Capítulo 5

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Era sábado por la tarde, tercer día desde su mudanza y Alex había decidido ponerse en acción.

Sara regresaba cargando los paquetes de las compras, había aprovechado para proveerse de alimentos ya que era su día libre en la florería.

Cuando estaba llegando a su hogar vio a su nuevo vecino en la puerta, parecía estar esperándola y la muchacha gimió internamente, el día anterior lo había eludido y hubiese preferido que siguiera siendo así.

Aquel hombre la incomodaba, cada vez que lo veía su imagen se yuxtaponía a la de Alexander. Además desde el accidente ella se había sumido en una especie de letargo que la mantenía a salvo del dolor y extrañamente sentía que Max amenazaba con despertarla y enfrentarla a sus peores temores.. Sin embargo, no podía huir toda la vida, porque además no podía evitar sentirse atraída hacia él. Como si al mismo tiempo que intentaba alejarse fuese arrastrada por una ola invisible que le impedía rechazar a aquel hombre que se cruzaba una y otra vez en su camino.

-Hola – dijo Alex cuando ella se le acercó

-Hola, ¿me estabas esperando?

-Sí, en realidad vengo a pedir un favor.

-Escucho – respondió ella con precaución.

-Necesito a una experta para que me ayude a transplantar unas rosas. No sé cual es el mejor lugar para plantarlas y tengo miedo de hacer un desastre, un rosicidio o como sea que se llame .Lamento molestar pero no sé a quien más recurrir, si sirve de algo prometo no ser de esos vecinos que vienen a pedir azúcar y cosas así...

-¿Entonces sólo vas a pedir ayuda con las plantas?

-Palabra de honor – contestó con seriedad y ella sonrió, sonrió de verdad

-Bien, en ese caso no puedo negarme. Dejaré las cosas adentro y luego te ayudo

-Permíteme – dijo y adelantándose tomó los paquetes para que ella pudiera abrir la puerta

-Gracias.

Alex la siguió al interior y dejó las compras donde ella le indicó, por primera vez vio el interior del lugar donde vivía Sara.

Un vistazo rápido no le parecía suficiente para captar cada detalle de la presencia de ella en aquel lugar. Mientras esperaba que ella se cambiase para ayudarlo, trató de imaginar la vida de su esposa en aquel departamento, era una forma de recuperar el tiempo perdido, de acortar distancias.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que no la oyó regresar, y cuando lo llamó tardó en reaccionar ya que aun no se acostumbraba al nombre falso

-Max, ya estoy lista – dijo ella y él volvió al mundo real. No importaba el tiempo perdido, sino esa mujer real que llevaba jeans y una vieja camiseta para ayudarlo con la jardinería. Sólo importaba el futuro que aun podían construir juntos.

-Manos a la obra – contestó él y un rato después estaban en el patio de su casa, eligiendo un lugar adecuado para las plantas.

-Por aquí , Max. Este lugar es perfecto tendrán la luz necesaria sin que les haga daño. Trae las plantas y también el fertilizante que traje.

-Como ordene , jefe.

Entre los dos cavaron en la tierra y transplantaron los rosales y otras plantas florales. Algunas que Alex había traído de su casa y otras que había comprado el día anterior .

-Las rosas son hermosas, se parecen a unas que tenía – dijo ella recordando el jardín que ya no visitaba porque la casa donde estaban las flores ya nunca podría ser su hogar.

-Son hermosas, casi se mueren pero sobrevivieron.-mencionó él nostálgico.

-Estarán bien, y volverán a florecer pronto – acotó la joven acariciando los tallos, Alex contuvo el aliento al mirarla y sus sentimientos debieron reflejarse en su repentino silencio porque llamó la atención de Sara.

-¿En qué piensas?

-En un libro, en el Principito y su rosa – contestó él y pensó que ella era la rosa que él amaba

-Ah, es un bello libro..." lo esencial es invisible a los ojos"- citó la joven sonriendo

-Sí es verdad, sólo el corazón ve lo importante – contestó Alex

Durante un rato trabajaron a la par en el jardín, cuando acabaron estaban cubiertos de tierra pero satisfechos, incluso felices del nuevo colorido del lugar. Sara se sentía muy bien, hacia tiempo que no trabajaba en un jardín y era algo que la relajaba mucho, además sus reservas habían quedado de lado y esto le había permitido disfrutar de la compañía de Max.

Los dos estaban sentados sobre el césped cuando Alex la ayudó a levantarse y la invitó a tomar algo.

-¿Qué te parece una bebida?

-No es necesario, mejor vuelvo a casa. Además necesito una ducha.

-Sólo un jugo de naranjas, así no me siento en deuda.

-Está bien – aceptó ella y lo acompañó al interior de la casa.

Había cajas desparramadas y muy pocos muebles en la amplia sala.

-Perdón por el desorden, pero aún no acabé de acomodarme – se excuso él mientras se desenvolvía elegantemente

-No te preocupes. Es un lugar muy lindo – comentó mientras observaba la amplia sala.

-Un poco grande para mi solo, ven acompáñame a la cocina. Así puedes lavarte mientras te sirvo algo.

Ella lo siguió y luego de lavarse las manos se sentó en una banqueta alta, junto a la mesa del desayuno .Alex se acercó con dos vasos de jugo de naranja y unos sándwiches y se sentó frente a ella.

-Gracias por la ayuda

-Fue agradable y cambió un poco mi rutina.

-Bien, que te parece si le das una buena mordida a eso – señaló el sándwich

-Es trampa, dijiste sólo tomar algo.

-Sí pero el esfuerzo merece una recompensa y tras tanto trabajo debes tener hambre. Yo al menos estoy famélico –dijo él y le dio un buen mordisco a su sándwich, Sara lo imitó.

-Hmmm, está bueno

-¿Estoy aprobado como cocinero?

-Un sándwich no es suficiente para eso.

-Bien, te haré la cena cuando quieras...

-Max – dijo ella y por el tono Alex supo que había ido muy deprisa – Yo lo pasé bien hoy, pero no puedo aceptar una invitación a cenar ni nada más.

-Por tu esposo...

-Por mí , porque lo amo aún y es el único que amaré siempre. Lo siento, debo irme

-Sara

-¿Sí?

-Sólo quiero ser amigos, necesito una amiga sabes. ¿Tú no?, sólo amigos...

-No sé si pueda.

-Bien, sólo piénsalo .Cualquier cosa soy el chico de al lado, así que voy a estar aquí

-Gracias por todo, Max.

"Voy a estar aquí "repitió él para sí mismo, mientras la veía alejarse

Locura de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora