Maybe - Bluepulse Fanfic

3. 3:00am

El techo de mi habitación parece lo más interesante que mirar desde hace unas horas. ¿Me estaré volviendo loco? Suspiro deseando saber qué hacer pero por más que lo intente no puedo.

Tomo mi celular y marco el único número que me sé de memoria.

-¿Aló? -murmura una voz adormilada.
-¡Hermano! -digo sonriendo o al menos intentándolo.
-¿Jaime? ¿Por qué llamas a las 3:00 de la mañana? ¿Pasó algo? ¡Joder!

Muerdo mi labio inferior sintiendo algo de culpa, ni siquiera sabía la hora, mientras marcaba no me fijé en ello. Pero estaba hablando con mi mejor amigo, ¡Tenía derecho!

-Lo siento, Tie... es que...
-¿Es muy importante?
-Si no lo fuera no estaría despierto a estas horas.
-Tienes razón... ¿Quieres venir?
-Abreme, ya estoy afuera.

Escucho su gruñido y yo río levemente. Mientras hablábamos iba camino a su casa, lo sé, soy el mejor amigo del mundo.

Ahora Tie vivía sólo, a sus cortos 19 años había logrado independizarse. Me sentía orgulloso de él.

-¡Eres un confianzudo, Jaime Reyes! -exclama antes de cortar y abrir la puerta.

Sonrío ante lo que dice y sin esperar a que me invite entro a su hogar, justo como Bart lo había hecho anteriormente. Tie cierra la puerta y se gira hacia mí.

-Yo también me alegro de verte, amigo -digo sentandome en su sillón.
-¿Qué pasó? -pregunta cruzandose de brazos.
-Yo...

Suspiro, ¿Cómo le digo todo lo que sucede conmigo? Es tan complicado...

Sugiero que lo cuentes de la misma forma en la que se lo contaste a Milagro.
Oh, buena idea.

-¿Tú qué? -pregunta caminando hacia la cocina y de reojo logro ver que saca dos cervezas.

Camina hacia el sillón y se sienta en este junto a mí. Tie me ofrece una cerveza y niego recordando la promesa que había hecho con Bart acerca de que beberiamos alcohol por primera vez juntos, luego le hice prometer que eso sólo sucedería una vez que él cumpliera los dieciocho años, definitivamente yo no quería ser una mala influencia para él.

Y bueno, aquí estoy otra vez pensando en él. ¿Cómo es que mi mente se dirige a él con cualquier tema de conversación? De seguro si ahora Tie me ofrece pizza yo recordaría aquella vez que Bart y yo intentamos hacer una y terminamos limpiando la cocina de los Allen como castigo por haber hecho un desastre total.

-Ah... Tie llamando a Jaime -dice pasando una mano en frente de mis ojos.
-Lo siento... sólo me perdí en mis pensamientos.

Jaime Reyes, no te perdiste en tus pensamientos sino en B...
¡Lo sé! No es necesario que me lo recuerdes.

-Hermano, dime qué sucede.

Noto que en algún momento Tie ha dejado una de las dos cervezas en la mesa mientras que ahora bebe la otra.

-Yo... creo que me gusta alguien.
-Ese alguien no es Cassie, ¿Verdad?
-Exactamente.
-¡Por fin! -grita alzando sus manos en signo de victoria.

¿En serio todos se sorprenden de que me guste alguien más?

-Y dime, ¿Quién es la afortunada y qué hizo para tenerte así de loco?

Siento un pequeño nudo en mi estómago.

-Eh... bueno -río nervioso mientras comienzo a jugar con mis dedos.
-¡Sueltalo de una vez!
-¡Me gusta Bart! -exclamo sin haberlo pensado antes.

Se crea un pequeño silencio que yo considero incómodo pero parece ser que mi mejor amigo no lo ve de esa forma y es que está demasiado ocupado perdido en sus pensamientos como para notarlo.

¿Así de tonto me veía yo hace un rato?
Sí.

Miro a Tie que luego de estar unos segundos en su pequeño shock ríe.

-¿Cómo no lo vi venir?
-¿Qué?
-¡Era muy obvio! -dice sonriendo-. Por supuesto que te gusta Bart, idiota, siempre te ha gustado.
-¿Qué?

Él suspira.

-Lo que no entiendo es... ¿Cuál es el problema de que te guste?
-No sé si me gusta.
-Lo acabas de afirmar.
-Sí pero... es algo que no puedo explicar.
-¡Te gusta!
-Pero ¿Cómo? Me di cuenta recién hoy de que tenía ciertos sentimientos.
-Ya, ¿Y? Llevas más de un año sintiendo eso.
-¿Qué?

Él suspira, de nuevo.

-Es obvio, Jaime. Siempre intentabas pasar más tiempo con él siendo que le veías seguido gracias a las misiones con el equipo...
-Eso era porque le consideraba mi amigo.
-Eso creí yo también pero nunca fuiste así conmigo o alguno de tus amigos.
-Ay Dios... soy un idiota.
-Dime algo que no sepa.

Le fulmimo con la mirada.

-¡Es en serio!
-¿Y por qué dices eso?
-Hoy... bueno, el escarabajo fue quien notó mis sentimientos y yo me volví loco por lo que terminé corriendo a Bart de mi casa.
-¡Eres un idiota! -golpea mi nuca con un poco de fuerza-. Ahora, ¡Ve por el chico o alguien más lo hará!

Le miró unos segundos hasta que se levanta tomando mi mano para así hacer que me levante del sillón.

-En serio, vete y no vuelvas hasta haberte reconciliado con él... o mañana por la tarde porque realmente quiero dormir ahora.

Cierra la puerta y es entonces que sé lo que debo hacer.