Maybe - Bluepulse Fanfic

2. ¿Sentimientos?

Suspiro al escuchar el timbre de mi casa sonar y es que me encuentro lo suficientemente agotado como para no moverme en un año... nah, mejor que sean diez.

—¡Ya voy! —grito cuando el timbre no deja de sonar repetidas veces. Me levanto prezosamente y camino a la puerta, no me sorprende para nada el encontrarme con Bart Allen, lo que sí me sorprende es el encontrar humo saliendo del timbre.— Ah...

—Hola —sonríe para luego entrar a mi casa usando su super velocidad.

—Sí, Bart, sientete libre de entrar a mi casa sin mi autorización —respondo.— Por cierto, ¿Debería preocuparme por mi timbre?

—No lo sé, creo que lo sobrecalenté... pero, ojo por ojo, zapatos por timbres.

—Así no era —cierro la puerta sin evitar el sonreír y es que me alegra mucho ver a Bart.

Jaime Reyes, estoy detectando sentimientos no queridos hacia Bart Allen. Recomiendo destruirlo.

—¡¿Qué?! —exclamo frunciendo el ceño.

—¡Eso mismo dije! —responde mi amigo sentado en el sillón.

—Deberías irte —Murmuro sin lograr procesar correctamente las palabras del escarabajo.

—¿Qué?

—Ahora.

—Pero acabo de llegar...

—¡Bart! —grito apuntando a mi puerta y en menos de un segundo le veo desaparecer claramente herido por mi actuar.

¿Qué demonios me está pasando? Pongo mis manos en mi rostro y gruño, no, no, no ¡No! Por supuesto que Kid Flash no me gustaba y nunca me gustaría.

—Escarabajo... ¡Te equivocas!

—¿Debería preguntar qué acaba de pasar? —pregunta mi hermana haciendo que de un pequeño salto.

—¿Hace cuánto que estás allí?

—Lo suficiente como para tener un gran signo de interrogación sobre mi cabeza.

—Tal vez... necesite un consejo —respondo con timidez.

*  *  *

—¡Claramente eres bisexual! —exclama mi hermana.

—¿Qué? Pero, ¿Cómo?

—Simple, te gustan las chicas y los chicos.

—No lo sé... —murmuro y luego recuerdo la verdadera razón por la que necesito un consejo.— ¡Ni siquiera me estoy cuestionando mi orientación, Milagro!

—¿Entonces?

—Bart... Él... como que me gusta.

—Eso es genial, ya era hora de que superaras a Cassandra.

—¡Milagro!

—¿Qué?

—¡Estoy confundido!

Veo cómo ella suspira y mira el techo pensativa.

—Los shippeo tanto... —murmura.

—¿Nos shippe...qué?

—Nada, hermanito. Yo creo que deberías de empezar por disculparte, fuiste un idiota hoy.

—Lo sé, ¿Algún otro consejo?

—Usa condón —suelta una risita y con rapidez corre a su cuarto.

El consejo de Milagro tiene 99% de efectividad, Jaime Reyes.

Llevo mis manos a mi rostro. Joder. Esto es tan embarazoso.