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Scarlett temblaba, ¿es qué se había enamorado?. No podía ser, no para ella.

Jeff, Jeffrey Woods, Jeff the Killer; un asesino psicotico. Deberían temerle y no amarle; pero Scarlett ya no pensaba de ese modo.

Scarlett miraba el edificio del manicomio; no juntaba el valor como para entrar. Ya iba 10 minutos tarde. Tenía que entrar... no quería hacerlo, pero, debía hacerlo.

Los tacones de Scarlett se escuchaban y todos los doctores, especialistas y pacientes volteaban a verla. Ella amaba ser el centro de atención, pero ese día solo quería pasar desapercibida, por lo cual sus pasos se volvieron más largos y rapidos.

Scarlett estaba huyendo de todos, pero, se paro en seco cuando llego a la puerta de la habitación de Jeff.

Ella estaba separada de él, solo por una puerta, la cuál nunca antes le había parecido tan fragil y pequeña. Sudor frío recorría su espalda y sus dedos temblaban mientras lentamente acariciaban la chapa de la puerta.

Finalmente se abrío...

Dentro del cuarto, estaba Jeff recostado en una especie de camilla, totalmente amarrado y al parecer lo habían estado sedando.

- ¿Qué sucede?.

Esas palabras fueron lo unico que se escuchó por parte de Scarlett.

- ¿Dónde estaba? señorita Stevens -una mujer con voz seria hablaba con severidad-.

La mujer que hablo era nada menos que la directora del manicomio. Una mujer afroamericana, con cabello corto y ojos oscurecidos por los años.

Scarlett solo había hablado con ella el día en que le contrataron, el que ella estuviera ahí, era una mala señal.

- ¿Qué sucedio con Jeff?.

Scarlett no pudo evitarlo y la pregunta se formulo en sus labios con mucha preocupación.

- La que hace las preguntas soy yo -respondío la mujer y con un tono de ironía añadío- a propósito, ¿Jeff?, ¿desde cuándo es tan cercana a nuestro paciente?.

Esos comentarios dejaron a Scarlett sin aliento.

- Sea profesional y ocupese de su paciente -terminó la mujer y salío del cuarto junto con todos los que estaban vigilando a Jeff-.

Scarlett en cuanto se quedo con Jeff, sintío como todos sus instintos la hicieron correr a Jeff, el cual estaba dormido.

Al encontrarse junto a Jeff, se acerco a él y acaricio su cabello negro y maltratado, delineo su sonrisa cortada con las llemas de sus dedos; disfrutaba el tacto de la piel y sentía su corazón salir de su pecho, mientras recostaba su cabeza en el pecho del psicotico hombre dormido.

Ella se recostó con mucho entusiasmo, pensando en lo mucho que deseaba que todo sucediera en otras circunstancias.

De pronto Scarlett sintío como una mano acariciaba su cabeza y se entrelazaba por sus cabellos.

- Pensaba que tal vez no vendrías hoy y por eso intenté salir, pero, lograron inyectarme algo y creo que me quedé dormido -la voz ronca y suave del psicopata la estremecio- lo siento.

Scarlett lo decidió justo en ese momento y dejando de escuchar a su razón, eligío lo que anhelaba su corazón.

- No me casaré -su voz fue firme- hoy hablaré con él y mañana prometo llegar temprano, solo ten paciencia y esperame.

Jeff suspiro y permanecio en silencio presionando un poco más a Scarlett en su pecho.

- Quiero estar contigo.

Manicomio LIBRO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora