": Si me lo hubieras dicho podría haberte dejado unos míos, para que no te fueras con uno solo.

- Marta: No pasa nada.

- Marta: ¿Y cómo es el calcetín que me he dejado?

- Ty "no soy Peeta": ¿Eh? ¿Lo dices en serio? Sólo tienes que mirarte el otro pie.

- Marta: Eso no funciona conmigo. Nunca llevo calcetines iguales.

- Ty "no soy Peeta": Clarooo ... lo más normal del mundo ...

- Ty "no soy Peeta": ¡Loca!

- Marta: ¡Falso Peeta!

- Ty "no soy Peeta": Que rara eres.

- Ty "no soy Peeta": Perdón, mentalmente desorientada.

- Ty "no soy Peeta": Te lo llevo el lunes.

- Ty "no soy Peeta": Por cierto, es amarillo con piñas.

- Marta: Gracias. Nos vemos.

Me di cuenta de la hora y pegué un bote. Iba a llegar tarde. Raquel me mataría.

Por suerte no me mató, ella había perdido el autobús y acababa de llegar. Eso sí, me acribilló a preguntas. No había terminado de responder una cuando ya me hacía otra.

- Raquel, baja el ritmo. Te va a dar algo, o a mi.

- Es que es tan emocionante.

- ¿Emocionante? Más bien fue extraño.

- Pero ¿te lo pasaste bien? ¿Son majos sus primos?

- Sí y sí. Te presentaré a Simeón, también le gusta mucho hablar y hacer preguntas como a ti.

Atracamos (no literalmente) la tienda de chucherías y nos sentamos en un banco a seguir hablando. Antes solíamos ir al cine la mayoría de las veces que quedábamos, pero ahora teníamos que aprovechar para ponernos al día.

- Entonces ¿te gusta? - siguió mi amiga.

- ¿Quién?

- El sexy Tyler.

- ¿El falso Peeta? No.

- ¿Prefieres a Peeta, alguien que no existe, a Tyler?

- ¿Qué pregunta es esa? Claro que prefiero a Peeta. Es tan ... ¡perfecto!

- E imaginario – añadió Raquel.

- Y tú muy cruel, y no del bueno. Ahora cuéntame sobre tus chicos ¿Ya te has decidido?

Mi amiga estaba en una encrucijada, le gustaban dos chicos y al parecer ambos le correspondían. No se atrevía a salir con ninguno por si luego se arrepentía de su elección, pero no podía dudar siempre, en algún momento tendría que tomar una decisión.

Me enumeró los pros y contras de cada uno aunque dejó en claro que no le importaba nada de eso. Al final, como siempre se dejaría llevar por el corazón, y metería la pata, como siempre.

Sus padres vinieron a recogerla y me llevaron a casa. La cual seguía estando vacía.

Encontré helado y lo saboreé viendo una película, después me fui a dormir. Estaba cansada, no había hecho gran cosa pero había dormido poco la noche anterior y eso me pasaba factura.

¡No eres Peeta!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora